Cómo hacer una hamaca de lona en casa paso a paso

Hacer hamaca de lona

Hacer hamaca de lona

Hacer hamaca de lona
Para las personas que tienen jardín, tener una hamaca para descansar en los días de calor es una gran idea. No solamente es una cama portátil, sino un lugar para descansar al aire libre y estar en contacto con la naturaleza.
Aunque haya muchos estilos de hamaca, la mejor opción es la de lona, principalmente porque se puede hacer en casa con bastante facilidad y porque resiste bien a los cambios de tiempo. Si quieres aprender, te vamos a enseñar cómo hacer una hamaca de lona en casa paso por paso para tumbarte en el jardín.

Haz una hamaca de lona en casa paso a paso

Para hacer esta hamaca, suele bastar con una lona de 2 metros de largo y 1,5 de ancho, aunque se puede comprar más si quieres que sea más grande. También necesitas una cuerda o soga, una aguja y un hilo para hacer el dobladillo (también se puede hacer con máquina de coser). También ten en cuenta el espacio que habrá entre los dos árboles en los que se va a colgar.
Para hacer ese dobladillo, simplemente dobla los bordes y cóselos, algo que servirá para que los bordes sean más duraderos y resistentes. Se puede hacer a mano o con la máquina de coser.
El segundo paso es doblar los extremos de la hamaca, haciendo otro dobladillo. Deja aproximadamente un espacio de unos 10 cm de espacio interior, creando así un agujero donde se pasará la cuerda.
Ahora hay que pasar la cuerda por ese dobladillo de 10 cm que hemos creado. Obviamente se hace por los dos extremos, para poder enganchar nuestra hamaca correctamente a los árboles.
Antes de hacerlo, asegúrate de comprobar que la hamaca tiene unas estructuras sólidas. Si no lo están, cabe la posibilidad de que se rompan y nos caigamos al suelo. Por este motivo, elegir una lona de calidad es fundamental. En el caso de que peses mucho, utiliza dos lonas para reforzar la estructura y que aguante bien.
Ahora es el turno de colgar la hamaca en el árbol, haciéndolo a la altura deseada y atando bien las cuerdas a los árboles. Si no los tienes, puedes utilizar anclajes de acero y anclar en otro sitio.
A la hora de atar, la cuerda no debe estar demasiado tensa para que sea cómoda. En cambio, si está demasiado floja, te podrías caer. La mejor forma de probarlo es tumbarse en ella y ver si es cómoda o no. Busca el punto justo entre firmeza y comodidad.