El elemento más importante del dormitorio es la cama, así que a la hora de pensar en la decoración de la estancia debemos prestar especial atención a la misma. Se trata de buscar el punto de equilibrio entre la comodidad, la funcionalidad y la estética. Algo que no siempre es sencillo, y por lo que es recomendable confiar en los mejores profesionales.
Como resulta lógico, la cama debe responder a nuestras necesidades de descanso. No hay que olvidar que descansar bien es fundamental para tener una buena salud tanto a nivel físico como mental. Esto en lo que respecta a la comodidad. En cuanto a la funcionalidad, a día de hoy una de las grandes tendencias en el mundo de la decoración es la cama con canapé, que ofrece un gran espacio en la parte inferior para guardar mantas, edredones, prendas de ropa de otras temporadas...
Por supuesto, la estética también es muy importante, y una de las mejores formas de conseguir el punto de equilibrio es saber cómo elegir el cabecero de la cama. Durante el proceso de decisión de compra debemos atender a los colores, los materiales y las formas de distintos cabeceros de cama que podemos encontrar en el mercado.
Cabecero de cama: diferentes estilos
Uno de los estilos que marca tendencia es el cabecero de cama capitoné. El capitoné es una forma de tapizado con la que se acolcha una determinada pieza, de tal manera que el tejido queda sujeto con botones. Crea un dibujo en relieve con forma geométrica que le aporta un estilo muy elegante y distinguido al dormitorio.
Una opción 100% recomendable para estancias clásicas, aunque, en función de los materiales y los colores, el cabecero de cama capitoné también encaja muy bien en habitaciones modernas. Para conseguir armonía a nivel estético, es importante que todos los elementos del dormitorio estén en consonancia y giren en torno a un mismo estilo decorativo.
El estilo nórdico o minimalista es uno de los más demandados en la actualidad, el cual se caracteriza por buscas la sencillez a través de la decoración. Hay quienes eligen no poner nada sobre la cabecera del colchón, aunque normalmente el resultado es demasiado soso y aburrido. En este caso, lo mejor es elegir un cabecero de colores claros y líneas rectas.
También existe la posibilidad de colocar un papel o un vinilo en la pared del cabecero, y el resto de paredes del dormitorio pintarlas de color blanco. Teniendo en cuenta la sencillez del estilo minimalista, se puede escoger un papel con efecto marmolado en color blanco o pintado de hormigón.
El cabecero de cama con tachuelas es una muy buena idea para habitaciones de estilo atemporal y elegante, pero con un toque de originalidad y distinción. Aunque es algo clásico, lo cierto es que se trata de una opción muy versátil para dormitorios de todos los estilos decorativos, incluso el industrial. Hay que jugar con los colores, las formas y las texturas para conseguir el resultado deseado.
Son muchas las personas que están interesadas en un cabecero a medio camino entre lo clásico y lo llamativo. Pues bien, para todas ellas el cabecero moderno es una alternativa muy interesante. Aunque hay un amplio abanico de materiales para elegir, el terciopelo y la polipiel son los más comunes. Hay que adaptarlo al resto de decoración de la estancia para que el resultado sea un conjunto elegante, funcional y cómodo, con una atmósfera refrescante y moderna.
¿Cómo decorar el dormitorio?
Lo primero y más importante es crear una buena base situando la cama. Para ello, es esencial tener en cuenta el espacio, de tal manera que queden como mínimo 50 centímetros a cada lado de la cama.
Las mesitas de noche son mucho más que un simple elemento para apoyar la lámpara de noche. El modelo escogido debe ir acorde al estilo decorativo de la habitación. Pueden ser diferentes a cada lado y, si el espacio es pequeño, se puede instalar un cabecero de obra que integre las mesitas y haga las veces de repisa. El armario debe quedar lo más integrado posible en el espacio para que no estorbo.
Teniendo en cuenta estos consejos y los diferentes estilos de cabeceros que existen, podemos decorar el dormitorio a nuestro gusto.