Preocupación de España por las represalias y provocaciones de Maduro
España teme represalias diplomáticas del gobierno de Nicolás Maduro y algún tipo de medida contra los más de 170.000 españoles que viven en el país, muchos de ellos con la doble nacionalidad, después de que el Gobierno español a pesar de las criticas, se haya convertido en punta de lanza de Europa contra el régimen de Nicolás Maduro. Al que el sábado en una comparecencia urgente en el Palacio de la Moncloa, el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez le dio un plazo de ocho días, que vence el próximo domingo, para que convoque elecciones limpias y transparente. De lo contrario, anunciaba el Presidente del Gobierno español, adelantándose a la posición del resto de los países europeos, Madrid reconocería al Presidente interino Juan Guaidó.
A la posición española se sumaros horas después Alemania, Francia y Reino Unido mientras otros países de la Unión Europea se sumaban al comunicado más reservado de la Alta Represe tanto de la Unión Europea en el que afirmaba que Maduro no tenia legitimidad democrática, que respaldaba a la Asamblea Nacional y exigía la celebración de elecciones limpias, transparentes y con garantías, de lo contrario la UE se acogería al artículo 232 de la Constitución venezolana. Es decir que no se concretaba el plazo en que se debían celebrar las elecciones y no nombraba al Presidente Guaidó, aunque invocaba el mismo artículo que convocó Guaidó para proclamarse Presidente interino y jurar la Constitución.
Desde el miércoles 23 de enero que estalla la crisis con la jura de Guaidó hasta el día de hoy en que las relaciones entre Madrid y Caracas han adquirido su punto más fuerte de enfrentamiento por los ataques verbales personales de Maduro y Cabello contra nuestro país y contra el Presidente del Gobierno, con un lenguaje propio delincuentes, Sánchez, que ha vivido toda la crisis en Davos en el Foro Mundial de Economía, ha ido basculando y también rectificando.
España, y su diplomacia, lleva tiempo intentando establecerse como mediador en Venezuela, rectificando los errores del expresidente Zapatero, errores que ha llegado al extremo de que una organización como Human Rights le ha definido, hace algunos meses, como un “excelente cómplice de la dictadura de Maduro”. Esta crisis sin embargo le ha cogido desprevenida, especialmente la repentina iniciativa de Trump de reconocer a Guaidó y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tampoco había previsto la presión de los líderes del PP y Ciudadanos, y, sobre todo del expresidente del Gobierno Felipe González, exigíendo el reconocimiento de Guaidó como presidente legítimo del país.
Hay que reconocer que lo que está ocurriendo en Venezuela es especialmente preocupante para Sánchez y su Gobierno, por los lazos históricos que existe con el país, y por la repercusión que en todo el continente tiene todo lo que afecta a España y por la presencia de una de las colonias de españoles más importantes de America Latina. De otro lado los acontecimientos cada vez mas preocupantes que pueden desembocar en un enfrentamiento civil, son especialmente incómodos para el gobierno socialista español. Podemos, el partido de extrema izquierda en el que se apoya la actual inestable mayoría, ha sido un defensor de la revolución socialista de Venezuela. Pablo Iglesias, describió el intento de Guaidó de hacerse con el poder como un “golpe de Estado”.
Desde Davos y después de una conversación telefónica de Sanchez con Guaidó su posición se ha ido matizando, tras entrevistarse con gran parte de los representantes de los países latinoamericanos que han reconocido al nuevo Presidente. Por otra parte el presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, y el Presidente del Parlamento de la UE, Antonio Tajani, se mostraban partidarios de un reconocimiento inmediato de Guaidó. En ese contexto desde Berlín se le insinúa a Sánchez que él puede forzar la situación y es el primero que se pronuncia lanzando un ultimátum a Maduro para una convocatoria electoral (con lo que indirectamente se le reconoce autoridad) o un reconocimiento de Juan Guaidó.
Es el sentido de la información manejada por este cronista (“Europa quiere que España tome la iniciativa para una salida de la crisis”) confirmada el viernes tras el Consejo de Ministro por la portavoz Isabel Celaá. “El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está "liderando" los movimientos que se están produciendo en la Unión Europea (UE) y la comunidad iberoamericana para dar una solución "única y exclusivamente democrática" a la crisis de Venezuela”. Algo que se hacía público el pasado sábado en una rueda de prensa en la Moncloa sin preguntas, pero el problema es que la tal Celaá ha cometido tales errores y ha entrado en tantas contradicciones, cuanto no, mentiras que muchas veces es difícil creerla.