Podemos le muestra al Gobierno quien manda y le derrota en el Parlamento
Por primera vez desde la la moción de censura contra el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, el nuevo gobierno de Pedro Sánchez ha sido derrotado en el Congreso de los Diputados al retirarle su apoyo Podemos, su socio preferente: en la votación de ocho decretos leyes, Podemos ha votado en contra de la no inclusión de la regulación de los alquileres por parte de los Ayuntamientos, un compromiso firmado tras la presentación de los Presupuestos Generales del Estado, que han comenzado a discutirse en medio de grandes dificultades en el Parlamento. El decreto Ley de la discordia ha sido rechazado por 241 votos en contra, entre ellos los de Podemos y 103 a favor entre ellos el propio PSOE, PNV y PDeCat.
Podemos, en medio de la crisis que sufre por el pacto de Iñigo Errejón con la Alcaldesa de Madrid, que ha producido un auténtico terremoto político dentro de la izquierda (ver republica.com “Terremoto Errejón”; Podemos ordena que no muevan la tierra...) ha querido que quede claro quién realmente ayudó a la confección de los Presupuestos del Estado, y cuál es su verdadero poder dentro de ese Pacto con el Gobierno de Sánchez. Por otra parte, envía un mensaje doble; al Gobierno que pone de manifiesto su debilidad con el apoyo de sólo 84 diputados y, al partido tras las declaraciones de la vicesecretaria Adriana Lastra intentando captar a Errejón para el partido socialista.
La política socialista, horas después de la dimisión de Errejón como diputado de Podemos, le ha recordado al político dimisionario, que tiene las puertas abiertas del partido, tanto él como todo aquel que se sienta comprometido con la socialdemocracia. "No sé lo que Errejón tiene en mente, pero en este partido las puertas están abiertas para entrar, también para salir, a todo aquel que quiera y esté comprometido con la socialdemocracia y las sociedades de la políticas de izquierda", ha indicado Lastra. Tras subrayar que el PSOE es "generoso" y que es "la gran casa de la izquierda, en la que ha entrado mucha gente a lo largo de los años".
El voto en contra de Podemos dentro de lo difícil que el Gobierno tiene en la aprobación de los Presupuestos, ha sido toda una llamada de atención al Gobierno, agobiado por la política cotidiana y las dificultades de gobernar con solo 84 diputados. Desde hace días dirigentes de Podemos, sobre todo Pablo Iglesias, viene advirtiendo que si el Gobierno no incluye que los Ayuntamientos limiten los precios de los alquileres, según figura en el documento de cincuenta folios firmado en la Moncloa por el Presidente del Gobierno y Unidos Podemos, votará en contra y lo tumbará. Y es lo que ha pasado este martes con lo que se ha creado una situación inédita.
El decreto Ley rechazado ya ha entrado en vigor, pero no ha sido convalidado por el Congreso. Podemos había propuesto al Gobierno que elaborase otro decreto que derogase el que ya ha pasado por el Consejo de Ministros o que apruebe otro, inmediatamente después de que el inicial, sea rechazado. “El texto tal como lo aprobó el Consejo de Ministros es inasumible - insisten fuentes de Podemos- y vulnera el acuerdo firmado por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez”, que recogía la regulación de los precios en las “zonas tensionadas” por parte de los municipios que así lo desearan.
No parece posible, y es muy difícil un nuevo decreto ya que el Gobierno teme que los fondos de inversión que han invertido de forma masiva en el sector inmobiliario, pueden retirarse de España si se regulan los precios de los alquileres. Esa regulación la paró la ministra de Economía Nadia Calviño alertando a Ávalos, ministro de Fomento, de una inminente fuga de grandes fondos de inversión internacionales si el Gobierno intervenía los precios del alquiler, según le habrían adelantado esos fondos. Esas advertencias no solo le habrían llegado a la ministra Calviño, sino también a otros Ministros del Gobierno.
Hay que recordar que el presidente de Blackstone en España, Claudio Boada, ya advirtió que el proyecto del Gobierno se veía con preocupación desde la industria de los fondos de inversión. Boada, ante la propia ministra de Economía, afirmó que Blackstone había invertido en los cinco últimos años 25.000 millones en el sector inmobiliario español cuando nadie apostaba por él. “Y, todavía, no nos hemos ido”, lanzó a modo de reto, para después puntualizar que “su intención es seguir en España”, pero que algunas de esas inversiones previstas en el mercado del alquiler podrían retirarse en el futuro si el Gobierno aprobaba, tal y como estaba planteada la reforma.