Sigue la pelea por quién ha ganado en Gibraltar y comparan a Sánchez como Kim Jong Un
Cuarenta y ocho horas después de finalizada la Cumbre de Bruselas, en la que se firmó el Acuerdo de Divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea, pendiente de ser ratificado el próximo día 11 de Diciembre por el Parlamento británico, fecha decisiva para el Reino Unido y la primera Ministra Theresa May, sigue la polémica sobre ese triple blindaje que según el Presidente español Pedro Sánchez ha conseguido del Gobierno británico, del Consejo Europeo y de la propia Comisión Europea, que es la que tiene que negociar y votar el acuerdo final.
Tras la intervención ayer de la señora May en la Cámara de los Comunes en donde negó que haya habido ninguna cesión sobre Gibraltar y que ”España no ha conseguido lo que quería” , insistiendo en que no se había modificado el artículo 184 del artículo discutido por nuestro país, que ha permanecido como estaba, el ministro español de Asuntos Exteriores Josep Borrell ha salido a la palestra para recordarle que la primera ministra es "un poco desmemoriada", porque ella misma firmó una interpretación del artículo 184 del Tratado para el Brexit que es idéntica a la firmada por la UE para dejar claro que Gibraltar “quedará fuera de las negociaciones futuras entre la UE y Reino Unido".
Dentro de esta polémica y de la pelea en la que un sector de la prensa y de la opinión pública británica acusa a la señora May de haber transigido en el contencioso de Gibraltar, hoy el gobierno británico ha filtrado una carta del embajador británico ante la UE, Tim Barrow, al Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y al de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en la que desmiente, con rotundidad, las declaraciones del gobierno español y de su Presidente.
En la carta el representante diplomático ante la Unión Europea que firmó el blindaje del Renio Unido, afirma que el Reino Unido no entrará en negociaciones sobre la soberanía de Gibraltar y seguirá defendiendo los intereses de la colonia en las futuras negociaciones con la Unión Europea, a pesar de lo que se haya dicho en los documentos que acompañan al Tratado de Retirada firmado por Londres. Documentos que, al parecer se negó a firmar la primera ministro, y lo hizo el señor Barrow.
Hoy la prensa británica sigue polemizando con el tema, y el Daily Mail titula de forma escandalosa que “los Gibraltareños se burlan del canto de victoria del Presidente del Gobierno español que consideran “Fakes News“, y lo comparan con Kim Jong Un, mientras pide a la Theresa May que “no les venda”. “El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha declarado vencedor en relación con Gibraltar en las conversaciones del Brexit … Pero ha sido tachado de “necio” por “alardear” sobre el Peñón. Sánchez tiene una gran presión en casa ante la perspectiva de unas próximas elecciones generales y May insiste en que no ha cedido en nada en el acuerdo, pero aun así, es atacada por los diputados.
Lo que no dice es que si Sánchez tiene presión, muchas más tiene la primera ministra británica, cuando ha tenido que comparecer ante la Cámara de los Comunes para negar algo que la mayoría de los británicos creen a pies juntillas: que efectivamente, ha habido cesión aunque esa cesión esté en una carta de un embajador que puede ser discutida. Pero hay otro documento que es el de la Comisión que es la que al final tiene que negociar el acuerdo último.
Por su parte el periódico The Times se refiere, indirectamente, a esa teoría de la guerra fría de que un país no puede controlar las dos orillas estratégicas del Estrecho de Gibraltar en el Mediterráneo, y sostiene que “no es posible tomar en serio la demanda de España sobre la restitución de Gibraltar al Reino de España mientras continúe controlando las ciudades portuarias de Ceuta y Melilla, que se encuentran dentro de la nación independiente de Marruecos.
“La reivindicación británica de Gibraltar es más fuerte que la de España con Ceuta y Melilla ya que fue acordada mediante tratado formal, al contrario del fundamento de España respecto a Ceuta y Melilla, que quedó denegada mediante tratado formal. “Mientras España no esté preparada para renunciar a su control sobre esas dos ciudades, - insiste el periódico- Reino Unido no debería ni siquiera entablar negociación con España. En cualquier caso, no debería haber debate sin el consenso de la mayoría de residentes en Gibraltar.”