El Brexit, Gibraltar y Sánchez con su juego del tiqui-taca
En una triste Cumbre de los 27 países de la Unión Europea, se ha dado este domingo el visto bueno al Acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea, un acuerdo de difícil negociación que ha durado año y medio y que es el inicio del divorcio del Reino Unido de una Unión Europea que ha lamentado (y lo han repetido la mayoría de los presidentes y ministros de los 27 países) este primer paso. Un paso que tiene que ser ratificado ahora por el Parlamento británico y por el Parlamento europeo.
Sorprendentemente, la Cumbre se convocaba el sábado por la mañana tras el anuncio del presidente del Gobierno español de que había logrado un acuerdo sobre el papel de España sobre el futuro de Gibraltar que estaba blindado, según el Presidente español en una comparecencia pública en la sala de prensa del Palacio de la Moncloa, recién aterrizado de La Habana, por la Comisión Europea, por el Consejo y por el Reino Unido a través de una carta de su embajador en la Unión Europea Tim Barrow. Con esa carta, que según algunas fuentes comunitarias no tiene, valor jurídico, Sánchez levantaba el veto y el anuncio de que votaría que "No" a la Declaración de los 27.
Sánchez, apoyado por Juncker que le comunicaba al Rey que había sido un “buen acuerdo para España”, ha insistido que España gana con Gibraltar y con los compromisos adquiridos tanto por el Reino Unido como por las instituciones comunitarias, aunque horas más tarde la primera ministra británica Theresa May ha dicho lo contrario, insistiendo en que no ha cambiado ni cambiará su posición sobre la soberanía británica de Gibraltar, como parte del Reino Unido “Nuestra posición sobre la soberanía permanece y permanecerá sin cambios". Todo un juego de declaraciones que ha provocado un agrio debate que seguirá durante los próximos días.
Ha sido el periódico alemán 'Die Welt' el que mejor ha definido este juego político desarrollado hasta este domingo por el Presidente del Gobierno español durante estos últimos días hasta llegar a la amenaza de bloquear el Acuerdo y obligar a la suspensión de la decisiva Cumbre de este domingo. Ha venido aplicando, dice, la política, la táctica, del tiqui-taca con la que juega el futbol español. Según el periódico, Sánchez ha demostrado que sabe lucirse en el gran escenario político internacional. Por ejemplo, cuando tomó la iniciativa en el debate sobre la migración en el pasado verano y acogió a 600 refugiados del barco ‘Aquarius’. Inmediatamente cosechó aplausos en Bruselas.
Ahora Sánchez ha encontrado un nuevo tema internacional, el Brexit. Pero a diferencia de, por ejemplo, el presidente francés Emmanuel Macron, que salió al ruedo europeo con una agenda política muy ambiciosa y con visiones de futuro, Sanchez ha sondeado primero la situación y ha optado por esperar al momento oportuno para llevar a cabo sus iniciativas. Su forma de actuar podría calificarse como el equivalente político de la estrategia de tiqui-taca en el fútbol español: un estilo de juego que se caracteriza por el uso de pases cortos y precisos en las transiciones, búsqueda constante del espacio y movimiento de balón, y el mantenimiento de la posesión, es decir, un paciente juego de combinación, de mantenerse en continuo movimiento y de frecuentes cambios de posición.
En el escenario europeo, es verdad que su antecesor Mariano Rajoy, nunca se sintió completamente a gusto ante la prensa internacional, quizás también por su mal dominio del inglés. Sánchez es todo lo contrario, y ha aplicado una táctica de tiqui-taca en la salida de los británicos de la UE, a pesar de que para España había mucho en juego. A su homóloga británica Theresa May le dio, a través de una entrevista en “Político” el consejo de celebrar un segundo referéndum “en el futuro”, para que el Reino Unido pudiese volver “de otra forma” al club europeo.
Sánchez se ha venido oponiendo al borrador de acuerdo entre la UE y Reino Unido: quería una garantía explicita, regulada por ley, de que el acuerdo sobre las futuras relaciones no incluirá también el enclave británico de Gibraltar, salvo con la aprobación expresa de Madrid. “Si a partir de hoy no hay correcciones respecto a Gibraltar, España votará contra el acuerdo del Brexit”, declaraba en una conferencia en Madrid, añadiendo que plantearía el tema de una “soberanía conjunta” sobre Gibraltar en las negociaciones sobre las futuras relaciones entre Reino Unido y la UE. “El juego del tiqui-taca, lo mantuvo hasta horas antes del inicio de la Cumbre.