El Vaticano guarda silencio sobre el futuro de los restos de Franco…
El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, ha garantizado a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que el Vaticano no se opondrá a la exhumación de los restos de Francisco Franco, mientras que sobre su inhumación posterior, ambos han coincidido en "seguir manteniendo el diálogo", lo que significa que, por el momento, no hay acuerdo sobre el posible traslado de los restos del general, a la tumba que la familia tiene en la Catedral de la Almudena, en el centro histórico y turístico de Madrid y, al lado mismo del Palacio Real.
En un comunicado del Ministerio de la Presidencia, el Gobierno ha informado de la reunión que ha mantenido este lunes la vicepresidenta del Gobierno Calvo, solicitada a través de la Nunciatura en Madrid, con el cardenal Parolin en la Ciudad del Vaticano, un encuentro calificado de "extremadamente cordial", y que ha servido , según las autoridades españolas para intercambiar puntos de vista e información sobre diferentes cuestiones de interés para España y la Santa Sede, entre ellas la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, a la que la Santa Sede no se va a oponer, según ha garantizado el cardenal Parolin a la vicepresidenta.
La única versión existente del encuentro, es la del Gobierno, frente al silencio total del Vaticano. El encuentro ha sido preparado cuidadosamente por la vicepresidenta del Gobierno y su equipo, junto con las subsecretarias de Justicia y de Asuntos Exteriores, en el que se ha incluido, para sorpresa del Vaticano, el régimen fiscal de la Iglesia en España en relación con el proceso de revisión de los bienes inarticulados, según una Ley de primeros años del franquismo, así como una serie de privilegios fiscales. Durante la hora y media que ha durado el encuentro con la máxima autoridad vaticana, la vicepresidenta ha informado a la Santa Sede de las modificaciones en el Código Penal de los delitos de pederastia de miembros de la Iglesia para conseguir que estos delitos sean imprescriptibles”. La prescripción de este delito se establecía en 25 años a partir de la mayoría de edad de las víctimas.
Hasta ahora, y no parece que la situación haya cambiado mucho, el Vaticano no ha manifestado el menor interés en mediar en el conflicto del traslado de los restos del General Franco del Valle de los Caídos a la Catedral de la Almudena de Madrid, en una sepultura propiedad de la familia del anterior Jefe del Estado, con la posibilidad de que la nueva tumba se convierta en lugar de peregrinación en pleno centro de Madrid. Y muy cerca del Palacio De Oriente, utilizado por el Dictador como escenario de las mayores actos de adhesión y homenaje, el último de los cuales fue semanas antes de su muerte, cuando media Europa de movilizó en contra de las ejecuciones de septiembre de 1975 de tres militantes del FRAP y dos de ETA político militar.
Durante estos últimos días muchos periódicos italianos han venido especulando sobre la visita que la vicepresidenta del Gobierno ha hecho hoy al Vaticano, en la que se iba a intentar que las autoridades de la Santa Sede ayudasen al Presidente del Gobierno español a resolver el problema de los restos de Franco en la Catedral de la Almudena de Madrid. Para evitar un clamoroso bumerán, según estos medios, el Ejecutivo busca la mediación de la Iglesia. Pero los primeros intentos no han tenido éxito: el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osorio, no puede hacer mucho, la capilla fue pagada en su momento, y cualquier recurso terminaría dándole la razón a la familia Franco.
La decisión última de llevar los restos de Franco al centro de Madrid, a la Catedral de la Almudena, con el peligro de convertir el lugar en un centro de peregrinación política en el lugar más frecuentado por el turismo, cogió desprevenido al Gobierno que siempre pensó que una vez exhumados, los restos, serían enterrados en el cementerio de Mingorrubio en el pueblo de El Pardo cerca del Palacio donde gobernó España durante 36 años y donde está enterrada su esposa, Carmen.