TELEVISIÓN

Un testigo, harto de esperar, se enfrenta a Ana Rosa al grito de "me podéis comer la polla"

La presentadora tuvo que cortar el directo con Roger, el testigo que supuestamente presenció cómo una conductora de autobús expulsaba a un pasajero por lanzar improperios machistas, porque llevaba “dos horas esperando” la conexión y manifestó su cabreo con semejante ordinariez.

Ana Rosa pone cara de circunstancia tras el improperio del testigo.

Imagen TV.Ana Rosa pone cara de circunstancia tras el improperio del testigo.

“Me podéis comer la polla”. La cara de Ana Rosa era un poema. “¿Quién osa dirigirse a mí en esos términos? A mí, a la reina de las mañanas”. La presentadora se pensaba que al otro lado de la pantalla tenía al testigo de un suceso, pero el destino le tenía guardada una sorpresa en forma de exabrupto. En directo. Sin comerlo ni beberlo. A Ana Rosa le ha salido el testigo por la culata. “¡Que le corte la cabeza!”, exclamaría si pudiera la soberana catódica al igual que el personaje de Lewis Carrol.

Pero no, esas cosas solo valen para los cuentos. En la vida real hay que torear a los irreverentes con maestría y templanza. A mediodía de este martes 25 de abril, la monarca de los magacines matinales presentaba la noticia de la conductora de autobús que expulsó a un pasajero por machista y, para dar más información a sus súbditos, el programa tenía previsto una conexión con Roger, un testigo de los hechos.

Con lo que no contaba Ana Rosa era con el rebote mayúsculo de su interlocutor. En lugar de narrar el suceso, Roger se limitó a lamentarse por llevar demasiado tiempo esperando la conexión: "Pues la verdad es que llevo aquí dos horas esperando, así que me podéis comer la polla. Tío es una vergüenza”, le soltó sin venir a cuento, mientras se levantaba de la silla y se agarraba salva sea la parte en un primer plano de cámara.

Ni Roger, ni Bravo, ni Tango, ni Charly. ¡Mayday!, ¡Mayday! “Ahora cómo salgo de esta”, se debió decir su alteza en décimas de segundo. Nobleza obliga. El equipo reaccionó enseguida. Cortaron la señal no fuera que Roger se sacara el mandao en directo en horario protegido. “¡Quita, quita! ¡Quita a este, que es un tarao! Es un tarao... Bueno, estas cosas pasan... Estamos en directo”, subrayó Ana Rosa con la templanza que le otorga su casta.

Fíjate, que lo presentía”, recalcó Joaquín Prat descojonándose. “Tenía un presentimiento. Éste con esta cara de gilipollas seguro que alguna va a hacer. Pues efectivamente”. Sonriendo, la jefa añadió: “Afortunadamente no le ha dado tiempo a enseñárnosla porque la debe tener muy fea”.

Los todólogos del programa se quejaron de que la salida de tono de Roger había estropeado la magnífica reacción de la conductora del autobús. “Éste es otro al que habría que haber bajado del autobús”, dijo uno de ellos.

Por lo visto, en la madrugada del sábado al domingo pasado en Barcelona una autobusera dejó a un tipejo en tierra por lanzar improperios y ordinarieces. La historia ha llegado a las redacciones gracias a un usuario de TikTok que publicó el vídeo con la reacción de la trabajadora. Si es que, de un tiempo a esta parte, los periodistas no somos nada sin las redes sociales.

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Miran DaTele

Miran DaTele nació con las 625 líneas, cuando la televisión era en blanco y negro y en España sólo había dos cadenas: la primera y el uhf. Se come todo lo que le echen, lo disfruta con palomitas, patatas fritas y si no disfruta de sus dosis de tele diaria, no duerme. A veces no duerme porque se queda disfrutando hasta altas horas de la madrugada de lo que le echen. Ya saben, la televisión es nutritiva.