El caso del apionabo desaparecido. Las acusaciones de tongo y las polémicas se han convertido en un topicazo en MasterChef. Lo cierto es que no hay edición sin movida. Da igual si es el Celebrity o los anónimos. Desde que se miran en el espejo de Gran Hermano, no hay gala en la que no surja la bronca. El rey de esta undécima edición es Luca Dazi, un tiktoker imberbe que entró por los pelos. Dazi se mantiene en el talent culinario gracias a la diosa fortuna, al favor de los miembros del jurado, por robar elaboraciones y, probablemente, porque es hijo de Alberto Dazi. Este señor es el director general de Ofistrade, una de las principales empresas españolas de importación y exportación alimentaria cuyo principal cliente es uno de los proveedores del programa.
Quien te ha visto y quien te ve MasterChef. Lo de la noche del pasado lunes 5 de junio fue de juzgado de guardia. Arrancó con la histórica prueba del robo. Cada aspirante podía robar 10 ingredientes de las cestas de sus compañeros. Sin control. Sin medida.
Las cestas partían con 15 ingredientes y, como estaba cantado, fue Jotha el que salió damnificado. Su cesta quedó arrasada como una cantimplora en el desierto. Normal. Sus compañeros se cobraron el asunto de la manzana tentadora. Tenía que llegar. Hace un mes el DJ se libró de la eliminación a costa de enviar a todos los aspirantes a la pugna por la salvación. En la gala 20, fue el DJ el que ganó el pase directo a la eliminación. “Como no tienes ingredientes para elaborar, sube a la galería, pero antes pasa por aquí. Vas directo a la prueba de eliminación”, le espetó Pepe mientras le entregaba el delantal negro.
Luca fue otro aspirante al que dejaron tiritando. Al levantar la tapa de la cesta, según pudo verse al otro lado de la pantalla, sus compañeros le habían robado todo salvo un ramillete de hierbas aromáticas, curry verde y un pequeño bote que desde luego no era apionabo.

Aspecto de la cesta de Luca en el momento de levantar la tapa, dónde está el apionabo.
Diez segundos más tarde, mientras Jotha se quejaba de los olores que desprendían los fogones de sus compañeros y se burlaba del apionabo, las cámaras enfocaban a Luca cortando tiras de apionabo, esa raíz de otoño de sabor intenso que, por arte de birlibirloque, había aparecido en la cesta del enchufado de esta edición de MasterChef.
MasterChef y sus favoritismos
En cinco minutos, el tiktoker se convirtió en trending topic en la red del trino. Un usuario incendió la red al compartir el pantallazo de la cesta de Luca. “Luca no tenía apionabo. O eso. o es invisible”. “MasterTongo”. “Lo de este niño es muy fuerte, aunque la culpa es de la dirección del programa. Y de paso que le digan a Luca que cocinar y tocarse el pelo es muy poco higiénico”. Así, un trino detrás de otro. Para colmo, falto de originalidad, el privilegiado de esta edición repitió plato y ningún miembro del jurado se lo recriminó en exceso. Si lo hubiera hecho otro, sin duda la bronca hubiera sido monumental con mandil negro incluido.
Por hache o por b, Luca se escapa de todas las eliminaciones. Siempre está en el equipo ganador, pelando patatas, gritando como un poseso, pero en el equipo ganador. Será el privilegiado de esta edición de anónimos, aunque lo cierto es que resulta insufrible e insoportable.
Jotha, que le ha quitado el puesto de influencer al bisoño histriónico, tiene la costumbre de analizar cada gala en su cuenta de Instagram. Con esa ironía que le caracteriza, al día siguiente de cada emisión comparte con sus seguidores su peculiar perspectiva de lo ocurrido. El DJ sostiene que Luca tenía apionabo, pero la imagen de la cesta es clara como el agua. Allí solo había tres ingredientes. Además, el último robo de Eneko en la cesta de Luca está editado. No se vio.
Por supuesto, de momento, Shine Iberia no ha dado explicaciones. Lo cierto es que las broncas y las acusaciones de tongo están funcionando. La gala del lunes 5 de junio lideró su franja con una cuota de pantalla del 15,1% y 1.482.000 espectadores.