MasterChef Celebrity engancha un escándalo con otro. Es como si lo hicieran a propósito. Ya saben, que hablen de ti, aunque sea mal. Los miembros del jurado la liaron parda en la presentación de la octava edición en el Festival de Vitoria. A 24 horas del estreno se permitieron el lujo de bromear con el tema Rubiales. Entre broma y broma, Samanta Vallejo-Nágera subrayó "Yo me he dado un pico con Jesulín. Ese es nuestro hashtag. Quieren llamar a Rubiales para el año que viene. Esta va a ser la edición de los picos”. El bochorno fue tal que la productora se vio obligada a emitir un comunicado.
Banijay quiso aclarar “que lamenta profundamente los comentarios desafortunados que tuvieron lugar ayer durante las entrevistas. En ningún caso los justifica y condena rotundamente cualquier tipo de violencia sexual”.
Pues nada, ya estaría. Tras las denuncias de Patricia Conde en la final del Celebrity 7 tenemos ya la primera movida del talent culinario. Antes de empezar. Por cierto, con buen criterio, los responsables de la parrilla de RTVE han cambiado el día. Los seguidores del programa que no se confundan. MasterChef ha cambiado su día de emisión del lunes al jueves. Competirá directamente con Gran Hermano VIP la gran apuesta de Telecinco con la que quieren recuperar el liderazgo perdido.
Gran Hermano VIP regresa a las pantallas de Telecinco el próximo 14 de septiembre una vez que se ha zanjado la polémica del caso Carlota Prado. Justo cuando la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó a 15 meses de cárcel a José María López Pérez por abusos sexuales durante una fiesta retransmitida en directo celebrada aquella madrugada.
De momento, MasterCher Celebrity se estrenó siendo líder con un magnífico 18,2% dejando en el monodígito a Reacción en cadena y a 8 puntos de Hablando en plata (10.1%), el nuevo programa de Sonsoles Ónega.
MasterChef se mofa de las críticas
Arrancó la nueva edición de MasterChef Celebrity con un casting muy estudiado y con una promo en la que se mofaban de todas las críticas que le han caído en cascada por haber mutado en un reality más cercano a Gran Hermano que al talent de cocina de donde surgió.
De ahí la importancia del casting y el último los han escogido con toda la conciencia del mundo. En esta edición los 15 concursantes están encabezados por Jesulín de Ubrique, Jorge y César Cadaval (Los Morancos), Blanca Romero, Álvaro Escassi, Sandra Gago, Eduardo Casanova, Toñi Moreno, Jorge Sanz, Laura Londoño, Tania Llasera, Miguel Diosdado, Genovea Casanova, Daniel Illescas y Palito Dominguín. Un grupo muy heterogéneo en el que se repiten los perfiles de siempre, esos de los que se bufonean, pero que ahí están.
Por ejemplo, la empollona que sabe cocinar, etiqueta que en la octava entrega es para Tania Llasera, por ejemplo. El bromista, que en este caso son dos o más de dos. Los Morancos, por supuesto, pero Jorge Sanz cuenta con alguna papeleta, incluso, Jesulín de Ubrique. Por supuesto no se han olvidado de la cuota pija con Escassi, ni de la nobiliaria que en esta edición su rostro era el de Genoveva Casanova, ex de Cayetano Martínez de Irujo. Sí era, porque fue la primera expulsada. Genoveva salió con el título de Miss Picante. Si no lo vieron recuperen el programa en la web de RTVE que no tiene desperdicio. MasterChef Celebrity no deja de ser el gran nicho pop de la derecha española.
Visto un 'MasterChef' vistos todos
El tributo a la excentricidad recae sobre Eduardo Casanova. En el apartado mediático tenemos a la gran Toñi Moreno que por donde pasa triunfa. Gran amiga de María del Monte confesó que la cantante le recomendó no pasar por los fogones de MasterChef Celebrity. El tiempo dirá. Lo cierto es que la bordería de antaño brilla por su ausencia. No están los jueces por la labor de fomentar espantás. Por supuesto tenemos actores y actrices como Laura Londoño, Jorge Sanz y Miguel Diosdado. Hijosdalgo como Palito Dominguín y modelos o instagramer. En definitiva, visto un MasterChef Celebrity vistos todos.
La diferencia recae en la capacidad de regalar espectáculo de los concursantes. Y en esta ocasión la mezcla resulta brutal. El casting parece gestado en 13 Rue del Percebe.
Entre las salidas de los Morancos, el sentido del humor de Jorge Sanz y Toñi Moreno entrelazados con la simpleza de Jesulín, lo del estreno de MasterChef fue una pechá de reír que dirían en Andalucía. Por cierto, además de la empollona, ojo con Escassi que las mata callando y sorprendió a los jueces con sus maneras.
Un desastre de pruebas
En la primera prueba los novatos tuvieron que preparar o la réplica de un plato de Miguel Ángel Muñoz (mini dim-sums de carrillera de ternera estofada) o la del que llevó Raquel Meroño (falso risotto de coliflor). Los aspirantes decidieron que fuera Tania, la alumna aplicada, la responsable de repartir los platos.
Eduardo Casanova no comenzó con los mejores augurios, se cortó le dedo nada más empezar la prueba. Si estás dando contenido y no te centras en lo que estás, pasan cosas como esa.
Sorprendentemente, los mejores valorados fueron Escassi y Daniel. La empollona ni estaba ni se la esperaba, El plato de Escassi estaba “bien trabajado” y el de Daniel parece que estaba “muy rico, aunque poco que ver con el original”.
El resto, como era el primer programa no dio pie con bola. Ni siquiera Llasera. Jorge Sanz se llevó el premio al peor trabajo. Lo peor de la historia del talent por "no entregar nada más que dos huevos duros”. Al principio no se atrevió ni a presentarlos. “Me muero de la vergüenza”, confesó. “Me va a caer la del pulpo”, se quejaba mientras Jordi Cruz tocaba la asquerosa pelota de masa que había preparado. “Has hecho bueno a Juan, el Chunguito”, le dijo.
La buena noticia es que, de aquí en adelante, los aspirantes no pueden más que mejorar sus artes culinarias.
Formentera y Miss Picante
La primera prueba de exteriores fue en un paraíso como es Formentera. Como siempre, divididos en dos equipos tuvieron que preparar un menú sostenible con productos de calidad diseñado por el chef Nandu Jubany (5 Soles Repsol y 1 estrella Michelin). El número impar recayó sobre Jorge Sanz que estuvo de pinche de cocina de ambos equipos. Ora se colgaba el mandil rojo, ora el azul. Ayudar, ayudar, no parece que lo hiciera mucho.
La prueba de eliminación la pelearon Blanca Romero, César Cadaval, Miguel Diosdado, Toñi Moreno, Genoveva y Eduardo Casanova. Con los productos que les repartió Escassi tuvieron que elaborar un plato con sabor a mar que les definiera.
Sin duda se podía haber ido cualquiera de ellos porque ninguno fue capaz de hacer algo en condiciones. Se salvaron todos gracias a que en ese momento surgió Miss Picante con un ceviche que arrancó las lágrimas de todo aquel que se atrevió a probarlo. “Sabía que tenía mucha tolerancia al chile y que iba a ser un problema”, se lamentó la expulsada.