Eurovisión 2023

Loreen, primera mujer que gana dos veces el Festival de Eurovisión.

TELEVISIÓN

La sueca Loreen, primera mujer que gana dos veces Eurovisión

Suecia gana el Festival de Eurovisión por séptima vez, seguida por Finlandia que obtiene un segundo puesto gracias al 'Cha Cha Cha' esquizoide de Käärijä. El quejío de Blanca Paloma no consigue seducir al público europeo, su 'EaEa' se tiene que conformar con un decimoséptimo puesto

¡Ea! Ya está. ¡Ea! Loreen se ha convertido en la primera mujer que gana dos veces el Micrófono de Cristal. ¡Ea! El Tattoo de la sueca de origen bereber ha elevado a Suecia al Olimpo de Eurovisión. ¡Ea! El país de Abba ya puede presumir de tener siete victorias y consigue empatar con Irlanda. ¡Ea! También empata en triunfos con Johnny Logan. Hasta ahora, el australiano nacionalizado irlandés era el único intérprete que había ganado dos veces Eurovisión que, además, cuenta con un tercer primer puesto como compositor. ¡Ea!

Pisándole los talones, en segundo lugar, quedó el Cha Cha Cha esquizoide de Käärijä, un tema hipnótico gestionado para convencer a los más jóvenes. El público se entregó a tope con en finlandés. Coreó en manada el estribillo de Cha Cha Cha. Impresionante, desde casa; sobrecogedor, en el escenario. ¡Ea!

El duende de Blanca Paloma no sedujo a Europa con su EaEa que quedó en un triste decimoséptimo lugar (100 puntos). La historia de la arquera empoderada, la nana lorquiana de la yaya Carmen no se entendió en Europa. ¡EaEa! Nada que objetar a la interpretación de la ilicitana que posee una voz mágica. Si el quejío inicial fue apoteósico, mucho más lo fue el final. 

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Blanca Paloma, en uno de los momentos más emotivo de su actuación.

Top five

El resto del Top Five fue, como casi estaba previsto, para Israel, Italia y Noruega. Inexplicable lo de Israel. Una diva es una diva en Eurovisión, pero desde el sofá con la mesa repleta de grasas trans y después de haber visto su actuación tres veces (en la semifinal, en el pase del jurado y en la fina) no se entiende nada. Será el exceso de birras. Noa Kirel con su Unicorn fue algo así como una imitadora de Chanel que solo sorprendió con un break dance final. Kirel no le llega a nuestra diva ni a la altura de las babuchas. Para empezar, no es capaz de cantar y bailar a la vez al ritmo que lo hizo la española en la pasada edición. Feno, feno, fenomenal. Otro estribillo en español, bastante menos pegadizo que aquel llamame, llamame. Hola mi bebe bé de WRS.

Noruega aspiraba a llegar al Top Ten. Su vikinga Alessandra, Reina de reyes lo consiguió. Y quedó en un flamante quinto puesto (268). Ucrania volvió a codearse con los grandes con el dúo Tvorchi. En las antípodas de la propuesta ganadora en 2022, apostó por Heart of Steal, un tema de sonidos electro pop al que el nigeriano Jeffery Kenny le otorgó cierto regusto soul que los llevó directamente al sexto puesto (243).

Eurovisión, la fiesta de la tolerancia

Dicen que el Festival es la fiesta de la tolerancia y que en ella radica su éxito. Pues bien, mucha tolerancia, pero en el momento en el que Europa esperaba ansiosa el resultado de la votación, los organizadores, Reino Unido y Ucrania a pachas, invitaron a los artistas del pasado Top Cuatro, menos a Chanel. Según el comunicado de la BBC, “no encajaba en la escaleta del espectáculo que tenían planeado para el festival por razones creativas. No es nada personal, la decisión fue tomada atendiendo a criterios televisivos". Unos mojigatos. Les dio miedo volver a ver el trasero perfecto de la diva española.

Otros que no pueden presumir de tolerancia son los colegas de la RAI. Alucinante la reacción de la comentarista Mara Maionchi. Criticó la apuesta española y se atrevió a decir que "grita demasiado". "Es una nana, pero el niño no dormirá más porque grita como [no se entendió el improperio] demasiado”, se le escuchó decir a la audiencia italiana durante el pase del jurado.

Como todavía hay clases, no nos pondremos a su altura. Más que nada porque Marco Mengoni repetía en el Festival. Defendió su Due vite, una balada típica que quedó en cuarto lugar. Mengoni 4, Mara Machioni 0. Italia siempre liándola parda. El año pasado ya dijeron que Chanel era una Jennifer Lopez de saldo.

Merecidísimo el séptimo puesto de Bélgica. Cuanto más escuchas el Because of You de Gustaph, más te convence. El belga posee una voz que domina la técnica, para algo tiene que servir ser profesor de canto. Defendió un tema de ritmo ochentero. Una puesta en escena que pululó por los universos de la moda, las fotografías de Helmut Newton para Vogue y las drags con un mensaje potente sobre la aceptación y el respeto.

Eurovisión 2023

Marco Mengoni repetía en Eurovisión.

La princesa de Gales se cuela en Eurovisión

La gran final de la 64º edición del Festival de Eurovisión comenzó, como no podía ser de otra forma, con los acordes de una emocionante versión del tema ganador en la pasada edición. Kalush Orchestra interpretó su Stefania, un tema escrito antes de la guerra, que nació como un homenaje a la madre de Oleh, el vocalista. En plena contienda, Stefania se ha convertido en el himno a todas las madres, incluso un canto a Ucrania, sintiéndola como la madre patria herida. La princesa de Gales se coló tocando el piano por sorpresa en el vídeo. Un poco más tarde lo hicieron los reyes de Inglaterra, Carlos y Camila que ya conocían el escenario, ellos lo inauguraron.

Estuvo comandada por Alesha Dixon, Hannah Waddingham, la cantante ucraniana Julia Sanina y Graham Norton, toda una leyenda eurovisiva en Reino Unido. Algo así como lo fue en su día José Luis Uribarri en España. Por cierto, cómo se parece la voz de Tony Aguilar a la del quimérico presentador español.

Austria fue el país encargado de levantar el telón con Who the hell is Edgar? Una apuesta en rojo y negro, un homenaje a Edgar Alan Poe que colocó a Teya y Salena en decimoquinta posición.

Mimicat, representante de Portugal.

El Ai Coração de Mimicat con su puntito de felicidad y sus ritmos pegadizos no pudo superar el noveno puesto del año pasado quedó en el vigésimotercer lugar (59) . La elegancia del solista suizo se tuvo que conformar con número 20 de la tabla (92).

Medio búlgara, medio polaca, Blanka se presentó con un tema propio. Justita de voz, pero sobrada de físico y de efectos visuales Blanka llevó a Polonia al decimonoveno (93 puntos) lugar de la lista.

Loa sororidad de Chequia formó parte del Top Ten. La langosta del Serbio Luke Black se tornó en su peor pesadilla y en la de los espectadores. Cuanto más la escuchas, más te cansa. Al 24º puesto (30). ¡EaEa!

La Zarra, otra de las que sonaba entre las favoritas, levantó los primeros gritos salvajes del foso con Évidemment, pero como España se apeó en la segunda parte de la tabla (104). Justo un puesto delante de Blanca Paloma. Con el debido respeto, da la sensación de que Francia siempre apuesta por lo mismo. Siempre suena igual. Será la cadencia del idioma, será los gorgoritos de la erre gabacha, será, será, será lo que sea, pero al final, siempre hay calidad.

Croacia se divierte en el escenario

La banda Voyager se lo curró con Promise. Como lo hace siempre Australia. Qué menos, ya que vienen de tapados. Sheldon Riley, su representante del año pasado rompió la pana con una máscara de cristales y un traje de chaqueta blanco con cola de plumas que para moverla necesitaba la ayuda de dos pajes como mínimo. El televoto los subió hasta la novena posición.

Andrew Lambrou derrochó fuegos de artificio, humo y vozarrón para Chipre. El representante de Chipre en Eurovisión era uno de los tapados de la edición. Poco a poco fue seduciendo a la crítica y terminó en un dignísimo decimosegundo puesto (126).

El piano mágico de Estonia triunfó y se alzó con el octavo puesto. Armenia, que apostó por el feminismo y la salud mental con Future love con una balada interpretada por la cantautora Brunette, encabezó la segunda parte de la tabla con 122 puntos. Los ritmos pseudofolkloricos Moldavos y sus cuernos quedaron justo detrás de España (96).

Eurovisión

El rock alemán, cuyo vocalista iba vestido de libélula fue directo a la cola. La familia Kelmendi y sus ancestros lituanos sorpendentemente superó a Francia y a España. Joker Out, la band boy eslovena abanderó su Carpe Diem con una puesta en escena absolutamente pensada para el universo eurogay, pero no obtuvo sus réditos, alcanzó el puesto 21º (78).

Sin duda, el premio a la candidatura más disruptiva de la noche recayó en los provocadores Let 3. En todas las ediciones resucita una versión de Rodolfo el Chikilicuatre y en 2023 fue la croata. El estribillo de Mama sc!, para el oído español parece que decía Mama compra la tractora. Los Let 3 finalizaron su actuación en gayumbos y cerraron la primera parte de la tabla con 123 puntos y un más que digno decimotercer lugar.

Reino Unido, como país organizador podía escoger su puesto en la final, Mae Muller decidió salir en último lugar. Escasa de voz, no fue capaz de superar ni la mitad de la tabla. De hecho casi se queda la última (24). Por detrás solo quedó Alemania con 18 míseros puntos. ¡Ea! ¡Ea! Ya está. El año que viene más Eurovisión.