TELEVISIÓN

Carrascal, el hombre que hablaba con las corbatas

El periodista, dueño de una voz atípica e insólita tanto en las ondas como en la televisión, proporcionó a su informativo de Antena 3 un carácter inimitable, tanto en la forma de enfocar las noticias como en el aspecto formal.

Carrascal

Antena 3José María Carrascal, el periodista de las mil corbatas.

Llegó a la televisión a regañadientes. En 1990 José María Carrascal tenía 60 años y vivía feliz en Nueva York dedicado a la escritura, Su verdadera pasión. Desde un despacho de la ONU colaboraba con ABC y hacía pequeñas crónicas para Antena 3 radio. Un día recibió una llamada de Luis Ángel de la Viuda. Les habían otorgado una concesión para montar una televisión privada. “Manolo Martin Ferrand quiere que vengas a presentar un telediario”, le dijo. “Manolo está loco”, le respondió Carrascal.

El periodista que falleció en su domicilio de Madrid a los 92 años, testigo de los grandes hitos del siglo XX, en ese momento llevaba muchos años viviendo fuera de España y no se veía regresando a un país del que salió en 1957. Que José María Carrascal entrara en los hogares españoles de la mano de una recién nacida Antena 3 es responsabilidad de Julio Iglesias y Bill Striker, un colega checo en la ONU. Ambos le convencieron para que aceptara el reto.

Strike necesitó un minuto para justificar su postura ante un reticente Carrascal que no sentía la necesidad de salir de su zona de confort en el diario ABC.

. - ¿Cuántos ejemplares tira ABC?, le preguntó.

. - Unos 250 mil, contestó el periodista.

. - ¿Cuántos de esos lectores leen la sección de Internacional?, continuó.

. - Cincuenta mil, no sé, se inventó Carrascal.

. - En televisión serán cientos de miles. Los periodistas estamos para llegar a todo el mundo, le justificó el checo.

Aún le quedaba el escollo de convencer a su mujer que tampoco lo veía claro. En ese impás, Julio Iglesias visitó Nueva York y se encontró con José María Carrascal. Cuando el periodista compartió sus cuitas, sin dudarlo un segundo, el cantante le dijo que lo aceptara. “Vas a ganar mucho más en televisión, te va a conocer más gente, algo que será bueno y malo, pero a tus libros les vendrá muy bien”.

Julio Iglesias tocó el alma del periodista que siempre se sintió escritor, no en vano ganó en Nadal por Groovy en 1972. Confió en su olfato porque como confesó en más de una entrevista le consideraba un negociante nato. “Julio llegó a Nueva York a mediados de los 70 y en el Club 21 reunió a un grupo de periodistas y nos dijo: ‘He triunfado en Europa, y lo voy a hacer aquí’. ¡Vive Dios que los consiguió! Al cabo de unos años, Nancy Reagan confesó que que su cantante favorito era Julio Iglesias”.

Las corbatas, su seña de identidad

Así, José María Carrascal irrumpió en las pantallas de los españolitos convertido en el rostro del informativo de Noticias a las ocho en Antena 3. Enseguida pasó a dirigir las Noticias de la noche, programa que se mantuvo en emisión hasta 1997. Fue al filo de la medianoche donde Carrascal dio rienda suelta a su particular estilo de contar las noticias. Periodista de raza y olfato, pronto entendió que si quería destacar entre tanto busto parlante tenía que romper con la costumbre. La nueva televisión requería un lenguaje diferente, a caballo entre la información y el espectáculo.

Carrascal

Carrascal, en un rincón de su despacho.

Dueño de una voz atípica, insólita tanto en las ondas como en la televisión, proporcionó a su informativo un carácter inimitable, tanto en la forma de enfocar las noticias como en el aspecto formal. José María Carrascal empezó a hablar a través de sus corbatas. Eran inimitables, absolutamente discordantes, insólitas y rezumaban una misteriosa personalidad. Las corbatas se convirtieron en su seña de identidad. Las descubrió en EE.UU y las consideraba el único accesorio masculino que permite mostrar la personalidad. En aquella época las conversaciones de barra comenzaban siempre igual. “¿Viste anoche la corbata de Carrascal?".

Respecto al tratamiento de las noticias, el director de Noticias de la noche fue capaz de entrelazar el humor con la información, incluso la considerada como seria. Ya saben, economía, política interior o exterior, por ejemplo. Impagable aquella tarta de cumpleaños con la que explicó el impuesto de la renta o su crítica del libro de Madonna Sex a la que había visto en sus inicios Nueva York y de la que solo destacó una cosa: “Canta como un gato cuando le pisan la cola”. Se leyó el libro y se explayó.

En los primeros pasos de la televisión privada, Carrascal regaló un arsenal de instantes surrealistas, que el veterano periodista saldó sin mancharse la corbata.

Diana de imitadores

Así las cosas, José María Carrascal se convirtió en la diana de muchos imitadores. Nunca le molestó. Era consciente de que esos esqueches, como el de Martes y 13 en el especial de Nochevieja El 92 cava con todo, fomentaban su fama y sumaban espectadores al informativo.

Otra de las novedades que Carrascal incorporó fue la opinión en forma de editorial. Así es. De manera que las arengas con las que Vicente Vallés cierra su informativo no son invento suyo, no. No son más que una imitación de aquellos editoriales del periodista de las mil corbatas.

Ya lo dijo Matías Prats en el vigésimo aniversario de Antena 3. “Carrascal es un referente para todos. Fue el que trajo la opinión. Menudas se traía con el gobierno. Fue un ejemplo que recordamos con mucho ejemplo y cariño”.

Alzó a Aznar y Aznar lo despidió

De sus editoriales, destaca aquella mítica frase: “el gobierno que no gobierna”. Y es que, sin duda, el periodista que vivió en directo la construcción del Muro de Berlín, aquel que criticó a la cultura hippie, a la Guerra de Vietnam, el mismo que se codeó con la contracultura neoyorquina, el que se movió como pez en el agua en el East Village, el Filmore East o en el Electric Circus, con su informativo puso su granito de arena para que José María Aznar llegara al poder. El mismo que, cuando fue presidente, lo fulminó de la tele. Jamás lo oculto. “Buruaga me echó de Antena 3 porque no era de confianza para Aznar”.

Así fue. En 1998, Ernesto Sáenz de Buruaga desveló en un curso de verano en El Escorial que tomaría el mando como director de informativos de Antena 3 aquel 14 de septiembre. El flamante nuevo directivo confesó al mundo que en su nueva etapa “no buscaba la audiencia, sino el placer de las cosas bien hechas y ser una referencia”.

Hasta entonces, Carrascal y su particular informativo había sobrevivido a miles de tormentas gracias al apoyo de Campo Vidal que, a pesar de no coincidir con su ideología, mantuvo al periodista en su puesto. Buruaga, como había anunciado, en cuanto se sentó en el trono fulminó el noticiero de las corbatas.

Morir con las botas puestas

La excusa fue que necesitaban información destilada y quería unificar. “En Antena 3 estaban acostumbrados a una información de autor y ahora serán informativos de equipo. Ofreceremos cuatro ediciones de un mismo periódico que competirá en todas las franjas horarias, incluido el fin de semana”.

Para que la brecha no fuera excesiva, Buruaga le ofreció a Carrascal el programa que quisiera. José María Carrascal se negó. Él era periodista y sólo podía hacer informativos.

Aznar no se fio de un periodista que alardeaba de no tener amigos entre los políticos, porque si así fuera él “sería un mal periodista” y el líder de turno, “un mal político”.

El periodista, leal a su profesión, murió con las botas puestas, a punto de cumplir 93 años y deseando a la Princesa de Asturias muchas suerte tras la jura de la Constitución al cumplir la mayoría de edad