Se sabe que la política hace extraños compañeros de viaje. Les une el interés común. Votos, la mayor parte de las veces, aunque no en el caso que nos ocupa. Las compresas y los tampones son la causa que ha logrado unir a dos mujeres ideológicamente tan distantes como a ministra de Igualdad Irene Montero y la eurodiputada Alessandra Mussolini, nieta del dictador italiano.
Mal que le pese a la una o a la otra, ambas comparten la lucha por la eliminación del IVA de los productos de higiene femenina. La española presumía en septiembre pasado del acuerdo alcanzado por su grupo Unidas Podemos con el PSOE para rebajarlo al 4% también en tampones y anticonceptivos.
La italiana, del partido de derechas Forza Italia, que lidera Silvio Berlusconi, protagonizaba este miércoles en la Comisión Europea una acción contra la denominada Tampon Tax.
Allá que se fue vestida de morado la nieta del Duce para presentarse compresa en mano en una rueda de prensa del comisario de Economía de la UE y ex primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.
Se acercó a la mesa y ante las cámaras, Mussolini le hizo entrega solemne de una compresa con alitas -"con alitas porque es más cara", explicaría después-. Había escrito con un rotulador rojo sangre su reivindicación sobre la celulosa: "Per Gentolini. IVA al 0%".
El aludido acababa de presentar en Bruselas junto al vicepresidente Valdis Dombrovskis los criterios que guiarán las políticas presupuestarias de la Comisión. "Feliz Día de la Mujer", se limitó a responder sorprendido por la irrupción de la eurodiputada, a la sazón compatriota aunque no compañera de filas, (él es militante del PD, los socialistas italianos).
Entre 11.000 y 14.000 compresas
"Se lo he dado a Paolo Gentiloni para que active las políticas necesarias para eliminar completamente el IVA de las compresas y tampones en toda Europa", explicaba Alessandra Mussolini poco después. "Basta de tabúes sobre las compresas y la sangre menstrual, la Unión Europea debe intervenir y reducir los impuestos de estos productos que son necesarios para la vida y la salud de las mujeres".
Junto a una mesa repleta de compresas y otros productos utilizados para la higiene íntima femenina, Mussolini recordó que "las mujeres tienen la menstruación durante una media de 40 años de su vida y eso quiere decir que pasarán alrededor de 2.400 días con el ciclo". Traducido en compresa o tampones: "Entre 11.000 y 14.000 compresas, con un gasto que supone cerca de 6.000 euros".
"En países como Escocia, Reino Unido y Nueva Zelanda han aprobado la distribución gratuita de compresas a las estudiantes, en los centros penitenciarios y en entes públicos", según la eurodiputada italiana de Forza Italia. "En Europa, solo Irlanda ha abolido el IVA de las compresas".
El impuesto oscila "entre el 4% y el 7% en Francia Alemania, Bélgica, Holanda y Portugal", mientras en estados como "Polonia, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia y Austria es del 10%". En Italia, donde Forza Italia, el partido de Mussolini, forma parte de la coalición de Gobierno ha logrado convencer a sus socios, Giorgia Meloni y a Matteo Salvini, para rebajarlo sólo hasta el 5%, que se aplica desde este año.
Es curioso, que la aplicada nieta de Mussolini se haya olvidado de incluir el caso de España en su lista de países ejemplares. Un despiste. Nada que ver, seguro, con que la medida haya sido abanderada por un partido populista de izquierda como Unidas Podemos.

Irene Montero, en el acto organizado por el Ministerio de Igualdad el Día de la Mujer.
"Pobreza menstrual"
Sí, España también aplica la rebaja del 10% al 4% en los presupuestos de este año tras aprobarlo a finales de septiembre pasado. Montero sacó entonces pecho porque en mayo intentó sin éxito incluir la medida en el anteproyecto de la nueva Ley del aborto. Era de hecho uno de los puntos del acuerdo de Gobierno con el PSOE y una de sus banderas contra los que define "pobreza menstrual".
Y sí, la líder de Unidas Podemos tiene una aliada en la UE, aunque Alessandra Mussolini no la haya citado entre los gobiernos que han rebajado la fiscalidad de los productos de higiene femenina. Sus discursos no distan. Ambas defienden lo mismo y alegan las mismas razones.
Una prueba: "Las compresas y los tampones no pueden ser un bien de lujo". ¿Quién lo ha dicho? Las dos. Otra: "Se trata de un bien básico para las mujeres y muchas no pueden pagarlo". Argumento compartido, de nuevo. Para ambas, se trata de un tema de derechos a la salud de las mujeres y de igualdad de oportunidades.
Mussolini ha abrazado también la lucha por el reconocimiento del derecho a la baja laboral debido a los efectos de la menstruación, que Montero ha conseguido incluir en la nueva Ley del Aborto.
Derecho a la salud
"Como delegación de Forza Italia y miembros del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) reclamamos la tasación de compresas y tampones al 0% y la laboral por menstruación. Solicitamos la armonización en los Estados miembros de las normas relativas a los derechos a la salud y la igualdad de género".
Esto lo firma Alessandra Mussolini. Pero si se lee desde "reclamamos"... ¿Quién lo ha dicho?
Lo apoyaría también la izquierda más radical italiana, la Alianza de los Verdes-Sinistra Italiana, que este mismo mes de febrero ha presentado en el Congreso una propuesta de ley para que las estudiantes y las trabajadoras tengan derecho a ausentarse dos días por dolores menstruales.
¿Una Mussolini votando con la izquierda más a la izquierda italiana? ¿Convencerá a Berlusconi para que su partido apoye en Italia lo que pide en Bruselas? Se sabe, la política hace extraños compañeros de viaje. En Italia, más a menudo.