La Audiencia de Barcelona ha confirmado el archivo de la causa por la muerte del ciudadano albanés Saimir Sula, que falleció en 2020 en el Hospital del Mar tras ser reducido por vigilantes de seguridad y cuyo cadáver llegó a Albania sin corazón, ni indicación de su paradero, cuando fue repatriado para una segunda autopsia, lo que derivó en una denuncia de la familia por presunto homicidio imprudente. La familia pidió el órgano, sin éxito, y, tras mucho insistir, consiguió un informe hispatológico del supuesto órgano. El gran problema es que ese documento estaba fechado 17 días antes de la muerte de Saimir, por lo que sospechan de un caso de tráfico de órganos con muchos actores sanitarios implicados. Ahora, claman para que a ese corazón le hagan una prueba de ADN, pero las autoridades catalanas se niegan a ello.
En un auto, el tribunal rechaza reabrir la causa como pedía la familia de Sula y confirma archivarla, como también pidieron la Fiscalía y el Consorci Parc Marc de Salut de Barcelona.
Sula acudió al hospital el 8 de mayo de 2020 con fiebre y sospechas de que podía tener Covid pero dio negativo en el test, y ante la agitación que mostraba -que los médicos relacionaron con la esquizofrenia que padecía- le dieron tranquilizantes y quedó ingresado hasta el día siguiente, con contenciones mecánicas hasta que se calmó. Luego, al querer irse del centro y mostrar un ataque de nervios fue reducido por ocho vigilantes de seguridad y a continuación tuvo una parada cardiorespiratoria.
Ahora la Audiencia de Barcelona confirma la decisión del Juzgado de Instrucción 16 de Barcelona de archivar el caso, y recuerda que el informe forense sobre la praxis médica no destacó irregularidades y señaló que se cumplieron los protocolos al contener a Sula ante su estado de agitación.
Sin "indicios suficientes" de muerte violenta
Sobre las lesiones que tenía Sula, los jueces exponen que "el médico forense indica que por la escasa entidad de las mismas no explican el resultado, por lo que falta la necesaria relación de causalidad entre el resultado producido y la actuación de los vigilantes de seguridad" para reclamar una eventual responsabilidad penal.
El tribunal añade que "tampoco existen indicios suficientes" para considerar que se trató de una muerte violenta, y recuerda que la autopsia apuntó a una muerte natural por parada cardiorespiratoria.
La familia también alegó que en la causa quedaba pendiente tomar declaración a los vigilantes de seguridad del hospital, lo que el tribunal niega: recuerda que el instructor acordó hacerlo pero después lo vio necesario una vez recibido el informe definitivo de la autopsia.
Prueba de ADN
La denuncia de la familia, representada por el abogado Carlos Sardinero, señalaba irregularidades en la cadena de custodia del corazón de Saimir Sula a raíz de que su cadáver llegó sin corazón a Albania al ser repatriado para una segunda autopsia.
Por eso, la familia reclamó hacer una prueba de ADN para verificar que el supuesto corazón depositado en Barcelona corresponde al de Sula, y en este sentido el tribunal señala que el Institut de Medicina Legal i Forense (Imelec) ya aportó documentación para justificar que el corazón que recogió para la autopsia es el de Sula.
Con la justificación del Imelec, para la Audiencia de Barcelona "es evidente que no existe duda alguna de que el corazón analizado correspondía al finado", y por eso ve innecesario hacer la comparativa de ADN que solicitaba la familia de Sula.
Este caso provocó que la Fiscalía de Tirana (Albania) pidiera en 2022 a la Embajada española en el país que interviniera ante el Estado para conseguir una respuesta a las comisiones rogatorias, a las que no tenía respuesta hasta diciembre de 2022, en las que reclamó el envío del corazón de Sula para verificar con una prueba de ADN que el órgano es de él.
Según informa 'ABC', la familia reclamó insistentemente el corazón y el 27 de mayo de 2021 se les envió el informe hispatológico del supuesto órgano. Sin embargo, las fechas no coincidían. Según consta en el documento, el análisis del corazón se inició el 22 de abril, 17 días antes de la muerte de Saimir.
¿De quién es entonces ese corazón y dónde está el de Saimir? Es lo que se pregunta la familia del fallecido, que apunta a un posible caso de tráfico de órganos.
Además, fuentes del Hospital del Mar aseguran además que en el propio hospital no se le realizó ninguna autopsia, tal y como informa 'ABC'.
Mientras, la familia del varón, respaldada por el Gobierno albanés, sigue pidiendo justicia. Y es que, además, sin el órgano se no se pueden determinar las causas de la muerte.