El crimen machista de Serrano: Gemma quería abandonar al conde de Atarés la noche del crimen
La amiga de la mujer, conocedora de la situación, había acudido a la vivienda para ayudarla a recoger sus cosas

El Ministerio de Igualdad desvelaba lo que ya era un secreto a voces: se confirma la naturaleza machista del crimen de la calle Serrano de Madrid. Fernando González de Castejón, conde de Atarés y marqués de Perijá, asesinó tras una discusión en la noche del domingo de un disparo a su mujer Gemma Jiménez, de 44 años, y a una amiga de esta, de unos 70 años, para quitarse la vida más tarde con la misma pistola.
Al parecer, según han relatado varios medios, la mujer se disponía a abandonar el domicilio la noche en la que su marido le quitó la vida. Su amiga, una mujer de 70 años, habría acudido a la vivienda para dar apoyo a Gemma en su decisión y corrió la misma suerte.
Según ha podido conocerse, Gemma fue la primera en morir. Lo hizo en la cocina, con dos tiros a quemarropa que salieron de una de las armas de su colección: una Luger, arma alemana de la Segunda Guerra Mundial. Tras ellos, se dirigió al salón e hizo lo mismo con la amiga de su mujer, que cayó al suelo tras recibir un tiro en la cabeza. Una vez terminada la matanza, se colocó en la cañón en la boca y apretó el gatillo.
Los hechos, según parece, sucedieron en la madrugada del domingo al lunes, cuando tras una discusión resonaron en el edificio varias detonaciones que rompieron el silencio de la noche, en torno a las dos de la mañana, según relataron algunos vecinos. "Sonaron como cuando algo pesado cae", ha descrito uno de ellos. Otro, llegado al edificio hace un año, comentaba que eran habituales los episodios en los que el noble sacaba, de noche, una escopeta de perdigones en el patio interior de la comunidad. Justo desde ese punto el portero divisó el cadáver de Gemma y dio la voz de alarma.
El aristócrata, amante de las armas, guardaba en la vivienda un gran arsenal, para las que nunca había tenido licencia, según informó la Guardia Civil: Armas cortas, largas, con silenciador (prohibido en España), dagas... todo ello acompañado de varios símbolos preconstitucionales, un uniforme militar y hasta una cruz militar con una esvástica, son algunos de los objetos que los agentes del Grupo V de Homicidios de la Policía Nacional puedo localizar en la casa.
"Sabíamos que esto iba a pasar". Eran las primeras palabras de unos allegados de la familia que acudían el lunes a la zona acordonada por la Policía alrededor del portal preocupados por la hija menor que el conde y su pareja tenían en común y que por suerte se encontraba de viaje en el momento del crimen.
A los "sabíamos que esto iba a pasar" de algunos allegados y las desavenencias con sus vecinos, acostumbrados a escuchar cómo disparaba a objetos como diana en el patio interior del edificio, se suma una denuncia por malos tratos hace cinco años como presagio del doble crimen. Muchas era las peleas entre la pareja de las que los vecinos del número 205 de la céntrica calle han podido dar cuenta. En 2018 la Policía Nacional acudió al edificio para mediar en una de esas muchas broncas que ambos mantenían delante de su hija, que tiene 10 años en la actualidad. Los agentes procedieron a actuar de oficio tras confesar su mujer, que no quiso denunciar los hechos, que "consumía drogas y alcohol" que provocaban cambios bruscos de carácter y que ocasionalmente había recibido empujones o tirones de pelo. Pero todo quedó en eso. Por esta razón no recibió protección alguna y su nombre no constaba en el historial del sistema VioGen, según indicó la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, en una entrevista concedida a Telemadrid.
No fue el único suceso. Su familia más cercana también puede dar cuenta del carácter agresivo del marqués. En 2009 fue denunciado por maltratar a su hermana y su madre y se le impuso una orden de alejamiento. Sus vecinos dan fe del polémico carácter del conde de Atarés: aseguran que era habitual verlo cantando el Cara al Sol mientras amenazaba a los vecinos o que a veces salía en la calle para insultar a las mujeres que paseaban por la zona.
El conde de Atarés eleva el balance: 20 mujeres muertas en 2022
Este crimen deGemma eleva el saldo de mujeres muertas en lo que va de año: 20 en 2022 y a 1.150 desde 2003, cuando comenzaron los registros. El número de huérfanos de la violencia machista este año se eleva a 19 (356 desde 2013), ya que el conde y su mujer tenían una hija de 10 años.
"Las matan a diario, pero hay quien sigue negando la violencia de género. No hay matices: estamos ante uno de los problemas más graves y urgentes de nuestra sociedad y solo podemos pararlo con firmeza y unidad. Mi cariño a la familia", ha manifestado a través de su cuentan en Twitter el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Otro crimen machista en Madrid. Las matan a diario, pero hay quien sigue negando la violencia de género.
No hay matices: estamos ante uno de los problemas más graves y urgentes de nuestra sociedad y solo podemos pararlo con firmeza y unidad. Mi cariño a la familia. #NiUnaMenos https://t.co/fhluZGoScI
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 22, 2022
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha recordado que la hija de 10 años también es una víctima directa de este asesinato machista: "Todos los recursos de reparación y acompañamiento deben estar a su disposición y la de su familia", ha señalado en Twitter.
En 2022 han sido asesinadas 20 mujeres víctimas de violencia de género. El asesinato confirmado de otra mujer en Madrid deja huérfana a su hija de 10 años, también víctima directa. Todos los recursos de reparación y acompañamiento deben estar a su disposición y la de su familia. https://t.co/bccVDmBO8y
— Irene Montero (@IreneMontero) June 22, 2022
Las víctimas de la violencia machista y su entorno pueden pedir ayuda en distintos recursos activos todos los días de la semana y las 24 horas del día: el teléfono 016, el correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y el canal del WhatsApp en el número 600 000 016.
En una situación de emergencia se puede llamar al 112 o a los teléfonos de emergencias de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y, si no es posible hacer sea llamada, en caso de peligro existe también la opción de activar la aplicación ALERTCOPS, que envía una señal de alerta a la policía con geolocalización.