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Blanca Paloma planta cara a Agoney en la segunda semifinal del Benidorm Fest

Entre la nana de amor y muerte de Blanca Paloma y el fuego liberador de Agoney está el futuro español de Eurovisión 2023, tras una gala en la que también pasaron a la final Vicco, Karmento y José Otero.

Blanca Paloma planta cara a Agoney en la segunda semifinal del Benidorm Fest

RTVEBlanca Paloma, en un momento de su actuación en la segunda semifinal del Benidorm Fest.

Blanca Paloma, Vicco, Karmento y José Otero son los cuatro afortunados que consiguieron el pase a la final del Benidorm Fest. Tras el éxito de Agoney, que con su Quiero arder encandiló tanto al público como al jurado, esta segunda semifinal buscaba un rival en condiciones capaz de pelear con el guanche en la final del próximo sábado 4 de febrero y puede que lo haya encontrado en la propuesta de Blanca Paloma que también sedujo al público y al jurado en esta segunda semifinal.

Desde la actuación de Agoney el pasado martes, las casas de apuestas han dado un giro impresionante. De momento, el canario es, con un 48%, el gran favorito para llevarse el micrófono de Bronce y con él, el codiciado pase a Liverpool para representar a España en el Festival de Eurovisión.

No se puede confiar. Porque lo que hizo anoche Blanca Paloma en su segundo intento de participar en Eurovisión es de otro mundo, un auténtico derroche vocal apoyado por una puesta en escena que pone los pelos de punta. Su EaEa es una nana que rezuma emoción, un quejío lorquiano, todo un homenaje a las raíces. Una candidatura completa.

Por el escenario del Palacio de los Deportes L’Illa de Benidorm hemos visto estos días una retahíla de propuestas que beben de las tendencias que rezuma Eurovisión. Dieciocho actuaciones en las que el juego de luces y la pirotecnia brotan como una jugada imprescindible. También hemos disfrutado de candidaturas que apelan al folklore, a las raíces, entre las que destaca la de Blanca Paloma o Karmento.

Los ocho finalistas y su puntuación

Ya tenemos a los ocho finalistas. Teniendo en cuenta el resultado de la votación total, las propuestas favoritas quedan de la siguiente manera: Blanca Paloma (167), Agoney (161), Vicco (135), Alice Wonder (119), Fusa Nocta (118), Karmento (112), Megara (111), y José Otero (105).

Aunque las semifinales no hayan seducido al público como se esperaba, puede que el sábado la cita musical dé en la línea de flotación a la tropa de 25 palabras de Telecinco y al cine de Antena 3. Los eurofans tienen la palabra.

Vicco Segunda semifinal

Vicco transformó el escenario del Benidorm Fest en una discoteca ochentera. RTVE

Con el plantel de la noche del jueves, a priori parecía que si alguien era capaz de plantarle cara al chico de los agudos imposibles esa sería Vicco y su apuesta Nochentera. La catalana, que actuó en última posición, llegaba al escenario de la segunda semifinal presumiendo de ser la intérprete del tema más escuchado en Spotify entre todos los participantes de esta. Más de un millón y medio frente a los 730.000 de Agoney.

Lo cierto es que Victoria Riva aterrizaba en el Benidorm Fest con cierto enchufe. Recomendada por Iker Casillas a sus 10 millones de seguidores en su cuenta de Twitter y apadrinada por Alejandro Sanz de quien fue telonera en su gira Sirope. Así ya se puede llegar al millón y medio de escuchas.

Entonces llegó ella. La Blanca Paloma, el rocío con su historia de amor más allá de la muerte. Arribó como un soplo de aire fresco para encandilar al mundo con su homenaje a las raíces, a ese legado de amor que hemos transferido de generación en generación en forma de nana.

Blanca Paloma, en su segundo intento, dio el sorpasso a Vicco. Veremos si también le pasa por la derecha a Agoney en la final. Entre la nana de amor y muerte y el fuego liberador está el futuro español de Eurovisión 2023.

Segunda semifinal, demasiado tarde

Como en la anterior semifinal, Mónica Naranjo, Inés Hernand y Rodrigo Vázquez presentaron una gala en la que Gloria Trevi, Miguel Poveda y Álvaro Soler participaron como artistas invitados.

De nuevo, la segunda semifinal se hizo esperar. No es de recibo que el prime time arranque en la pública a esas horas. Saber el nombre del resto de los finalistas no es una suficiente intriga para robarle horas al sueño. Mucho menos cuando el programa que precede a la gala es soporífero.

Casi como si de un late se tratara, Famous pisó el escenario cuando faltaban cinco minutos para las 11 de la noche. El holandés de Bormujos demostró por qué fue el ganador de Operación Triunfo 2018. Lamentablemente, como Rosa López, Ainhoa Cantalapiedra, Vicente Seguí o Lorena Gómez, Famous sufrió la maldición del triunfo. Ni su magnífica técnica vocal, ni sus aptitudes para el baile han empujado su carrera musical. Otro ex triunfito que busca visibilidad a través de Eurovisión. Apostando todo al negro, interpretó La Lola, un tema que estuvo arropado por un espectáculo digno, de coreografía estudiada, cuya puesta en escena iba muy en la línea de lo que piden los eurofans. Los nervios le jugaron una mala pasada. Famous posee más chorro de voz del sacó anoche.

José Otero, joven cuya carrera musical se ha forjado en México, presentó Inviernos en Marte, una balada de timbre profundo, cercana al soul cuya letra era ininteligible. Entre falsete y falsete, entre gorgorito y gorgorito, Otero alcanzó uno de los codiciados pases.

Karmento Segunda Semifinal

Karmento trasladó al público a su Albacete natal con 'Quiero y duelo'. RTVE

Se hizo esperar la cuota floklórica festivalera. En esta edición Karmento fue su representante. La cantante trasladó al público a su Albacete natal con Quiero y duelo. Sostiene Karmento que esta frase es una expresión manchega que se utiliza para expresar la sensación de querer algo y lidiar con el dolor y la dificultad que conlleva conseguirlo.

Compuesta e interpretada por Carmen Toledo, verdadero nombre de la Karmento, la canción se presenta como una propuesta cálida y de raíz que desvela la relación que tiene la intérprete con la música y el proceso por el que pasan los artistas cuando, por los motivos que sea, tienen que desprenderse de sus raíces para poder avanzar. Quiero y duelo busca el perfecto equilibrio entre tradición y modernidad, trota sobre un compás ternario, la esencia rítmica del folclore manchego.

Karmento, cuyo vestuario rezumaba personalidad, jugó con las luces y las sombras con una elegancia estudiada al milímetro. Se lanzó a bailar una especie de jota y terminó la canción con un grito loroló que le dio el pase a la final.

Entre novatos y repetidores

Rakky Ripper tanteó el billete a Liverpool con Tracción, una mezcla de hardcore, drum & bass y hasta techno. Un mix maquinero que ella ha bautizado como hyperpop. Compuesta por esta granadina de 27 años que lleva desde los 15 en el mundo de la música y producida por Kickybombo, la letra de Tracción habla de sentimientos ocultos, de la lucha entre la tensión sexual y el miedo al rechazo cuando alguien te atrae. Enamorada del autotune, en esta ocasión Rakky Ripper abandonó el procesador más que nada porque está prohibido (y si no, que se lo pregunten a Luna Ki que el año pasado tuvo que renunciar al Benidorm Fest). La suya fue la puesta en escena más desconcertante de la noche que la dejó en tierra.

Blanca Paloma repetía en su intento para representar a España en Eurovisión. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero lo de Blanca Paloma es de otro mundo. La sublime coloratura de su voz y la elegancia de la puesta en escena se merecían pasar de nuevo a la final. Y así fue.

La girl band E’Femme y su Uff! se confesaron admiradoras del K-pop y en esa línea ejecutaron cada uno de los movimientos de su tema. Estas Spice girls de serie zeta no consiguieron el objetivo.

Siderland amenazaba con ser el tapado de esta semifinal, pero no pudo ser. Fueron los únicos que se atrevieron a presentar una canción íntegramente en una lengua cooficial, el catalán, (con el permiso del maestro Serrat que no le dejaron), pero no pudo ser. La banda popera interpretó Que esclati tot con una realización muy peculiar. Abusando de los primeros planos sorprendieron al personal.

Alfred Segunda semifinal

Alfred replicó el escenario del Festival de Benidorm de 1962. RTVE

Para déjà vu el de Alfred. Él ya sabe lo que es pisar el escenario de Eurovisión. En 2018, acompañado por Amaia la que entonces era su novia, representó a España con Tu canción. Alfred quiso ofrecer un pequeño homenaje al histórico Festival Internacional de la Canción de Benidorm. De ahí que el ex triunfito utilizara un escarabajo descapotable, un escenario que replicaba el escenario del Festival de Benidorm de 1962 y una realización en blanco y negro. Lo cierto es que al otro lado de la cámara parecía un vídeoclip. Su propuesta fue elegante y original. Estuvo a punto de pasar, pero en el último momento José Otero le robó la plaza. La favorita, superada ya por Blanca Paloma, Vicco cerró la fiesta de la segunda semifinal. Su puesta en escena tendría mucho que mejorar para llegar a Liverpool.

La suerte está echada, el sábado sabremos quien nos representa en Eurovisión.