Estados Unidos, tipos negativos a la vista
Dentro de unos días, a mediados de septiembre, la Reserva Federal estadounidense tiene una nueva reunión programada de su máximo órgano de decisión en la que posiblemente se vuelvan a producir cambios en los tipos de interés. La Reserva Federal bajó los tipos de interés hasta la horquilla entre el 0,% y el 0,25% el pasado 16 de marzo. Días antes, el 3 de marzo de este mismo año, había reducido drásticamente sus tipos desde el máximo del 1,50%. Las dos decisiones han sido extemporáneas, es decir, no fueron adoptadas dentro del calendario de reuniones habituales.
Este jueves, durante su intervención en la habitual reunión veraniega de Jackson Hole, pueblecito de Wyoming, en la que cada año intervienen los banqueros centrales de numerosos países, el presidente de la Reserva Federal americana tenía prevista como siempre una intervención, aunque en este caso, con la crisis económica de la pandemia, su valoración de la situación económica era especialmente esperada. La reunión ha sido, como está siendo habitual en muchos foros, de forma telemática.
No ha desvelado ningún secreto Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal sobre sus intenciones futuras, aunque se esperaba alguna pista. De hecho, el lema sobre el que ha girado este año la reunión de banqueros se centraba en discutir sobre los desafíos que se le presentan a la economía mundial en la década entrante.
Powell ha puesto el énfasis en la necesidad de impulsar el crecimiento económico ya que la mayor economía del mundo ha visto elevada su tasa de paro en el pasado mes de abril hasta el récord histórico del 14,7%, si bien en los meses posteriores se ha reducido en alguna medida, por debajo del 11% de la población. Unos pocos meses antes, en vísperas de la pandemia, la tasa de paro había sido de apenas un 3,5%, mínimo histórico. La oscilación ha sido, por lo tanto, tremenda. Tanto que la política monetaria y los tipos de interés, así como las actuaciones de la Reserva Federal, se han situado en el epicentro del debate económico del país.
Ahora, tras escuchar el énfasis con el que Powell ha asegurado que la tasa de inflación ya no es un objetivo preferente ni sagrado como hasta ahora y que el fortalecimiento de la economía con vistas a una mejora del empleo es el propósito esencial, los expertos se han puesto a especular sobre los próximos movimientos de la Fed. Con los tipos entre el 0% y el 0,25%, una de las hipótesis es la posible bajada adicional de tipos de interés para que estos puedan entrar sin mayores rodeos en la zona de los tipos negativos, como ya sucede en muchos mercados y en las intervenciones de algunos bancos centrales en todo el mundo.
Las dudas sobre los movimientos inmediatos de la Reserva Federal, en vísperas de la celebración de las elecciones presidenciales del país (en las que el candidato republicano, Donald Trump, actual presidente, no ha dudado en apoyar desde hace tiempo una estrategia más beligerante de bajas de tipos de interés), parecen cada vez más inclinadas a una estrategia beligerante que deje algo al margen, aunque por un tiempo no muy prologado, la estabilidad de los precios. Los tipos negativos en la mayor economía del mundo quizás no tarden en aparecer aunque la siguiente pregunta es cuánto tiempo pueden estar los bancos centrales moviéndose en este escenario, en el que se quedan sin márgenes de maniobra para gestionar la economía.