Malas señales para el empleo
Esta semana arranca el cuarto y último trimestre del año y es momento en el que empezarán a conocerse las cifras del tercer trimestre del año. A mitad de semana vamos a conocer un anticipo de los datos de empleo, que es ahora mismo la variable más delicada del panorama económico. Las cifras de septiembre darán una idea que permita confirmar si la desaceleración de la economía está afectando realmente al empleo, y en qué medida, aunque el panorama se presenta bastante menos favorable para la recta final del año.
En las últimas semanas han aumentado de forma preocupante los anuncios de expedientes de regulación de empleo (ERE) en diversas actividades industriales mientras algunas grandes empresas, tanto del sector servicios como del financiero, han anunciado planes de ajuste de personal de cuantía muy considerable. El empleo parece haber entrado en una dinámica preocupante y las cifras de las próximas semanas podrían darnos algunas pistas poco favorables.
Quizás una de las señales que nos van a transmitir sensaciones poco favorables sea la que aporte el sector turístico, no sólo por la debilidad que ya se está percibiendo en los flujos turísticos procedentes de Gran Bretaña como anticipo del Brexit sino por el más reciente impacto de la crisis del operador turístico Thomas Cook, que va a tener una incidencia negativa de especial intensidad en las Canarias y en las Baleares, dos de las zonas turísticas españolas en las que la actividad de este operador tiene un peso especial.
La fragilidad del empleo está reflejando además una apreciable paralización de proyectos de inversión, además del débil pulso de la contratación pública, fenómenos ambos que tienen mucho que ver con la ausencia de un Gobierno en ejercicio y la sensación de inestabilidad que aporta la falta de acuerdo entre los partidos políticos, que ha derivado en una nueva convocatoria de elecciones. La sensación de que este nuevo proceso electoral puede aportar escasa clarificación al panorama político del país ha agudizado la incertidumbre en medios económicos. Señales aisladas como la conocida esta semana, reflejando un descenso de los precios de la vivienda en mercados importantes como el de Barcelona, son asuntos a tener muy en cuenta.
Las recientes declaraciones del Presidente del Gobierno en Nueva York ante un selecto grupo de empresarios e inversores muy activos en España no han sido bien acogidas en los mercados, ya que siguen existiendo muchas dudas sobre la línea política que va a seguir España en materia económica durante estos próximos años, tanto en materia de política fiscal como en relación con la regulación del mercado laboral o en materia de reformas económicas que vienen siendo reclamadas por los expertos económicos desde hace bastantes meses, sobre todo las relacionadas con la regulación del sector energético y algunas áreas del sector industrial. La clarificación de la política económica española es la primera exigencia que los inversores van a reclamar tras el próximo resultado electoral y mientras esas incertidumbres no queden despejadas la economía va a padecer señales de debilidad posiblemente crecientes, en especial en el empleo.