El empleo empieza a flaquear
La creación de empleo en España mantiene su ritmo al alza, pero la fortaleza de las cifras parece ir en descenso. Las del tercer trimestre recién transcurrido no han sido malas, pero tampoco buenas. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de crecimiento anual se ha debilitado hasta el 2,51% (2,82% en el trimestre anterior), en línea con la menor fortaleza del aumento del PIB, que estaría creciendo a ritmo del 2,7% o inferior.
El número de personas incorporadas a la actividad económica fue de 183.900 en el tercer trimestre, lo que supone unas 52.000 personas menos que en el mismo periodo del pasado año y unas 42.600 por debajo de las que lograron encontrar trabajo a lo largo del tercer trimestre del año 2016. Hay que retroceder hasta el año 2015 para encontrar un tercer trimestre con menor creación de empleo que este año en el mismo plazo, aunque la diferencia es escasa ya que la cifra de hace tres años es prácticamente idéntica a la de este verano.
La explicación de esta debilitamiento tras haber alcanzado máximos históricos el pasado año, tiene bastante que ver con el sector terciario de la economía y en particular con el turismo, que este año no ha logrado alcanzar las altas cotas de la temporada pasada en personas ocupadas aunque el número de visitantes haya sido bastante similar, siempre a la altura de los máximos históricos. Si el turismo empieza a retroceder desde sus altas cotas actuales, la economía española podría perder uno de sus dinamizadores más importantes.
Al margen del sector terciario, la menor creación de empleo en este trimestre ha estado muy condicionada por las pobres cifras del sector industrial, que ha contribuido con apenas 2.800 empleos sobre el trimestre anterior y con unos 55.000 en los doce último meses, cifra esta última que se compara con los 139.400 empleo del año pasado en el periodo equivalente. Es decir, el dinamismo del empleo en el sector industrial se ha reducido a poco más de un tercio, lo que explica la debilidad de las cifras globales, no solo imputables al turismo sino a la menor pulsación de un sector tan importante como el industrial, que desempeña un papel muy importante en el dinamismo exportador del país. La industria española está todavía bastante lejos de proporcionar empleo a los más de 3 millones de personas que engrosaban los efectivos humanos de este sector en el momento más alto del anterior ciclo económico, hace alrededor de un decenio.
La economía está, en suma, en una fase de retroceso en la creación de empleo que podría ser más o menos intensa en función de la trayectoria que siga la economía europea en conjunto. La última estimación realizada por los analistas del Banco Central Europeo (BCE) no es nada optimista aunque su diagnóstico ha quedado aplazado hasta la reunión de finales de año. El Consejo de la entidad analizó la situación este jueves y ha eludido pronunciarse sobre las previsiones económicas, aunque por el tono de las declaraciones parece que la subida de tipos que el BCE tenía en su calendario va a posponerse más de lo previsto. Si los analistas consideraban probable un inicio de las subidas de los tipos de interés en la Eurozona a partir del mes de septiembre próximo, las últimas previsiones macroeconómicas podrían justificar un aplazamiento al menos un mes más, hasta octubre.