Bankia vuelve al Ibex
Este lunes, con una cierta antelación sobre lo previsto, se van a producir los cambios en la composición de compañías que integran el Ibex 35, el grupo de empresas cotizadas con mayor capitalización del mercado. Una de las novedades es el retorno al indicador selectivo del mercado bursátil de Bankia, junto con Gamesa, tomando el relevo de Acerinox y de Endesa.
El retorno de la entidad financiera es significativo, ya que se trata de una de las empresas con mayor volumen de capital tras las importantes inyecciones de dinero público recibidas para salvarla de la quiebra. La entrada en el Ibex culmina una etapa de gradual normalización en la vida de esta entidad financiera, a la que sin embargo le restan algunas etapas para lograr la plena equiparación con sus competidores.
La principal tarea pendiente que tiene por delante este banco, aparte la de volver al beneficio, es la de afrontar la devolución de las ayudas por importe de unos 22.400 millones de euros que ha recibido a lo largo del último año y medio, de los cuales unos 18.000 proceden del rescate europeo, aunque la totalidad de los 22.400 millones recibidos recaen sobre las espaldas del conjunto de los españoles, ya que es dinero público cuya responsabilidad corresponde a España. Bankia ha sido uno de los tres bancos europeos que mayor volumen de dinero ha recibido de los poderes públicos, clasificación en la que le preceden un banco inglés y otro irlandés.
En conjunto, España ha sido el cuarto país que mayor volumen de dinero ha debido dedicar a la salvación de entidades financieras en crisis, tras Reino Unido, Alemania e Irlanda. No parece probable que esta ingente cantidad de dinero, ni a nivel de país ni posiblemente a nivel de las entidades individuales (Bankia, NCG, Catalunya Banc…) sea retornada al Estado, como ha quedado patente tras la última operación de venta de la gran caja gallega al capital privado, por un importe de unos 1.000 millones de euros, lo que implica dar por perdidos unos 8.000 millones de euros. En el caso de Bankia, cuando el Estado puede hacer un balance definitivo de su presencia en la entidad, es probable que las sumas de dinero perdido en esta entidad resulten bastante superiores.
Con Bankia cotizando, el sector financiero español se encuentra prácticamente al completo en la Bolsa y en concreto en el Ibex 35, ya que salvo el recién adquirido NCG Banco, ahora en manos del banquero venezolano Juan Carlos Escotet, y Catalunya Banc, en trance de adjudicación, están casi todas las entidades financieras existentes en España. Habría que añadir alguna otra como Kutxabank. Estas tres antiguas cajas de ahorros, una de ellas en manos aún del Estado, la catalana, podrían acabar pidiendo su admisión en Bolsa, siguiendo los pasos de Bankia, lo que mejoraría la transparencia del sector y permitiría observar la opinión que los inversores tienen de la gestión de quienes las dirigen.
Bankia está mayormente en manos del Estado, desde el punto de vista accionarial y de supervisión, pero cuenta con una gestión privada que pretende ser competitiva. Aunque ahora entra en el Ibex, la entidad cotiza en Bolsa desde hace meses y su cotización, salvo excepciones, ha reflejado una creciente conformidad de los inversores hacia la gestión. La cotización ha mejorado de forma sustancial en los últimos meses pero la normalización de su actividad estrictamente bancaria debería permitirle ir relegando a un segundo plano al Estado como accionista y como vigilante especialmente atento a sus movimientos, para dar paso a una privatización plena de la compañía. El principal paso que tiene por delante Bankia es el retorno a los beneficios normales.
Aunque no resulte del todo imprescindible, no sería descartable que algún grupo financiero importante extranjero aprovechara la actual fragilidad de su posición financiera y bursátil para tomar posiciones en este banco que ahora verá relanzada su relevancia al regresar al Ibex 35.