El desajuste de los salarios
Una bajada de los salarios como la que ha vivido el colectivo laboral español durante el pasado año no tiene precedentes. El nivel salarial general del país bajó cerca del 1%. Lo más novedoso es que los salarios no aumentaron, hecho al que no se la conocen antecedentes. Unido a la caída del empleo, este retroceso en las rentas ha sido la causa principal del frenazo vivido por la economía, al que debe sumarse otro percance considerable, la subida de impuestos, tanto directos como indirectos. No es probable que este recorte de rentas disponibles se reproduzca este año, pero la situación no estará en todo caso muy alejada. La economía española está viviendo un fenómeno equivalente a una devaluación pero sin salir del euro. La fórmula consiste en alinear nuestros costes con los del resto de la zona euro hasta recuperar los niveles en los que éramos competitivos ¿Será suficiente este frenazo de los salarios?
De entrada, las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) son explícitas en algunos aspectos de los niveles salariales. De los tres grandes sectores de la economía española, este recorte de los salarios en el año 2012 se produjo solamente en uno, el de los servicios, mientras los salarios medios en la industria y en la construcción subieron, lo que constituye un motivo de cierta preocupación.
En el sector industrial, el que ya tiene una masa salarial por persona más alta de toda la economía española, los salarios aumentaron de media un 1,7%, de modo que no se puede decir que la industria española haya mejorado su capacidad competitiva frente al exterior de forma muy acusada. En la construcción, un sector que no es permeable apenas a la competencia exterior, también ha habido un aumento salarial, lo que no deja de resultar asombroso en un sector que en principio forma parte de la zona más castigada de la economía. En cambio, en el sector servicios, en donde no se registra apenas competencia exterior, los salarios bajaron un 1,3%, siendo ya los más bajos, con mucha diferencia, entre los grandes sectores de la economía.
A la vista de estas cifras se podría decir que los costes salariales evolucionaron el pasado año de forma inversa a lo que hubiera sido más conveniente para los intereses exportadores de la economía española. La exportación debe ser el principal motor de la economía para salir de la crisis. La evolución reciente de los salarios no parece haber ayudado en esta dirección.
Los datos salariales de la economía española presentan en todo caso algunas peculiaridades que posiblemente no ayudan a reforzar la eficiencia de una economía que pretende ser competitiva. Por ejemplo, las diferencias salariales entre diversos sectores de la economía producen asombro. El sector con menor nivel de remuneración, la hostelería, tiene unos ingresos salariales medios que no llegan ni a la mitad de lo que disfrutan los sectores mejor remunerados. En algún caso, al abanico salarial supera el uno frente a tres. El sector público, que no está expuesto a la competencia internacional ni es el motor principal de la economía, tiene una remuneración media que supera la media del conjunto de la economía, en ocasiones hasta en un 15%, figurando en todo caso entre los sectores de actividad con niveles de ingresos más elevados.
A la postre, de la observación general de la estructura salarial española, no se pueden extraer conclusiones muy estimulantes con vistas a la mejora de la competitividad exterior ni siquiera a la interna. La escasa flexibilidad de algunos sectores para ajustarse a las condiciones de mercado y las enormes diferencias que existen entre muchos sectores sin justificación aparente de cara a su productividad, son rasgos que quizás frenen el potencial de crecimiento económico del país.