Las Bolsas anticipan salida de la recesión
Las señales anticipadas de algunas economías europeas están empezando a apuntar en la buena dirección por primera vez desde hace más de dos años y lo están haciendo de forma más sincronizad que en el pasado. Alemania ha dado señales de mayor fortaleza industrial, aspecto que los analistas han valorado de forma especial. Además, como este miércoles se confabulaban para resaltar varios diarios internacionales, hay una conciencia cada vez más extendida de que las políticas de austeridad han llegado a su agotamiento y que es preciso apostar por el estímulo al crecimiento. El último país que se ha unido al coro de los economistas expansivos es Holanda, un país poco sospechoso de remar en contra de las opiniones dominantes en Alemania, pero que acaba de realizar un canto decidido a favor de las políticas expansivas, para colocar en un plano secundario las estrategias de austeridad que han predominado hasta ahora.
Las Bolsas se han tomado por el lado bueno esta mejoría generalizada de indicadores y expectativas. En especial la Bolsa española, que ha logrado abandonar los números rojos por primera vez desde hace más de dos meses. Precisamente este 24 de julio se cumplía un año desde que la prima de riesgo española alcanzara su máximo en la era reciente, los 649 puntos básicos (o sea, 6,49 puntos de interés), diferencia entre el tipo de interés a largo plazo en España y el de Alemania. Este miércoles, la prima de riesgo se movía en torno a los 305 puntos básicos, es decir, menos de la mutad que hace un año, aunque en las últimas semanas ha llegado a moverse por debajo de los 300 puntos básicos. En la Bolsa española persisten todavía algunas dudas importantes, en especial sobre la capacidad de aguante del sector bancario, si bien estos días que vienen tendremos ocasión de comprobar cuál es el pulso de este sector, cuya influencia en el rumbo de la Bolsa es bastante determinante. De momento, el Ibex 35 mostraba una buena predisposición alcista que refleja una mejor valoración del futuro económico inmediato y de las previsiones de las empresas.
En España no estamos a la cabeza de ningún movimiento expansivo, ya que esta vez ha sido Alemania la que ha tomado la iniciativa del optimismo al dar a conocer unos datos de crecimiento de su industria que apuntan claramente en la dirección positiva, con una fortaleza que no se conocía desde hace año y medio. En el conjunto de la zona euro, los síntomas de superación de la recesión son en estos momentos los más claros desde principios del año 2012, según los analistas que interpretan los resultados de algunos indicadores sintéticos.
No obstante, España ha ido suavizando en los últimos meses su perfil descendente de la actividad, hasta mostrar un retroceso del PIB del 0,1% en el segundo trimestre del año, acumulando de este modo siete trimestres de retroceso, la caída más prolongada de los últimos años. Estamos, por lo tanto, bastante cerca del giro alcista en la actividad, que algunos pronostican para el tercer trimestre del año, aprovechando el tirón excepcional de la aportación del turismo extranjero. La entrada en cifras positivas en la evolución del PIB no es que sea para tirar cohetes, pero podría generar unas expectativas más optimistas.
La vuelta a la ceración de empleo difícilmente se podrá producir con crecimientos del PIB inferiores al 2% ó 3%, según dice la experiencia pasada. Las reformas estructurales aprobadas, en especial la del mercado de trabajo, pueden haber modificado este umbral mínimo a partir del cual se crearía empleo en España. Pero, sea cual sea ese nuevo umbral mínimo, nada parece avalar la posibilidad de un crecimiento sostenido del empleo (aparte de las oscilaciones estacionales, como la de este verano, por el turismo) con los crecimientos del PIB que estamos teniendo o que podemos tener a corto plazo, de ahí que muchos analistas consideran que hasta finales del año 2014, cuando la economía tome cierta velocidad en su ritmo de crecimiento, no se podrán ver datos positivos de creación de puestos de trabajo.