La piedra asesina de Japón se parte y 'libera' su espíritu maligno
La piedra asesina de Japón se parte y 'libera' su espíritu maligno. Dicho así, es duro de creer. Pero lean esta historia tan bonita.
Tamamo-no-Mae, dice la leyenda, era la mujer más inteligente y bella del Japón. Allá por el siglo XII, fue cortesana del emperador Konoe. Su aroma era embriagador, sus prendas estaban siempre limpias y perfectamente planchadas. Su cultura era inmensa, cualquier pregunta obtenía su respuesta.
Konoe, que gobernó Japón en 1142 y 1155 y estaba prendado de ella, un día cayó enfermo. Nadie sabía qué le pasaba. De médico en médico, nadie daba con él. Hasta que acudió a la consulta de Abe no Yasuchika, un astrólogo que le dio la respuesta a sus males: Tamamo-no-Mae.
Según el astrólogo, esta mujer era en realidad un zorro de nueve colas que trabajaba para un ser maligno que lo quería hacer enfermar para quedarse con su trono.
Para defenderse, Konoe ordenó a sus mejores guerreros, Kazusa-no-suke y Miura-no-suke, que dieran muerte al zorro transmutado en la hermosa mujer a la que todos adoraban. El zorro, sagaz, daba esquinazo una y otra vez a sus perseguidores. Pero un día, soñó con su muerte: Tamamo-no-Mae soñó, a modo de profecía, que Miura-no-suke la mataría al día siguiente. Invadió sus sueños y le rogó por su vida. El guerrero del emperador rehusó. Al día siguiente, el zorro cayó muerto.
Y se convirtió en piedra. En lo que los japoneses llaman Sessho-Seki o Piedra Asesina. Allí quedó atrapado el espíritu maligno y alrededor de ese zorro petrificado se creó una leyenda: quien se acercara y tocara la piedra moriría.
La piedra se partió el pasado 5 de marzo. El espíritu de la bella Tamamo-no-Mae ha sido liberado. Dice el guía japonés que enseña la zona donde está Sessho-Seki que todo responde, sencillamente al curso de la naturaleza. Pero cualquiera es libre de pensar lo que quiera.