Un anciano vestido de Santa Claus es violentamente detenido en los disturbios estudiantiles de Chile
Los enfrentamientos de los antidisturbios con estudiantes que protestaban contra el gobierno chileno para exigir cambios en el sistema de educación han tomado un nuevo color. El del rojo-bermellón del abrigo de Santa Claus, que parece que se ha unido con su magia a los participantes en las movilizaciones.
Los Carabineros de la policía uniformada de Chile detuvieron a un manifestante vestido de Papá Noel durante la última protesta estudiantil en Santiago llamada ´La Última del Año´, en referencia a los siete meses de movilizaciones que llevan exigiendo una ´educación de calidad, libre y gratuita´.
Pero lejos de ser un estudiante subido de moral con un traje de saldo, el parecido del detenido con el verdadero Santa Claus ha sorprendido hasta a los más escépticos en temas navideños. Se trata de un anciano de prominente barriga, barba blanca natural y sonrosados mofletes que bien podría protagonizar un anuncio de Coca-Cola en estas fechas tan señaladas.
El anciano, perfectamente pertrechado con el traje oficial de Papa Noel, se unió a unos 500 estudiantes congregados cerca del mediodía en la céntrica Plaza Italia, acogiendo un llamamiento para marchar por última vez en el año. Sin embargo, al poco tiempo, la policía disolvió la manifestación con chorros de agua y gas, y detuvo a una decena de estudiantes, entre ellos al viejo Santa.
Ni corto ni perezoso, el anciano se plantó con su traje delante de un vehículo antidisturbios e incluso se colgó de la hoja de bulldozer para evitar que avanzara.
En ese momento, media docena de carabineros con poco espíritu navideño se abalanzaron sobre él, reduciéndole a porrazos hasta que fue llevado en volandas a la retaguardia de las fuerzas del orden, donde quedó finalmente detenido a espera de que se dicen contra él cargos por desordenes y altercados.
Los estudiantes chilenos cerraban así un año marcado por ocho meses de protestas para exigir el fin del sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet, y que ante la falta de respuesta del gobierno del presidente Sebastián Piñera, continuará en 2012. Y parece ser que eso no lo cambiará ni el mismísimo Santa Claus con toda la magia del mundo.
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