El nivel del racismo en Estados Unidos
¿Fue el joven Trayvon Martin abatido fatalmente por ser negro? Esta es la cuestión que divide actualmente a la sociedad de Estados Unidos. Acapara titulares en periódicos, radios y televisión.
El contraste con la cuestión del espionaje, de Snowden y de las escuchas telefónicas es abismal. Los medios de información, en contra de lo que se cree en Europa, le prestaron escasa atención. El proceso y la absolución de Zimermann, el hispano que en funciones de policía voluntario mató a Martin, colma, sin embargo, todos los medios. La escisión en ellos también es evidente: “Nuestro sistema político judicial fracasó con el joven muerto”, “Raza, política y el juicio”, “Yo a esto lo llamo racismo”, “El intento de convertir esto en un problema racial es una vergüenza”, “Perdimos la batalla pero la guerra (de los negros) no ha terminado”, “Los medios de información han desenfocado el tema tendenciosamente desde el inicio”… son algunos de los titulares que se despliegan hoy. La lista sería interminable.
Los que creen que Trayvo Martin fue muerto por ser negro se quejan de que quien lo mató, aunque confesó haberlo hecho(en legítima defensa, según él), no fue detenido hasta pasados 45 días, que en el jurado no había ninguna persona de color y que la absolución del responsable prueba que hay una presunción de que cualquier joven negro, que ande solo por la noche y haga el menor movimiento extraño resulta abatible, “a los chicos negros”, dice un escritor, “no se les permite ser adolescentes, se les toma inmediatamente por personas mayores amenazantes”.
Los que defienden la sensatez del veredicto sostienen que en Estados Unidos en un proceso criminal de este tipo la culpabilidad ha de estar basada en que se crea que se ha producido un asesinato por encima de cualquier duda razonable. La Ley del Estado de Florida, además, se basa en el principio “stand your ground“, guarda tu territorio. Según esta interpretación, el homicida pudo ser agredido o creer que había peligro para su integridad.
La “identificación racial” sigue siendo un problema en Estados Unidos. Los jóvenes negros continúan siendo más sospechosos que los blancos, son más frecuentemente parados en la calle y cacheados. Un articulista del Washington Post protesta contra la demagogia, cuenta que en Nueva York la población negra es del 23% y del porcentaje de habitantes de la ciudad envuelto en alguna acción con armas 78% pertenecen a esa etnia, normalmente jóvenes. No es raro, concluye, que los policías sean más suspicaces con la conducta de los negros.
Con todo, muchos concluyen que si T. Martin, que tenía 17 años, no hubiera sido negro no habría suscitado la menor inquietud en el policía voluntario y estaría vivo.
Todo el funesto asunto reaviva, aparte del estigma de la gente de color, otras cuestiones que son menos tratadas por los medios americanos y que aquí nos asombran, la del número inusitado de armas existentes en el país y la excesiva complacencia que existe hacia la gente que, en algo que se parece a veces muy remotamente a la propia defensa, las utiliza.