El pubis: de Jackie a Emma
No cabe la menor duda que “El origen del mundo”, el cuadro de Gustave Courbet (1866), uno de los más famosos por su carga implícita que representa, en primer plano, la visión estética y espléndida de un pubis florecido, consiguiendo mucho más de lo que pretendía, mostrando gráficamente y con todo realismo la floresta, la naturaleza capilar, actualmente en retroceso. Y digo en retroceso ya que a muchas mujeres no gustan de la belleza del vello púbico, de esa caverna protegida, rasurando sin clemencia el follaje natural de la puerta más poética y misteriosa de su cuerpo. “¡Oh la depilación atroz, oh la tala inmisericorde!”, según José Luis Garces, esa famosos escritor de divertida mirada a un tema tan íntimo.
Según el periódico digital 'El Español', en una encuesta a 3.316 mujeres, el 83.8% menores de 45 años, dijeron 'sí' a la depilación sin tener en cuenta que, según la ginecóloga de la Universidad de California, Temi Rowen, existen grandes peligros de la depilación para la salud “ya que el vello del pubis mantiene la temperatura vaginal y protege del frote lesivo en las relaciones sexuales”.
Según Garces, el tema de la depilación no es nuevo. En la Grecia antigua, las mujeres usaban la vela, la cera y hasta la piedra pomez e incluso las pinzas. Y en los países de Extremo Oriente, las mujeres optan por mentenerlos muy crecidos como signo de fecundidad y sexualidad satisfecha.
Los lectores de esta columna, como Cozumel, El Elector, Raquel, John Laffitte, Angélico, José María Sancho y Yurie Suna, entre otros... se preguntarán cuál es el motivo o los motivos por los que he decidido abordar este tema que, para algunos, puede resultar escabroso pero que no lo es. Tampoco una licencia más propia de un periodista que acaba de cumplir... ¡¡¡¡90 años!!!!
Simple y sencillamente, la lectura de unas declaraciones de la famosa y magnífica actriz británica Emma Thompson que ha decidido desnudarse por primera vez y mostrar ese desnudo frontal y sin filtros. Es decir con el vello púbico. Como Jackie Onassis en la fotografía de mi desaparecido amigo Settimio Garritano, en la playa de la isla de Scorpios, en la que mostraba de pie y de frente toda la belleza de su vello púbico. Fue la imagen del siglo.
Pero, en esta ocasión, es la primera vez que una mujer bien entrada en años, 63, se muestra satisfecha, como Jackie desnuda, de frente y sin filtros.
“Hasta ahora no me habían ofrecido rodar escenas de sexo. No soy lo suficientemente bonita ni tengo el tipo adecuado. A las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos. Así que poneos delante de un espejo, quitaos la ropa ... aceptadlo y no lo juzguéis. Cuando me miro en el espejo, siempre trato de verme mejor: giro hacia un lado, hacia el otro, reviso mi trasero, meto tripa y me siento relajada con mi desnudez”, le confesó a Caitlin Moran para el Magazine del Semanal de Abc.
Sobre el vello púbico, la famosa actriz no los tiene en la lengua:
“Vivimos en un mundo donde cada vez menos mujeres lo conservan. La mayoría se lo rasura total o parcialmente. Yo también me lo afeitaba y me arrepiento porque no ha vuelto a crecer como antes. Ahora soy mayor y está un poco patético y débil. Me encantaría tener un arbusto de verdad entre las piernas”.
Emma Thompson no es la única ferviente defensora de la vulva florecida. También lo son Cameron Diaz y la modelo canadiense Petra Collin.
Dicen que el poeta lord Byron conservaba más de 200 sobres con los vellos venusinos de sus amantes, todos con sus respectivos nombres.
El tema no es nuevo. Yo entrevisté en la Costa del Sol, a un empresario, fabricante de las famosas mini-motos Soriano, que en un despacho tenía una vitrina con tarritos de cristal con el vello púbico de las mujeres con las que se había acostado. Y cada uno con su nombre.
Este hecho, recordarán ustedes, fue recogido por el gran Luis Berlanga en la película “La escopeta Nacional” (1978) en la que el “marqués de Leguineche”, encarnado por el actor Luis Escobar, escenifica lo del empresario, cortándole el vello púbico a una de las actrices.