La única alegría de 2010
Los años son como los niños: nunca se les vuelve a ver. Este del 2010, que se ha ido, ni tan siquiera recordar. Hemos dejado tantas cosas a lo largo de esos doce meses que sería imposible no maldecir la hora en la que nos ha tocado vivirlos.
2010 pasará a la historia como el año en que los ricos dejaron de ser tan ricos y los pobres fueron más pobres. Resumiendo: un país más empobrecido y, encima, tutelado y con la amenaza de ser intervenido. Lo inquietante es que pronostican que el 2011 será peor.
Algunos españoles ¿por suerte?, ¿por desgracia? No lo verán por la sencilla razón de haber pasado a mejor vida. ¿En sentido figurado? A lo peor va a ser que no. Dios, al llevárselos, les ha evitado ser testigos de la debacle que nos espera.
No hay duda que las expectativas de vida son cada vez más largas. Lo demuestran los famosos que se fueron en el 2010. Ángel Cristo, el domador que supo amaestrar a tigres y leones pero que fue incapaz de hacerlo con ese animal bellísimo que fue su esposa, Bárbara Rey, falleció el 4 de mayo a los 65 años; mi paisano Enrique Morente, el gran renovador del género flamenco, el 13 de de diciembre, a los 67 años, los mismos que Eduardo Sánchez Junco, el director propietario del Hola de mis amores y mis dolores, fallecido el 14 de julio.
El resto, habían cumplido ya los ochenta. Como Carlos Hugo de Borbón Parma, el príncipe carlista que pretendió ser rey de España y que falleció a esa edad el 18 de julio.
Con 87 años, José Saramago, Nóbel de Literatura 1998, que falleció el 18 de julio como Carlos Hugo.
Con 89, tres grandes españoles han desaparecido en este año que se ha ido: Miguel Delibes, el escritor castellano que si se mereció el Nóbel de Literatura, fallecido el 12 de marzo; Juan Antonio Samaranch “el señor de los anillos”, el 21 de abril y Luis García Berlanga, uno de los mitos del cine español, el 13 de noviembre.
Con 92 años, Manuel Alexandre, el actor de la mirada bondadosa, desaparecido el 12 de octubre. Y Marcelino Camacho, sindicalista de inquebrantable confianza en la justicia social y en la libertad, el 29 de octubre.
El 2010, pasará a la historia y al recuerdo de los españoles por el triunfo de la selección española, en el Campeonato del Mundo de Fútbol en Sudáfrica, la única alegría de este sufrido país, reflejada hasta en el mensaje navideño del rey.
Muchos, algunos han criticado que el soberano leyera el discurso ante la fotografía en la que aparece sujetando la copa. ¡Coño!, es que otra cosa de que presumir en este año que se ha ido, solo “el puto fútbol”, que diría David Gistau.
Por lo demás, no se puede olvidar el susto de la operación de don Juan Carlos, el 8 de mayo. Aunque se temía lo peor, resultó ser un tumor benigno. La recuperación ha sido lenta. Pero ahí le tenemos con su mala salud de hierro, dispuesto no a abdicar, como algunos próximos a Felipe y Letizia desean, sino a seguir “siempre con ilusión al servicio de España. Es sin duda mi deber y mi pasión”.
2010 ha sido también el año de la duquesa de Alba y Alfonso Díez, una pareja en expectación de boda, que puede celebrarse este año que comienza. Salvo la oposición silenciosa de sus hijos, no hay nada ni nadie que lo impida: ella, 87 años, es viuda; el 58, soltero. Pero el amor no envejece.
Michelle Obama, la Primera Dama de los Estados Unidos, llegó en el mes de agosto a Marbella junto a su hija Sasha. Fue la versión de “Bienvenido Mr. Marshal”, en vacaciones de lujo. Hasta los reyes la agasajaron.
Bodas, pocas. La de la heredera de Victoria de Suecia, el 19 de junio, con su entrenador Daniel Westling; la de Penélope Cruz y Javier Bardem, en las Bahamas en Julio y el anuncio en el mes de septiembre de otra boda real, la del príncipe Guillermo, primogénito del príncipe de Gales, con Kate Middleton. La boda será en abril. Y, el 19 de junio la del soberano de Mónaco con la sudafricana Charlene Wisttock. La boda, el 1 de junio.
La cruz de las bodas son los divorcios ó separaciones. Haberlos los ha habido en el 2010: el presidente del Congreso, José Bono, y su esposa Ana Rodríguez, en el mes de julio. Cuatro hijos, dos nietos y treinta años de matrimonio no lo han impedido.
Tampoco el de Patricia Rato y Juan Antonio Espartaco, el 15 de diciembre. Con tres hijos y veinte años de convivencia. Y la de la princesa de Magdalena de Suecia con Jonas Bergstrom, el 24 de abril. Hacía solo ocho meses que el rey Carlos Gustavo había anunciado el compromiso matrimonial de su hija.
Mario Vargas Llosa recibe en diciembre el Premio Nóbel de Literatura, que llenó de alegría a todos los españoles porque le sentimos como algo nuestro. No solo porque don Mario, nacido en Perú, tiene nacionalidad española sino porque es un autor querido y admirado Fue una de las pocas noticias positivas que nos deja ese año 2010 que se ha ido. Podíamos alegrarnos pero el que llega dicen que aún será peor. Que Dios nos ayude si es que puede.