Navidad ¿laica? En la familia real
La Familia Real española, cada uno por separado y por su lado, felicitan estas fiestas con el tradicional Christmas. Como todos los años. Si observamos los tarjetones, advertiremos que carecen del menor detalle de identificación con las Navidades. Ni un belén. Ni un árbol. Ni una estrella. Ni tan siquiera el dibujo de una ramita de acebo. Totalmente laicas.
Los reyes han recurrido, por segunda vez, a una simple fotografía de un edificio del Patrimonio Nacional. Antes fue el Palacio de La Zarzuela bajo la nieve. Este, el de la “oficina”, el Palacio Real. Nada navideño.
Felipe y la inefable Letizia se han limitado a reproducir, una vez más, la fotografía de sus hijas Leonor y Sofía. Tal si se tratara de una portada del Hola. ¿Cuándo vamos a dejar de explotar la imagen de las niñas por muy bonitas que sean? Tampoco nada navideño.
La infanta Elena ha preferido fotografiarse con sus hijos, Felipe Froilán y Victoria Federica, peregrinos en Santiago. Tal aparecen los tres. Pero se ha olvidado que esos niños también tienen padre. ¿Tan grande es el resentimiento que ni tan siquiera, en la Navidad, se puede, si no perdonar, al menos olvidar por unos días, como regalo navideño a los hijos?
Cristina también ha recurrido a los hijos. A lo peor, no está el matrimonio para una fotografía familiar.
Dicho esto, ¿hubiera sido muy difícil incluir, en estas imágenes tan vulgares y sin imaginación algún detalle navideño, como hace el rey en su tradicional mensaje de esta noche?
En la mise en scène nunca falta el portal de Belén. Gracias Majestad por evitar que la Navidad en la Casa Real sea totalmente laica como demuestran las desafortunadas felicitaciones a los que no podemos llamar “christmas” porque esta palabra sajona significa Navidad. Y en ellas, la Navidad no aparece por ninguna parte.
De todas maneras, felices Navidades. Del rey abajo, a toda la familia.