En los últimos días hemos estado probando a fondo varios servicios de VPN con los que eliminar los límites que en ocasiones se nos ponen a nuestras conexiones. Exactamente hemos probado el servicio que proporcionan dos de los grandes nombres del mercado: ExpressVPN y NordVPN. Lo que nos hemos encontrado ha sido un soporte similar, aunque en el caso del primero los fallos de acceso han sido numerosos, puesto que por ejemplo Netflix tiene bloqueado al proveedor y sus servidores. Con NordVPN todo ha ido bien, pero el problema es que tienen una menor cobertura.
Por ejemplo, con NordVPN podemos conectarnos a través de un servidor de España o de Japón por el cual redirigir la conexión, pero no está disponible en otros países asiáticos de menor tamaño. Pero al menos hemos usado el Netflix de distintos países sin límites. Podríamos decir que entre la inestabilidad de ExpressVPN y la falta de cobertura de NordVPN no hemos quedado complacidos al 100% con ninguno. Pero seguimos buscando.
La cuestión es que hoy queremos hablar de las distintas posibilidades que tenemos al contratar un servicio VPN e instalarlo en nuestro ordenador, móvil o consola. ¿Qué usos concretos podemos hacer del mismo?
1. Superar la censura y los bloqueos de contenido
Por nuestro afán de libertad, esto siempre ha sido lo que más nos ha llamado la atención de los servicios de VPN. Porque es la herramienta que utilizaremos para combatir esas páginas web que nos bloquean el acceso por encontrarnos en una parte determinada del mundo. Por ejemplo, a los ciudadanos chinos no les permiten el uso de ciertos servicios occidentales. Solo tienen que usar VPN para poder usarlos. En nuestro caso suelen ser páginas cuyos creadores solo quieren que sean accesibles desde su país de origen. Al usar un VPN lo que haremos será cambiar la fuente de origen de la conexión y poder acceder a esas páginas bloqueadas como si estuviéramos haciéndolo desde el punto de conexión permitido.
2. Mantener nuestra privacidad
No tenemos porqué estar ocultando algo para querer navegar de una forma privada. En realidad, estamos en nuestro derecho de querer disfrutar de una experiencia de conexión absolutamente anónima. Usar el modo incógnito de los navegadores es una solución a medias, puesto que ocultará nuestra actividad en el ordenador en el cual estemos utilizándolo, pero no impedirá que dejemos registro de todo lo que estamos haciendo en la red. Pasando nuestra conexión por el filtro de un servicio VPN, estaremos ocultando todo rastro de nuestra actividad. No habrá nadie que pueda acceder a nuestros movimientos, ni siquiera el proveedor de Internet que nos proporciona la conexión, como Vodafone o Movistar, sabrá qué estamos haciendo en la red.
E insistimos, esto no es algo que nos diga "ahora puedo hacer lo que quiera" y pensar en cosas malas, sino que lo que estaremos haciendo será disfrutar de esa derecho a la privacidad que todos merecemos.
3. Convertir las redes Wi-Fi públicas en algo seguro
Sabemos perfectamente que conectarse a una red Wi-Fi pública puede ser desesperado, pero necesario. Es posible que nos encontremos en un aeropuerto y que queramos conectarnos para hacer una serie de consultas. O quizá estamos en un restaurante o en algún otro punto de este tipo. El problema es que conectarnos a redes Wi-Fi públicas nos expone a una serie de riesgos de privacidad y no son precisamente el tipo de redes en las que debamos introducir información personal.
Lo que podemos hacer para convertir estas redes Wi-Fi públicas en conexiones seguras es pasarlas a través del servicio de VPN que hayamos contratado. Al hacerlo estaremos aportando la seguridad que necesitamos para disfrutar de una experiencia de conexión segura. Dejaremos de lado las limitaciones de la red Wi-Fi y aprovecharemos todo lo que nos proporciona el servicio VPN en términos de seguridad.
4. Ahorrar dinero
Si somos consumidores habituales de contenidos digitales vamos a descubrir que una conexión VPN nos puede ayudar a ahorrar dinero, en algunas ocasiones en cantidades más altas de lo que pudiéramos imaginar. Es frecuente que cuando accedemos a una tienda o servicio digital nos encontremos con que este nos redirige, por nuestra conexión IP, a la versión de la tienda correspondiente a nuestro punto de conexión. Eso limita mucho las posibilidades de encontrarnos con precios más bajos.
Con un servicio de VPN podemos modificar el punto de origen de nuestra conexión y que así la versión de la tienda con la que nos encontremos sea distinta a la que nos corresponde. Por ejemplo, podríamos encontrarnos con que un videojuego digital de PlayStation cuesta 30 euros conectándonos desde España, pero que si accedemos a la tienda de algún país asiático nos cueste 15 euros, porque allí los precios de mercado son más reducidos. El contenido al final será el mismo, pero habremos ahorrado en el proceso. Al principio puede ser un proceso de ensayo y error hasta que encontremos las mejores oportunidades, pero en cuanto dominemos la compra por VPN estaremos ahorrando mucho dinero.
5. Jugar en servidores de otros países
Para los amantes de los videojuegos es muy frustrante intentar conectarse a un juego y ver que desde su país no es posible hacerlo. En ocasiones el juego no está accesible en ningún grado, mientras que otras veces lo único a lo que se nos está prohibiendo el acceso es a jugar con personas de determinados países. Esto puede ser un problema para nosotros si, por ejemplo, residimos en Europa y queremos competir contra jugadores de China para poner a prueba nuestras habilidades.
El servicio VPN actuaría de la misma manera que en los demás casos: camuflaría nuestra conexión originaria y nos daría una dirección de acceso del país que hubiéramos seleccionado. Así no habría ningún tipo de límite respecto a lo que llegaríamos a poder hacer para disfrutar de nuestras sesiones de gaming al máximo.
Accesos VPN en todo tipo de dispositivos
Tengamos en cuenta, por otro lado, que los accesos VPN se nos proporcionan para que los podamos utilizar en todo tipo de dispositivos. Este tipo de herramienta ha mejorado mucho en los últimos años y hoy día es fácil ver cómo todos los proveedores de VPN tienen aplicaciones que nos permiten conectarnos desde cualquier dispositivo que tengamos en nuestra posesión. Normalmente para hacerlo desde un PC o Mac lo que hacemos es descargar un programa de escritorio, mientras que para hacerlo desde el móvil descargamos una app que se puede encontrar en Google Play para Android o en App Store para iPhone.
En consolas resulta un poco más problemático a la vista de que no hay aplicaciones específicas. Para conectarnos desde una PlayStation 4 tenemos varios métodos distintos y lo cierto es que solo uno de ellos resulta tan inmediato que es viable para todas las personas (vamos a hablar de ello en otro artículo). Y también es cómodo hacerlo desde una televisión smart que esté dotada del sistema operativo Android, puesto que en la práctica comparten funcionamiento con los móviles y tablets.
Lo más recomendable es, si tenemos contratado un servicio VPN, mantener las aplicaciones instaladas en todos los terminales y activarlas solo cuando necesitemos hacer uso de ese cambio de conexión. De esta forma tampoco confundiremos a nuestros dispositivos, ya que en algunas ocasiones puede haber problemas con los procesos de identificación (Netflix, por ejemplo, se puede hacer un lío si estamos cambiando de país de forma constante sin reiniciar el dispositivo).