¿Tienes que elaborar tu nuevo currículo y no sabes por dónde empezar? Los tiempos cambian mucho y los currículums todavía evolucionan más. Por ello, puede llegar a ser complicado llegar a elaborar un nuevo archivo si, sobre todo, hace mucho que no lo actualizas.
Hemos elaborado esta guía que te ayudará a saber cómo hacer un currículum de la mejor manera posible. El archivo resultante cumplirá con los estándares actuales que se les exige a todos los currículos, por lo que lo podrás enviar a posibles empresas sin ningún tipo de miedo.
Determina cuál es el objetivo de tu currículum
En ocasiones, hacemos el currículo con distintos objetivos en mente. Por ejemplo, hay veces en las que personalizamos la información y lo que aparece en el mismo dependiendo de la empresa en la que estamos intentando conseguir un empleo.
No obstante, incluso sin tener que personalizar el currículum de una forma determinada, es bueno hacer una previsión del mismo, de lo que incluirá y de cuál es su objetivo. Si te lanzas a diseñar y rellenar los campos del currículo sin ningún tipo de plan, seguramente acabarás con un archivo poco ordenado o en el cual haya desconexión entre sus distintas secciones.
Define la información a introducir
Hazte un boceto donde quieras, incluso en una hoja de papel si te resulta más cómodo. Ahí tienes que tomar nota de todos los elementos fundamentales que consideras que debe tener tu currículum vitae. Por ejemplo, tu nombre y apellidos, tu fecha de nacimiento, el país donde resides o tu teléfono. No olvides dejar un espacio para tu experiencia profesional, los estudios más importantes y otras anotaciones.
Llevar a cabo este boceto te ayudará a no tener que añadir cosas que te hayas olvidado cuando ya tengas el archivo prácticamente terminado.
Ve al grano
Si acabas de terminar la universidad y no tienes mucha experiencia profesional, no hace falta que hagas recortes drásticos. Pero si llevas unos años trabajando y ya has pasado por distintos puestos, tendrás que pensar en optimizar la información del documento e intentar ir al grano. El motivo de ello es que esos CV espesos que se reciben en ocasiones, cargados de datos e información, pueden ser un poco pesados.
Tienes que resumir tu experiencia profesional y virtudes, pero de manera que estés transmitiendo un buen volumen de información sin tener que llenar líneas y líneas de texto.
No inventes
Es tentador que, cuando estás realizando tu currículum, tomes la decisión de inventarte algo o incluso exagerar. Pero esas no son recomendaciones que se puedan hacer en una situación realista hoy día. Cíñete a la realidad, a tus habilidades y a tus estudios. No exageres. Lo cierto es que las exageraciones, aunque a ti te puedan parecer que van a ayudarte, quizá hagan lo contrario.
Por ejemplo, son muchos profesionales con gran experiencia que son rechazados en procesos de selección porque tienen perfiles que están por encima del nivel que están buscando. Saben que esos profesionales van a tener unas exigencias salariales altas y estas empresas buscan empleados con menos trayectoria que se ajusten a su presupuesto. Por ello, y por otras muchas razones, es mejor no inventarse nada.
Incluye referencias
Los datos de experiencia y las listas de trabajos anteriores son muy importantes. No obstante, se pueden complementar con referencias de personas con las que hayas trabajado directamente y que te hayan dado su bendición para incluir su nombre en tu currículo. Esta es una buena manera de obtener una dosis de confianza añadida por parte de quien está haciendo la contratación.
Define tus capacidades
A veces no sirve con llenar una página con listas de trabajos previos, sobre todo porque las tareas o responsabilidades que se han llegado a tener en esos puestos quedan muy en el aire. A ningún reclutador le gusta tener que deducir de qué es capaz la persona a la que está valorando contratar. Por ello, aunque optimizando el volumen de texto como hemos indicado antes, trata de añadir menciones a todas tus habilidades que puedan llegar a ser de interés en un contexto laboral.
Una alternativa a esto es definir con más precisión cada uno de los puestos laborales de tu experiencia, indicando qué hiciste en cada uno de ellos. Pero eso puede ser un problema si has tenido muchos trabajos y si estos se han repetido mucho en cuanto al papel realizado en ellos. Por eso es mejor concentrar las habilidades en un apartado independiente.
Tus datos de contacto
No te olvides de ningún elemento que pueda ser de interés a la hora de contactar contigo. Tu teléfono, tu dirección de correo electrónico e incluso tus perfiles sociales. Ahora los reclutadores revisan mucho el social media antes de hacer propuestas, así que asegúrate de que tienes unos perfiles en orden que estén en la línea de tu personalidad.