EL TIPO DE CAMBIO DE HOY ES DE: Honduras vive una de las contiendas presidenciales más reñidas de su historia reciente.
Es noticia. El escrutinio oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene en vilo a más de seis millones de ciudadanos. Con el 87.5 % de las actas procesadas, la ventaja sigue siendo mínima:
- Nasry “Tito” Asfura (Partido Nacional) suma 1,127,254 votos (40.21 %) y Salvador Nasralla (Partido Liberal) alcanza 1,106,796 sufragios (39.48 %).
- La diferencia ronda los 20 458 votos, confirmando el escenario de empate técnico que ha caracterizado este proceso desde el cierre de urnas el 30 de noviembre.
- En tercer lugar se mantiene Rixi Moncada (Libre), con 541 126 votos (19.30 %), muy lejos de la disputa por la presidencia.
Qué destacar. El conteo ha estado marcado por altibajos y una serie de interrupciones técnicas que han alimentado la incertidumbre.
- El sistema de transmisión de resultados preliminares (TREP), operado por la empresa colombiana ASD, sufrió caídas y mantenimientos no autorizados que paralizaron la divulgación en momentos críticos.
- Estas fallas obligaron al CNE a habilitar salas especiales para la prensa y partidos políticos, con el fin de garantizar acceso a la información.
- La presidenta del organismo, Ana Paola Hall, reiteró que el proceso avanza bajo mecanismos de transparencia y pidió “calma y prudencia” a la población.
Punto de fricción. La volatilidad en la tendencia ha sido evidente. Nasralla llegó a liderar con más de 20,000 votos el martes, tras incorporar actas de departamentos como Cortés y Atlántida.
- Sin embargo, en la madrugada del jueves el panorama cambió: Asfura recuperó la delantera y desde entonces mantiene una ventaja que oscila entre 18 000 y 21 000 votos. Este comportamiento refleja la influencia de las zonas rurales y urbanas en el conteo: mientras Asfura domina en municipios pequeños y dispersos, Nasralla concentra fuerza en áreas metropolitanas.
- La tensión se ha agudizado por factores externos. El presidente estadounidense Donald Trump intervino abiertamente en la campaña, respaldando a Asfura y otorgando el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
- Este gesto, sumado a advertencias sobre “consecuencias” si se alteran los resultados, ha generado críticas de organismos internacionales y sectores políticos hondureños. La intervención extranjera añade un componente de polarización que podría complicar la gobernabilidad del próximo mandatario.
Por qué importa. Organismos internacionales expresaron preocupación por la lentitud del escrutinio y las fallas técnicas.
- La Unión Europea y la OEA advirtieron que las demoras y la falta de coordinación institucional afectan la credibilidad del proceso. Estados Unidos también exigió transparencia, señalando que “la democracia hondureña está en juicio”.
- El mapa electoral refleja un país dividido: Asfura domina en la mayoría de los municipios rurales (202 de 298), aunque con menor peso poblacional.
- Nasralla gana en áreas urbanas y concentra fuerza en Cortés y Atlántida, lo que explica la estrecha diferencia. Este contraste anticipa un escenario político polarizado para el próximo gobierno, cualquiera que sea el ganador.
En conclusión. El CNE tiene hasta el 30 de diciembre para concluir el escrutinio general y declarar oficialmente al presidente electo.
- Mientras tanto, continúa procesando actas clasificadas como “inconsistentes” y ha llamado a la ciudadanía a mantener la calma.
- Con una diferencia que ronda los 20 000 votos y sin segunda vuelta en el sistema electoral hondureño, el desenlace podría definirse en las próximas horas o prolongarse hasta el escrutinio especial.
- Lo único seguro es que Honduras vive una contienda marcada por la incertidumbre y la tensión política.
Honduras vive una de las contiendas presidenciales más reñidas de su historia reciente.
Es noticia. El escrutinio oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) mantiene en vilo a más de seis millones de ciudadanos. Con el 87.5 % de las actas procesadas, la ventaja sigue siendo mínima:
- Nasry “Tito” Asfura (Partido Nacional) suma 1,127,254 votos (40.21 %) y Salvador Nasralla (Partido Liberal) alcanza 1,106,796 sufragios (39.48 %).
- La diferencia ronda los 20 458 votos, confirmando el escenario de empate técnico que ha caracterizado este proceso desde el cierre de urnas el 30 de noviembre.
- En tercer lugar se mantiene Rixi Moncada (Libre), con 541 126 votos (19.30 %), muy lejos de la disputa por la presidencia.
Qué destacar. El conteo ha estado marcado por altibajos y una serie de interrupciones técnicas que han alimentado la incertidumbre.
- El sistema de transmisión de resultados preliminares (TREP), operado por la empresa colombiana ASD, sufrió caídas y mantenimientos no autorizados que paralizaron la divulgación en momentos críticos.
- Estas fallas obligaron al CNE a habilitar salas especiales para la prensa y partidos políticos, con el fin de garantizar acceso a la información.
- La presidenta del organismo, Ana Paola Hall, reiteró que el proceso avanza bajo mecanismos de transparencia y pidió “calma y prudencia” a la población.
Punto de fricción. La volatilidad en la tendencia ha sido evidente. Nasralla llegó a liderar con más de 20,000 votos el martes, tras incorporar actas de departamentos como Cortés y Atlántida.
- Sin embargo, en la madrugada del jueves el panorama cambió: Asfura recuperó la delantera y desde entonces mantiene una ventaja que oscila entre 18 000 y 21 000 votos. Este comportamiento refleja la influencia de las zonas rurales y urbanas en el conteo: mientras Asfura domina en municipios pequeños y dispersos, Nasralla concentra fuerza en áreas metropolitanas.
- La tensión se ha agudizado por factores externos. El presidente estadounidense Donald Trump intervino abiertamente en la campaña, respaldando a Asfura y otorgando el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico en Estados Unidos.
- Este gesto, sumado a advertencias sobre “consecuencias” si se alteran los resultados, ha generado críticas de organismos internacionales y sectores políticos hondureños. La intervención extranjera añade un componente de polarización que podría complicar la gobernabilidad del próximo mandatario.
Por qué importa. Organismos internacionales expresaron preocupación por la lentitud del escrutinio y las fallas técnicas.
- La Unión Europea y la OEA advirtieron que las demoras y la falta de coordinación institucional afectan la credibilidad del proceso. Estados Unidos también exigió transparencia, señalando que “la democracia hondureña está en juicio”.
- El mapa electoral refleja un país dividido: Asfura domina en la mayoría de los municipios rurales (202 de 298), aunque con menor peso poblacional.
- Nasralla gana en áreas urbanas y concentra fuerza en Cortés y Atlántida, lo que explica la estrecha diferencia. Este contraste anticipa un escenario político polarizado para el próximo gobierno, cualquiera que sea el ganador.
En conclusión. El CNE tiene hasta el 30 de diciembre para concluir el escrutinio general y declarar oficialmente al presidente electo.
- Mientras tanto, continúa procesando actas clasificadas como “inconsistentes” y ha llamado a la ciudadanía a mantener la calma.
- Con una diferencia que ronda los 20 000 votos y sin segunda vuelta en el sistema electoral hondureño, el desenlace podría definirse en las próximas horas o prolongarse hasta el escrutinio especial.
- Lo único seguro es que Honduras vive una contienda marcada por la incertidumbre y la tensión política.
