Menos riesgo de miopía si tu hijo pasa más tiempo en el exterior

Menor riesgo de miopía exterior

Menor riesgo de miopía exterior

Menor riesgo de miopía exterior
La miopía es un problema visual que dificulta la visión lejana. Este problema suele aparecer en niños, especialmente en los que están más tiempo detrás de las pantallas y menos tiempos haciendo deporte.
Por este motivo, hay menos riesgo de miopía si tu hijo está más tiempo en la calle haciendo deporte. ¿Quieres saber por qué pasa esto? Te lo vamos a resolver en el día de hoy, además de explicarte cuánto tiempo debería pasar al aire libre para minimizar el riesgo.

Cómo reducir el riesgo de miopía saliendo al exterior

El Consejo General de Ópticos Optometristas ha determinado que el ejercicio físico y la vida activa ayudan no sólo a mejorar la visión, sino a mejorar la salud y el bienestar en general. Por ello, han puesto en marcha la campaña "+deporte -miopía", con el fin de concienciar en la práctica del deporte.

¿Por qué el deporte ayuda a evitar la miopía?

El deporte debería ser fundamental para los pequeños. Además de fortalecer la autoestima, las habilidades sociales, el compañerismo y la superación personal, enseña valores muy positivos que durarán toda la vida.
Además, es fundamental para ver mejor y evitar la aparición de miopía, especialmente en las primeras etapas de la infancia del niño. Eso es porque el deporte se suele hacer al aire libre y se enfoca más en la visión lejana que en la visión cercana, ya que debes ver a lo lejos.
Además, la luz natural está presenta en la mayoría de los deportes al aire libre. Eso ayuda a la salud visual, siendo mucho mejor que la luz artificial, especialmente la que tiene luz azul.

¿Cuántas horas se deben pasar al aire libre?

Hacer actividades al aire libre es vital para evitar la miopía, pero muchas veces no se especifica cuánto hay que hacer. En concreto, los expertos recomiendan un mínimo de 3 horas diarias al aire libre todos los días, especialmente cuando es de día.
Además, debe fomentarse en todas las estaciones del año, no solamente en el verano y la primavera. También debería fomentarse en otoño y en invierno, pudiendo hacerse con planes en familia o practicando deportes de invierno como el esquí o el trineo, siendo además actividades realmente divertidas.

Mejores actividades al aire libre

Además del deporte de equipo al aire libre, hay otras actividades que se pueden hacer en familia y que pueden ayudar a que los niños vean mejor desde lejos.
Por ejemplo, puedes visitar un espacio natural, como un bosque o una montaña, algo que también será bastante educativo. Dar un paseo al aire libre puede darte tiempo en familia de calidad, además de ayudar a potenciar su visión lejana en un espacio lleno de luz y color.
También puedes practicar deportes con los niños, ya que es muy bueno predicar con el ejemplo en estos casos. En ambos casos, resolverás dos problemas de una tacada, mejorando la salud visual de todos y teniendo un plan de ocio familiar que ayudará a estrechar lazos.

Reduce el uso de pantallas para evitar la miopía

En realidad, el mayor problema que ha provocado el aumento de la miopía es el exceso de pantallas. Desde la irrupción de las tabletas y los teléfonos inteligentes, los niños cada vez pasaban más tiempo detrás de una, acostumbrándose a ver de cerca en vez de ver de lejos.
Eso sí, durante el confinamiento, este problema se agravó, ya que se usaron las pantallas más de lo normal, algo que acabó siendo un hábito que no se ha ido después de las medidas.
Por otro lado, el abuso de pantallas no solamente provoca problemas visuales. También puede crear dependencia e irritabilidad, trayendo otros problemas de conducta que son igualmente graves.
Por esta razón, debería limitarse el uso de pantallas y reducirlo en la medida de lo posible.

¿Se puede evitar completamente?

Hacer deporte y pasar tiempo en el exterior ayuda a reducir el riesgo de miopía, pero no la evita por completo. Eso es porque también hay un componente genético, es decir, que los padres miopes pueden transmitírsela a sus hijos.
En cualquier caso, deberías llevar a tu hijo a revisiones periódicas del oculista, con el fin de detectar cualquier problema visual y tratarlo a tiempo.