¿Es verdad que la escuela mata la creatividad?

escuela y creatividad relaciones

escuela y creatividad

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En las últimas décadas se ha generado controversia en relación a la manera en la que se imparte la educación. Se cuestiona el desempeño pedagógico docente, considerándolo tradicional y reducido a las cuatro paredes del aula de clases. Se cuestiona el excesivo uso del pizarrón, el lápiz y el cuaderno, y la forma en la que se desestiman otros métodos y recursos que potencian la creatividad. 
En muchas instituciones se observa que el docente sigue conservando el rol protagónico en el proceso de enseñanza y aprendizaje, cuando la figura más importante debe ser el estudiante. Paulo Freire, reconocido pedagogo brasileño hablaba de una educación bancaria, mediante la cual el docente conduce al alumno a la memorización mecánica de los contenidos. Así los convierte en una especie de recipiente donde sólo se deposita el saber.

Esa metodología unidireccional que elimina la interacción y la disertación conveniente entre educadores y educandos es negativa. Coarta la capacidad de inventiva de los chicos y los lleva a asumir actitudes de pasividad y sumisión. Siendo así, vale la pena preguntarse si está  formando al ciudadano que la sociedad requiere.

¿Cuál es el rol de la escuela en la creatividad del niño?

La escuela es uno de los ámbitos más idóneos para estimular la creatividad, y debe hacerlo desde temprana edad.  Hay que recordar que los primeros cinco años de edad son cruciales para la educación infantil y los aspectos inherentes. De allí que el rol de la escuela no puede concretarse solamente a impartir los contenidos académicos.
Tampoco a condicionar a los pequeños mentalmente para la obtención de un título universitario, como recurso para conseguir un trabajo. Así ocurría en épocas anteriores, pero no en un mundo tan cambiante y competitivo como el actual, esto debe ser diferente. Se necesitan múltiples destrezas para alcanzar estabilidad laboral y, mayor aún, para conseguir estatus económico y social.
Es por ello que el sistema educativo debe redimensionar su misión y adaptarla a las demandas de la realidad. En este sentido, la escuela debe formar al niño optimizando al máximo su espíritu creador, habilidad de discernimiento, actitud crítica, interés por la investigación y motivación al logro.

¿Qué pasa si la escuela mata la creatividad?

Cuando eso ocurre, se le quita al niño la posibilidad de desarrollar una de sus aptitudes más importantes. Es mutilarle la expresión más genuina que le permite manifestar sus sentimientos, ideas y modo de ver el mundo.
La creatividad es uno de los grandes dones de la infancia. Desde el nacimiento, los niños tienen un caudal imaginario extraordinario. Fomentarlo es responsabilidad de padres y maestros.  Gracias a ello manifiestan su pensamiento abstracto y adquieren habilidades para la resolución de problemas.
Si se promueve la creatividad del niño, será capaz de desenvolverse apropiadamente en el contexto social cuando sea un adulto. Una persona creativa puede generar ideas novedosas, apropiadas y efectivas en los diferentes ámbitos.
En consecuencia, puede ser competente en lo personal, laboral, social y económico. El emprendimiento, tan necesario en la actualidad para el logro de una economía próspera, es propio de personas con alto nivel de creatividad. Ejemplo de ello son los grandes creadores del mundo, que han sido célebres por sus inventos.

¿Cómo estimular la creatividad en el niño?

Cabe destacar, que los contenidos curriculares por sí solos no son suficientes para estimular la creatividad. La clave está en la metodología y en las estrategias aplicadas. Algunas de las que se pudieran aplicar en la escuela son las siguientes.

  • Propiciar un clima de confianza y respeto con los alumnos: Invitarlos a expresar sus ideas y tomarlas en cuenta. Debatirlas si es necesario. De esta forma se promueve la libertad de expresión y se le permite dar rienda suelta a su imaginación.
  • Promover situaciones que requieran solución: Seleccionar experiencias de aprendizaje donde se amerite buscar varias opciones para resolver una situación dada en el aula de clases. Evaluar los resultados obtenidos resaltando los pro y contra de cada opción. Destacar que siempre se puede innovar para solventar problemas o necesidades.
  • Enumerar problemas de la vida real: Seleccionar una problemática y, de forma colectiva analizarla. Usar la imaginación en la elaboración de propuestas para subsanarla. Esta actividad les permite conectarse con las realidades sociales y sus repercusiones, lo cual les será muy útil para el futuro.
  • Elaborar un proyecto sobre algún tema de interés personal: Orientar a los alumnos para diseñar un parque, restaurante, automóvil, edificio, máquina, juego o cualquier objeto que desee, explicando sus partes y funcionamiento.

¿Y las estrategias comunes?

Hay otros recursos que sí se han venido ejecutando, y que no deben dejarse de emplear. Por ejemplo: realizar producciones escritas, como cuentos, poesías y canciones; elaborar vídeos y diapositivas, y escuchar historias para luego cambiar el final. Asimismo, es importante implementar juegos didácticos como los de asociación de palabras, construcción, modelamiento de roles, teatro y dramatizaciones.
Por último, se invita a los maestros a utilizar su discurso y diálogo pedagógico como herramienta para promover la creatividad del niño. Formular preguntas que obliguen a los estudiantes a pensar y razonar es fundamental. Ejemplo: ¿Cómo actuarías tú en esta situación …?
Asimismo, deben despertar la expectativa de los chicos y permitirles que aporten datos sobre lo ya conocido. Es preciso darles libertad para expresarse, sin desvalorizar sus comentarios, y permiso para inventar. No es lo mismo pedirles "quiero que dibujen una flor roja, de cinco pétalos pequeños y dos hojas verdes", que invitarles a dibujar la flor más hermosa que se puedan imaginar.