El 20 de febrero se celebra el Día Internacional del Gato. Una fecha muy especial que homenaje a los gatos, la segunda mascota más popular del mundo por detrás de los perros. El origen de esta celebración se remonta a al año 2009 en Estados Unidos de la mano del gato de Bill Clinton, llamado Socks. Por desgracia, al animal le diagnosticaron un cáncer incurable y sus dueños tomaron la decisión de someterle a la eutanasia el 20 de febrero de 2009.
Tal y como afirman varios estudios de investigación, los niños que conviven con animales desde la primera infancia crecen más sanos ya que su sistema inmunológico es más fuerte. Además, la relación entre niños y gatos es muy beneficiosa para ambas partes. Con motivo del Día Internacional del Gato, merece la pena recordar algunas lecciones valiosas para enseñar a nuestros hijos a amar a los animales.
Respetar el espacio personal
Convivir con un gato es algo muy agradable, pero hay ciertas reglas que adultos y niños deben comprender desde el primer momento. Una de las más importantes es que, al igual que el resto de animales, los gatos se comunican en gran parte a través del lenguaje corporal.
Por lo tanto, debemos enseñar a nuestros hijos a saber interpretar el lenguaje corporal de los pequeños felinos para que la convivencia vaya sobre ruedas. Por ejemplo, si el gato aplana sus orejas y abre mucho los ojos es una señal muy clara de que está asustado o tiene miedo.
También es esencial tener en cuenta que los gatos necesitan su propio espacio personal. Aunque depende de cada ejemplar, por lo general odian los abrazos y no les gusta que les agobien. Sabiendo esto, los niños deben entender que de vez en cuando tienen que dejarle solo y tranquilo.
La importancia de la responsabilidad
Si hay algo que todos los padres con un gato en casa valoran es lo responsables que aprenden a ser sus hijos. Desde el momento en el que el animal llega a casa, los niños pueden colaborar en algunas tareas, siempre adaptadas a su edad. Si son muy pequeños, pueden hacer cosas simples, como por ejemplo echar comida en el comedero o cambiar el agua.
Pequeñas responsabilidades que van a dejar un poso muy valioso en la vida de los más pequeños. Aprenden que todos los actos tienen consecuencias, así como lo importante que es cuidar de los demás.
Hay que ser pacientes
La mayoría de niños son muy pacientes, y con un animal de compañía en casa aprenden lo importante que es la paciencia en todos los ámbitos de la vida. Cuando el gato llega a casa necesita un tiempo para adaptarse a su nuevo hogar. A esto hay que sumar que los gatos son muy dormilones, y pueden pasarse hasta 16 horas al día durmiendo, repartidas en pequeñas siestas. Lo niños tienen que aprender a respetar los momentos de descanso.
Todas las formas de vida son válidas
Lo primero que deben entender los niños es que existen diferentes formas de vida, y todas deben ser respetadas. Los gatos tienen sus propias costumbres y hacen muchas cosas que quizá los más pequeños no terminan de comprender, así que nuestro papel como padres es explicarles que los animales también tienen sentimientos.
Uno de los consejos más simples para educar a los niños en el amor hacia los animales es tratar al gato con el cariño y el amor que se merece y, por supuesto, llamarle siempre por su nombre. Esto es algo muy sencillo ya que el 90% de las personas que viven con mascotas las consideran como parte de la familia desde el primer momento, según el estudio 'Ciudadano canino, nuestra evolucionada relación con gatos y perros' que ha llevado a cabo la asociación Personas por un Trato Ético hacia los Animales (PETA).
Estos son los mejores consejos para enseñar a los niños a respetar a los animales en el Día Mundial del Gato. Para los más pequeños es muy beneficioso tener una mascota en casa ya que se sienten acompañados, aprenden valores, adquieren responsabilidad y mejoran su autoestima. El papel de los adultos es establecer ciertas normas y explicar con paciencia a los más pequeños todo aquello que necesiten saber.