Embarazo e intolerancia a la lactosa: todo lo que necesitas saber

Embarazo e intolerancia a la lactosa

Embarazo e intolerancia a la lactosa

La gestación es una etapa donde la mujer requiere de una mayor cantidad de vitaminas y minerales. Si presentas intolerancia a la lactosa y estás en embarazo, es importante que sepas que otros alimentos puedes consumir para suplir la falta de nutrientes tan importantes como el calcio y la vitamina D.

Esta sensibilidad se debe a la falta de la enzima lactasa, la cual se encuentra en el intestino delgado y descompone el azúcar presente en la leche y otros productos lácteos y que conocemos como lactosa.

Cada vez son más las personas que presentan la intolerancia a la lactosa en el mundo. Cerca del 60 % de la población mundial, no pueden consumir derivados lácteos.

En España, entre el 19 y el 28 % de la población, presenta algún tipo de intolerancia a la lactosa.

Una cifra alta, pero que no se compara con países como Rusia o Turquía, donde más del 70 % de su población es sensible a la lactosa o con Asia, donde esta condición puede llegar al 95 % de sus habitantes.

Uno de los principales nutrientes que viene de la leche, es el calcio, indispensable durante el embarazo.

En este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber, para que, si eres intolerante a la lactosa y estás en periodo de gestación, tomes las acciones que no pongan en riesgo tu salud ni la de tu bebé.

¿Qué pasa si soy intolerante a la lactosa y estoy embarazada?

El calcio y otros nutrientes presentes en la leche y derivados lácteos son indispensables para el desarrollo óptimo del feto, de manera principal en la formación de huesos y los dientes de tu bebé.

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta muchos cambios que van más allá de lo físico. Es el caso de la sensibilidad a la lactosa debido a las alteraciones hormonales y a un aumento en la cantidad de leche que está produciendo para alimentar al bebé.

Si una mujer embarazada es intolerante a la lactosa, puede experimentar síntomas como hinchazón, dolor abdominal, diarrea, gases y náuseas después de consumir productos lácteos.

Esto resulta incómodo e incluso doloroso, pero, por fortuna, no pone en riesgo la salud de la madre o del bebé. De lo que si debes estar segura, es de obtener los suficientes nutrientes como calcio y la vitamina D, necesarios para una alimentación y un desarrollo fetal adecuado.

¿Qué pasa si no se toma leche durante el embarazo?

La leche y sus derivados lácteos son una gran fuente de calcio, vitamina D y otros nutrientes que resultan indispensables para llevar un embarazo saludable.

El no consumir suficientes productos lácteos, podría ocasionar en la madre, una deficiencia de calcio y otros elementos nutritivos importantes.

La falta de calcio durante el embarazo puede aumentar el riesgo de osteoporosis o fracturas óseas en la madre, además, de afectar el crecimiento y desarrollo del feto.

En el caso de la ausencia de Vitamina D en el periodo de gestación, incrementa el riesgo de otras enfermedades óseas, diabetes gestacional y preeclampsia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la madre haber llevado una buena alimentación y nutrición durante el embarazo, dependerá la salud del niño durante su vida adulta y la probabilidad de sufrir o no de algunas dolencias crónicas.

El consumo de calcio durante el embarazo debe ser de 1200 mg/día, más de lo que debe ingerir una mujer adulta sana que no esté en la dulce espera.

¿Cómo reemplazar los lácteos en el embarazo?

Si una mujer presenta intolerancia a la lactosa o evita consumir productos lácteos durante el embarazo, deberá tener una dieta alimenticia que permita suplir todos los nutrientes que está dejando de ingerir.

Las fuentes de calcio y vitamina D pueden ser alimentos fortificados como el jugo o las ensaladas de frutas, cereales y panes, verduras de hojas verdes, frutos secos y el pescado.

Es importante que, al consultar con un especialista, este determine si será necesario tomar algún suplemento alimenticio que garantice la absorción de los nutrientes suficientes y necesarios durante el embarazo.

Eso sí, de no ser intolerante a la lactosa, es importante que consumas lácteos durante el periodo de gestación, evitando solo aquellos productos que son elaborados con leche cruda.

Al ingerir a diario unos 500 mililitros de leche o de 2 raciones de queso, estás cubriendo cerca del 82 % del calcio que demanda tu cuerpo y el del bebé.

Los mejores alimentos sin lactosa para el embarazo

Durante el embarazo es necesario que lleves una alimentación balanceada y que cumpla con todos los requerimientos nutricionales y proteicos que tanto tú como el bebé necesitan.

Si eres intolerante a la lactosa o los cambios hormonales propios del embarazo, te han llevado a serlo, debes asegurarte de tener fuentes alternativas de calcio, vitaminas, nutrientes y proteínas.

Por suerte, hay muchos alimentos que puedes consumir que, sin contener nada de lactosa, te aportan las vitaminas y minerales necesarios.

  • El salmón es una fuente rica en ácidos grasos Omega-3, proteínas de alta calidad, selenio (Se) y vitamina D que son esenciales para el desarrollo cerebral del feto. También puedes consumir sardinas, bacalao, pescadilla, boquerones y mariscos.

Los pescados pequeños son ideales durante el embarazo, ya que tienen menos concentración de mercurio.

  • Vegetales de hojas verdes como las espinacas, acelgas, los espárragos, el brócoli y los berros, son ricos en hierro, calcio, ácido fólico y vitaminas A y C.
  • Los vegetales de raíz como las zanahorias, la remolacha, el apio, los nabos y los rábanos, te aportarán vitamina A, fibra y potasio.
  • Las legumbres son considerados super alimentos por su alta concentración de proteínas, fibra, hierro y ácido fólico, así que no dejes de consumir frijoles, garbanzos o lentejas.
  • Los frutos secos como las nueces, las almendras y las avellanas son una muy buena fuente de proteínas, grasas saludables, fibra, hierro, calcio y zinc, nutrientes indispensables durante la gestación.
  • Las fresas, la piña, el kiwi y otras frutas son excelentes fuentes de vitamina C, que ayuda a la absorción de hierro y apoya el sistema inmunológico tanto de la madre como del integrante de la familia que viene en camino.
  • Uno de los alimentos ideales para consumir durante el embarazo, si eres sensible a la lactosa, es el tofu. Una fuente importante de proteínas de origen vegetal, calcio, hierro y grasas insaturadas.

La alimentación durante el embarazo es una de las mayores preocupaciones de la madre. Por nada del mundo queremos comer algo que termine haciendo daño al bebé.

Por eso, esperamos haberte dado la tranquilidad de saber que embarazo e intolerancia a la lactosa, si pueden ir de la mano sin problema alguno. Solo es cuestión de que consultes con un médico o dietista especialista, que te guie en los alimentos que requieres y en las porciones suficientes para suplir a los productos lácteos.