¿Cuándo puede convivir un bebé con un perro?

Cuándo puede convivir un bebé con un perro

Cuándo puede convivir un bebé con un perro

Todos los niños -o la mayoría de ellos- sueñan con tener una mascota, sin embargo, como padres, siempre nos preguntamos sobre el momento ideal en el que puede convivir un bebé con un perro.

Un perro se convierte en el acompañante preferido de nuestros hijos, además, les entregan amor e, incluso, apoyo emocional.

Tener una mascota en casa es muy importante, y crear ese vínculo entre ella y el recién nacido, puede traer sus beneficios siempre que se tengan en cuenta algunas recomendaciones de seguridad.

Si tienes en mente ampliar la familia, es crucial que prepares a tu mascota sobre la llegada del bebé, pues, al igual que los seres humanos, tu perro puede experimentar celos al ver que toda tu atención ahora estará enfocada en la nueva personita.

Además, a medida que el niño crece va a querer tocar, agarrar, jalar y estrujar a tu mascota y, por muy entrenado que esté, no sabemos cómo vaya a reaccionar tu amigo peludo, ante estos ataques.

La convivencia entre el bebé y la mascota puede ser una experiencia emocionante, pero debes tener una planificación que te lleve a asegurar la seguridad y el bienestar tanto del recién nacido como del amigo peludo.

¿Qué pasa si un recién nacido convive con un perro?

La convivencia entre un bebé recién nacido y un perro es más que compatible, pero, siempre es necesario que tengas en cuenta todas las medidas de seguridad e higiene que no pongan en riesgo la salud del nuevo integrante de la familia.

Es muy importante que no dejes solo al niño con el animal y que, cada día, observes el comportamiento de tu mascota frente a la presencia del recién nacido.

Cuando un bebé nace, su sistema inmune es muy débil, por lo cual, deberás evitar que el perro lama la cara del pequeño para librarlo de cualquier riesgo de infecciones. Asegúrate también de que tu perro tenga todo su esquema de vacunación al día.

Esto, a medida que el niño vaya creciendo, ya no será un problema.

De acuerdo con varios estudios llevados a cabo en países como Finlandia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, la convivencia e interacción con mascotas desde muy temprana edad, reduce, en gran medida, la posibilidad de sufrir enfermedades respiratorias, infecciones y alergias.

Con supervisión y las medidas de seguridad e higiene adecuadas, la convivencia de un recién nacido con un perro será positiva para todos los integrantes de la familia.

¿Puede un bebé dormir con un perro?

Una cosa es compartir habitación y otra distinta es dormir con un perro. La primera es recomendable, la segunda no tanto.

Un perro siempre trae algo de suciedad en sus patas, por lo que expondrá al pequeño a infecciones y otras enfermedades. Además, existe un riesgo potencial de asfixia, mordeduras, arañazos u otros tipos de lesiones durante la noche.

Aun cuando el perro se muestre amigable y educado en el día, esto no garantiza que su reacción sea la misma durante la noche o mientras duerme.

En cuanto a compartir la misma habitación, es fundamental que el perro tenga su propia cama, alejada de la cuna del bebé y siempre bajo supervisión.

Es importante tener en cuenta que la mascota debe estar sana y limpia para poder compartir la habitación con el bebé. Esto incluye una desparasitación interna y externa, por lo menos, cada seis meses.

Aunque compartir habitación no debería representar ningún riesgo para el recién nacido, siempre lo mejor será que esté en una habitación separada de la mascota.

¿Cómo le afecta a un perro la llegada de un bebé?

Los perros son un miembro más de la familia y, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Learning & Behavior, experimentan emociones como enfado, miedo, felicidad, tristeza, sorpresa y disgusto.

Frente a la llegada de un bebé, estas emociones estarán a flor de piel, más cuando ya no le prestas la misma atención que antes a tu mascota y lo sometes, por ejemplo, a cambios en su rutina que resultan estresantes.

También, los nuevos olores y sonidos presentes en la casa pueden desconcertar a tu perro, generándole ansiedad e inseguridad ante estímulos que, hasta ese momento, eran desconocidos para él.

Su territorio fue invadido por una nueva personita, así que su espacio se verá reducido y lo hará sentir restringido y atrapado.

Para evitar todo esto, debes considerar una preparación previa que incluye familiarizar al perro con olores y sonidos característicos del bebé y haciendo cambios graduales en su rutina diaria.

Enfermedades que transmiten los perros por la saliva

La salud de tu mascota es tan importante como la de cualquier otro miembro de la familia. Con sus vacunas al día y una desparasitación periódica ayudará a disminuir enfermedades que terminen por poner en riesgo a cualquiera de los integrantes del grupo familiar.

Algunas de las enfermedades más comunes que se transmiten a través de la saliva de los perros son:

  • La Capnocytophaga, la cual está presente de manera natural en la boca de los perros y, aunque no genera ningún síntoma en los animales y, aunque en los humanos no es una enfermedad grave, si puede causar náuseas, fiebre alta, dolor de espalda y malestar general.
  • Los Nematodos o lombrices intestinales pueden llegar a la boca del perro cuando lame la zona anal u olfatea sus heces o las de otro animal. Al transmitirse al ser humano, afectan diferentes partes del cuerpo como el tracto digestivo, el sistema respiratorio, la piel y los tejidos musculares.

El más conocido de los nematodos son los Áscaris lumbricoides. La forma efectiva de eliminarlos es con la desparasitación regular.

  • La rabia es una enfermedad viral grave que se transmite a través de la saliva de un animal infectado. Genera fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos.

Si una persona se contagia, deberá ser tratada de emergencia, no hacerlo puede tener un desenlace fatal.

  • La Leptospirosis y la Pasteurelosis también son enfermedades que se transmiten a través de la saliva del perro. La primera causa fiebre, dolor muscular y de cabeza; mientras que, la segunda, provoca dolor e inflamación en el área afectada.

Ambas patologías son tratadas con antibióticos.

¿Qué es mejor para los niños un perro o un gato?

Esto dependerá, en gran medida, del gusto de los padres. Hay quienes son gatolovers y otros que prefieren la compañía de un perrito.

En cuanto a la interacción, los perros requieren mucho más tiempo y dedicación que los gatos que, aunque también disfrutan de las caricias y la compañía humana, suelen ser más independientes.

Los gatos son más territoriales, por lo que son menos tolerantes a la presencia de un nuevo integrante de la familia que invada su espacio.

En el caso de los perros, son las mascotas predilectas de los niños por su interacción y participación en diferentes juegos y actividades.

Aunque ambos son excelentes compañías y contribuirán en el buen desarrollo del bebé, debes tener también en consideración el espacio con el que cuentas, así como tu estilo de vida y de cómo este se puede adaptar de una mejor manera a la mascota.

Siempre será un buen momento para que un bebé pueda convivir con un perro o con la mascota que decidas tener. Eso sí, no olvides tomar las medidas de higiene y seguridad que te hemos dado para que la convivencia se convierta en una maravillosa experiencia de vida.