Las altas temperaturas durante la temporada veraniega, pueden resultar incómodas para todos y en especial para los más pequeños. Por eso, saber cómo vestir a un bebé recién nacido en verano te evitará unos cuantos dolores de cabeza.
Dar a luz en verano, trae sus ventajas. Podrás dar paseos más largos con tu bebé, él recibirá una dosis extra de vitamina D lo que disminuye el riesgo de ictericia (coloración amarilla en la piel provocada por un exceso de bilirrubina en la sangre) y podrás bañarlo con mayor frecuencia y sin temor al resfriado.
Pero, aunque esta sea la época del año más calurosa, es importante que tengas en cuenta que, el nuevo integrante de la familia, debe regular su temperatura corporal.
Seguro que las abuelas del bebé te dirán que es obligatorio abrigarlo muy bien, no importa que afuera hagan 40 grados a la sombra. Pero, ¿Es tan necesario ponerle tanta ropa a la criatura?
Veamos qué tan cierto es esto y tratemos de aclarar todas las dudas que tengas antes de planear unos días de veraneo con tu pequeño recién nacido.
¿Qué ropa se le pone a un bebé recién nacido en verano?
Es común escuchar que los bebés deben estar muy bien abrigados sin importar la época del año. Sin embargo, esto no es del todo cierto.
Durante las primeras 24 horas fuera del vientre de mamá, el niño debe aprender a regular su temperatura corporal con ayuda de la «grasa parda», un tejido distribuido en varias partes del cuerpo del bebé, con alta capacidad para producir calor a través de reacciones químicas.
Después de este tiempo, es capaz de sentir calor o frío igual que cualquier otra persona.
Para estas primeras horas de vida, no importa que estés en pleno verano, es necesario que le pongas una capa de ropa más de la que suelen llevar los adultos, para así ayudarlo a regular su calor corporal.
Después de esto, ya te podrás deshacer de algunas prendas de vestir.
Los especialistas recomiendan ropa hecha de algodón, ya que, esta fibra permite al cuerpo respirar mucho más fácil y evita que el bebé sienta calor en exceso.
Una de las opciones más comunes durante el verano, es llevar al recién nacido con franela y pañal desechable y complementar su teñida veraniega, con un gorro y medias para evitar la pérdida de calor corporal.
Si vas a una zona donde haya mucha corriente de aire, cúbrelo con una mantita de algodón. La muselina, la bambula y el lino también son fibras naturales que se pueden utilizar para vestir y abrigar al pequeño.
Cómo tapar a un bebé recién nacido para dormir en verano
Uno de los principales miedos de los padres, y más si son primerizos, es que el bebé pase frío por las noches, pero, abrigarlos en exceso, tampoco es recomendable.
Empecemos por la ropa para dormir. Esta debe ser de 100 % algodón, poco ajustada y sin detalles como cintas, botones o cordones que puedan poner en peligro al bebé. Durante el verano un body de manga corta o un pijama fresco será más que suficiente.
Como el recién nacido no tiene control sobre sus extremidades y tampoco sabe cuando está en peligro, lo recomendable es evitar sábanas, edredones o mantas durante la noche. La mejor opción será un saco para dormir.
Estos están hechos en diferentes grosores que se adaptan a la temperatura ambiente y de la casa, además, le dará libertad de movimiento sin que existan riesgos ni peligro alguno.
No lo abrigues en exceso, podrías generar fiebre.
Cómo saber si un bebé recién nacido tiene calor
Durante los primeros meses de vida, la temperatura del bebé puede variar bastante, pues, su mecanismo autorregulador no se ha desarrollado del todo.
Los bebés sudan por la cabeza, la espalda y el tórax. Tócalo, y si está muy sudoroso, algo inquieto y con las mejillas rosadas, es muy probable que tenga exceso de calor.
Esta es la forma más acertada de saber si el recién nacido está acalorado, incluso, si sus manos y pies están fríos.
La observación es la clave. Si come bien y hace sus siestas de forma tranquila, es porque se encuentra a gusto con la temperatura. Sí, por el contrario, está inquieto, llora y se muestra renuente a comer, es una alerta para quitar algunas de las prendas de vestir.
¿Cómo debe dormir un bebé en un lugar caluroso?
De acuerdo con especialistas, la temperatura ideal para que un bebé duerma debe ser de entre 19 y 21 grados. Para lograr este ambiente acogedor, puedes encender el aire acondicionado antes de acostarlo, pero apagarlo a la hora de dormir.
Otro truco es cerrar ventanas y cortinas durante las horas de mayor calor, y abrirlas a primera hora de la mañana y al caer la tarde para airear y refrescar bien la habitación.
Para evitar sitios muy calurosos; ubica la cuna, el coche o la camita de tu bebé, alejada de los rayos solares y también, de las corrientes fuertes de aire.
Una buena opción es utilizar un ventilador. Debes tener cuidado que el viento no le llegue de forma directa. Además, puedes ponerlo a máxima velocidad para refrescar la habitación, y bajar a la mínima, una vez que el niño esté acostado.
Trucos para mantener fresco a un bebé en verano
Como lo hemos apuntado a lo largo de este escrito, regular la temperatura en los recién nacidos depende de los papás dado el grado de inmadurez de la autorregulación. Mantener fresco al bebé dará tranquilidad a él y a los padres.
- Una forma de lograrlo es elegir las horas con menos calor para salir a dar un paseo. El momento adecuado se ubica a primeras horas de la mañana o cuando el sol está a punto de caer.
- Evita colores oscuros en la ropa y materiales sintéticos como la licra.
- Nada más relajante y refrescante que un baño con agua tibia antes de dormir.
- Una toallita o esponja húmeda que puedas pasar por su cuerpo de vez en cuando, es de gran ayuda para mantener fresco al bebé.
- Ofrécele leche materna o fórmula láctea cada que lo consideres necesario para mantenerlo hidratado.
- El agua no es recomendada para niños menores de 6 meses.
Ya no tienes de qué preocuparte, te has enterado de cómo vestir a un bebé recién nacido en verano, también uno que otro truco para mantenerlo fresco y cómodo, así que solo te queda poner en práctica estos consejos y disfrutar de las altas temperaturas en familia. ¡Enhorabuena!