La fiebre en los bebés puede ser motivo de angustia para los padres, pero es necesario recordar que, en la mayoría de los casos, esta es una respuesta natural del cuerpo ante una infección, siendo, en un 90 %, los procesos virales la principal causa.
Es importante saber cómo abordarla de forma adecuada para brindarle alivio a tu pequeño y garantizar su bienestar.
Por eso, hemos preparado este artículo en el que te contaremos como aliviar la fiebre de tu bebé en casa de manera segura y efectiva.
Es importante que sepas también, que la temperatura normal deberá ser de 37º, sin importar si la toman oral o axilar.
Entre 37-38º C se denomina febrícula y a partir de 38º C se trata de fiebre. Con más de cuarenta grados ya se habla de fiebre alta y se debe acudir al médico.
Si tomas la temperatura corporal de tu bebé en la boca, ubica la parte alargada y más delgadas del termómetro debajo de la lengua durante 3 minutos.
Si, por el contrario, quieres saber si el niño tiene fiebre con referencia axilar, déjalo durante 5 minutos.
La fiebre puede ser un síntoma preocupante, pero con la información correcta y un cuidado apropiado, puedes estar preparado para enfrentar esta situación con confianza.
Si bien este artículo te proporcionará información valiosa, siempre es importante consultar a un médico para evaluar la condición específica de tu bebé y así recibir un diagnóstico y un tratamiento preciso.
¿Qué hacer cuando el bebé tiene fiebre?
Una vez confirmes que la temperatura corporal del bebé está por encima de los niveles normales, hay algunas medidas que puedes tomar para ayudar a que la fiebre desista.
Para empezar, no cubras al niño con mantas ni ropa extra, ni siquiera si está tiritando. Esto puede impedir que la fiebre baje o hacerla subir aún más.
Si experimenta escalofríos, lo puedes cubrir, pero con ropa ligera.
Asegúrate de que la habitación tenga una temperatura agradable y suficiente ventilación. Además, un entorno tranquilo y relajado para descansar, ayudará a su sistema inmunológico a combatir la infección.
La hidratación es fundamental. La fiebre aumenta la temperatura corporal y provoca una mayor pérdida de líquidos a través de la transpiración.
Ofrece a tu bebé leche materna, fórmula o agua. Si tu bebé es menor de 6 meses y está siendo amamantado, es importante que lo hagas con mayor frecuencia.
Un baño tibio puede ayudar a reducir la fiebre.
Consulta a tu pediatra sobre la dosis adecuada de medicamentos antifebriles, como el paracetamol o el ibuprofeno, de acuerdo con su edad y peso.
Nunca administres fármacos sin consultar con un profesional de la salud.
¿Cuánto tiempo dura la fiebre en un bebé?
La duración de la fiebre en un bebé puede variar dependiendo de la causa y de su respuesta individual.
Por lo general, en los pequeños suele durar entre 2 y 3 días. Sin embargo, en algunos casos puede persistir por más tiempo y se hace necesario consultar con un médico o pediatra.
Es relevante tener en cuenta que la fiebre es un síntoma y no una enfermedad en sí misma. Se trata de una respuesta inmunológica ante la presencia de virus, infecciones, bacterias o enfermedades que afectan el organismo.
Por tal razón, la duración de la fiebre puede depender de factores como la gravedad de la infección, la edad del bebé y su sistema inmune.
La fiebre en los bebés, en la mayoría de los casos, es causada por infecciones virales, como resfriados, gripe, infecciones del tracto respiratorio o gastrointestinales.
Ten en cuenta que cada bebé es diferente, por lo que su respuesta orgánica para combatir la fiebre, también lo es.
Consejos para quitar la fiebre a un bebé en casa
Aunque en muchos casos la fiebre se irá sola pasados un par de días, siempre será oportuno conocer algunas alternativas para impedir que la temperatura siga subiendo.
- Empieza por darle a tu bebé un baño con agua tibia.
Si lo notas tiritando, detente. Es un indicio de que su temperatura corporal está fluctuando y es necesario tomar medidas para mantenerlo cómodo y seguro.
No use baños fríos o con hielo y tampoco fricciones con alcohol, empeoran la situación causando temblores.
Para que el baño con agua tibia sea más efectivo, puedes agregar una taza de vinagre de manzana o dos cucharadas de jengibre en polvo, evitando siempre el contacto con los ojos.
- Las compresas frías en diferentes partes del cuerpo son una de las alternativas más utilizadas en casa, para bajar la temperatura corporal.
Sumerge una toalla suave o un paño limpio en agua fresca y que no esté demasiado fría, luego exprime el exceso de agua
Coloca la compresa en la frente, el cuello, las muñecas y los tobillos del bebé. Estas áreas tienen una gran cantidad de vasos sanguíneos que ayudarán a enfriar el cuerpo de manera efectiva.
A medida que la compresa se caliente, reemplázala con una nueva.
- Es necesario que el bebé aumente la ingesta de líquidos para que no se deshidrate. Una sopa nutritiva le vendrá muy bien.
Si es un lactante, amamántalo con mayor frecuencia para que recupere el líquido que pierde a través del sudor febril.
- El té de manzanilla es ideal para controlar la fiebre en bebés.
Prepara una infusión suave y luego dejar que se enfríe a temperatura ambiente, puedes darle a tomar un poco o usarla para humedecer una toalla y ponerla en la frente del bebé.
- La cúrcuma es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, a sí como por ayudar a aliviar la fiebre y sus síntomas asociados.
En un vaso de leche agregamos una cucharada de cúrcuma y tenemos un remedio casero y natural muy eficaz para bajar fiebre en los niños.
Aunque son alternativas caseras muy conocidas y utilizadas, es importante que seas consciente de que no todos los bebés reaccionan de la misma manera y que, incluso, algunos pueden ser alérgicos a la manzanilla, la cúrcuma o cualquier otro elemento.
Conclusión
Sabemos que, frente a un quebranto en la salud de tu bebé, la preocupación aparece de manera automática; sin embargo, es importante mantener la calma para saber qué medidas tomar.
Aunque te hemos dado algunos prácticos consejos sobre cómo quitar la fiebre a un bebé en casa y que, de seguro, serán de gran utilidad, lo mejor siempre será consultar con tu pediatra o médico de confianza.