Si hay algo importante para los niños es la educación. Es lo que les permitirá aprender conocimientos para la vida, incluyendo valores y desarrollo de la personalidad. Habitualmente, se enseña con el sistema tradicional, el cual cada vez es más criticado por su rigidez.
Por ello, están surgiendo alternativas con fuerza. Una de las más famosas es el método Montessori, el cual es una alternativa a la educación tradicional. Es más, realmente hay muchas diferencias entre un sistema y otro. ¿Quieres conocerlas? Pues te traemos las 7 diferencias entre ambos.
Las 7 diferencias entre el método Montessori y los métodos tradicionales
El sistema Montessori se centra en los niños, estimulando su autonomía y con una mayor individualización. Este sistema tiene más diferencias con respecto al tradicional, las cuales van más allá del currículum educativo.
Diferente objetivo: Montessori busca el desarrollo integral
Lo habitual en la educación es buscar que los niños tengan conocimientos y que se integren en la sociedad. Para ello, se realizan varios cursos escolares con un plan de estudios que los niños irán superando.
En cambio, el método Montessori busca el desarrollo integral. Eso hace que los niños creen su propio plan individualizado, adaptado a sus intereses personales. Es más, el sistema es flexible según las necesidades y gustos del niño.
Aprendizaje activo
El sistema tradicional se basa en un sistema pasivo. Consiste en una clase de varios alumnos, con un profesor que es el centro de todo y es el que controla lo que se enseña y lo que no.
Este sistema le da una vuelta de tuerca, pasando a ser un sistema activo. Aquí los niños son los protagonistas, siendo totalmente responsables de lo que aprenden. Los profesores enseñan, pero lo hacen más como una guía que como un jefe.
Entornos diferentes según la edad
Todos sabemos cuál es el entorno habitual en el sistema clásico. consiste en una mesa para el profesor y varias mesas para los alumnos, las cuales le miran fijamente. Este sistema se mantiene en todas las clases, incluso en la educación para adultos.
El sistema Montessori tiene aulas, pero son con una distribución diferente según la edad. Al ir cambiando la distribución de las mesas y las sillas, se va adaptando a las necesidades de los más pequeños, los cuales podrán aprender más según sus intereses.
Material manipulativo
El material habitual en el sistema tradicional es el libro de texto, el cual se usa en casi todas las asignaturas. Este material es fijo y no se manipula, dejando el material manipulativo relegado a algunas asignaturas como educación plástica.
En cambio, Montessori apuesta por un material manipulativo en todas las asignaturas, con el fin de que los estudiantes aprendan de una forma más dinámica. Este material va cambiando según las necesidades del niño y su edad.
Sin exámenes
Desde muy pequeños, los niños son sometidos a exámenes en el sistema tradicional. Un examen consiste en una prueba de evaluación del conocimiento, con una nota numérica que suele ir del 1 al 10.
Montessori no cree en este sistema de evaluación, así que no tiene exámenes. Simplemente se centra en que cada niño aprenda a su ritmo, sin que haya evaluaciones. Lo que sí que incentiva es el trabajo en equipo y el cooperativismo.
Los errores están permitidos
Lo normal en el sistema educativo es minimizar el error y tratar de hacer un examen perfecto. El problema de este sistema es que genera miedo al fracaso y ansiedad en algunos alumnos.
Por este motivo, este sistema permite el error y no le da importancia. De hecho, cree que los errores son parte del aprendizaje. Es más, motiva a los niños a experimentar, cometer errores e ir aprendiendo de ellos. Con esto, se busca la aceptación del error y el aprendizaje sin presiones ni ansiedades.
Diferente método de aprendizaje: menos memorización y más pensamiento crítico
Todos hemos tenido que memorizar mucho texto cuando éramos pequeños, ya que la mayoría de asignaturas incentivan la memorización. El sistema consiste en memorizar y plasmarlo en el examen, reproduciendo lo aprendido.
El problema es que muchas veces te limitas a memorizar y no razonas. Por ello, Montessori incentiva más el pensamiento crítico, la comprensión y la capacidad para reflexionar por sí mismos. De este modo, entenderán lo que aprenden.