No todos los padres entienden la importancia que tiene en la educación de sus hijos aprender inglés desde la primera infancia. El inglés en la educación temprana es un recurso muy valioso ya que permite el dominio y una incorporación más rápida y efectiva de los conocimientos. Además, el inglés abre las puertas a un mundo de posibilidades a lo largo de la vida. Los niños aprenden a través del juego y el hecho de que no sea concebido como una obligación hace que disfruten del aprendizaje. Existen numerosos recursos para que aprendan inglés desde casa.
Ventajas de que los niños aprendan inglés
Muchas personas creen que aprender un idioma como segunda lengua a temprana edad traerá consigo problemas para aprender la lengua materna y desarrollar el lenguaje. Sin embargo, está demostrado que saber otro idioma no presenta ninguna desventaja para los niños, sino más bien, todo lo contrario.
A los niños les resulta más fácil aprender cuanto más pequeños son. Su cerebro es como una esponja que absorbe una gran cantidad de información y puede procesarla de tal forma que el aprendizaje sea natural.
Algo muy común entre los adultos que están intentando aprender un idioma es tener vergüenza de su pronunciación. En cambio, los niños no tienen ningún problema para hablar en otro idioma, así que practican mejor la pronunciación ya que no tienen miedo de ser corregidos o de las opiniones de los demás.
Aprender inglés también conlleva conocer una cultura nueva, lo que puede mejorar el desarrollo intelectual y promover mente más abierta.
Saber inglés se traduce en tener mejores oportunidades de empleo en el futuro ya que casi el 40% de las empresas requieren el dominio de este idioma. Sin embargo, no solo mejorarán sus posibilidades laborales, sino que aun siendo niños podrán acceder a una mejor educación. Si los niños ya dominan el inglés, podrá estudiar en un colegio bilingüe sin ningún inconveniente y continuar perfeccionando sus habilidades.
Y, por último, como el inglés es uno de los idiomas más hablados en el mundo, los niños que dominen esta lengua tendrán la capacidad de comunicarse con un mayor número de personas.
¿Cómo enseñar a los niños inglés desde casa?
No hay mejor manera de enseñar inglés a los niños que a través del juego. Utilizar el juego como recurso educativo para enseñar inglés fomenta el interés en los niños, estimula su atención y facilita el aprendizaje. Existen un gran número de juegos para enseñar inglés a los más pequeños, desde los puzzles hasta el tradicional ahorcado.
Siempre es buen momento para escuchar música en inglés, tanto si estás jugando con los niños o disfrutando de una tarde de baile en casa. La música es una herramienta sencilla y divertida de que los más pequeños desarrollen su oído y se acostumbren al idioma mientras pasan un rato divertido. En Internet podrás encontrar música en inglés para los niños, y a medida que los niños vayan dominando el vocabulario también podrás animarlos a cantar los temas para que ejerciten la pronunciación.
Las series y películas infantiles en inglés también son un recurso educativo excelente para que los niños aprendan inglés desde casa. De esta manera pasarán un rato entretenido mientras mejoran su pronunciación, amplían su vocabulario y aprenden a construir nuevas expresiones. En Internet o en las plataformas de streaming podrás encontrar muchas series y películas infantiles apropiadas para todos los niveles de aprendizaje.
Leer con los niños es una gran oportunidad para pasar tiempo de calidad en familia y, de paso, enseñarles inglés. Ya leas tú en voz alta o tus hijos, existen muchos libros infantiles en inglés que mejorarán la ortografía de los más pequeños y les ayudarán a familiarizarse con esta lengua. Lo ideal es comenzar por libros interactivos y con poco texto para se vayan familiarizando con las palabras. A medida que ganen vocabulario podrás ir introduciendo lecturas más complejas.
Procura que niños interactúen con otros niños o personas que hablen inglés. Claro, en su justa medida para que no se sientan intimidados. Además, puedes aprovechar las situaciones cotidianas para poner en práctica el inglés. Por ejemplo, podéis nombrar los colores de los coches que veis por la calle o nombrar los alimentos mientras cocináis.