Cómo preparar un mini-convite
Cuando era pequeña mi abuela me hizo un regalo maravilloso: la piscina tropical de Barbie. Había tumbonas, palmeras, flotadores y una barbacoa donde podías “cocinar” unos chuletones de ternera con rodajas de piña (recordemos que se trataba de una piscina tropical). También había platos, vasos y cubiertos a medida de las pequeñas manos de Barbie y sus invitados.
Un juguete con el que pasé unas cuantas horas divertidas, sobre todo cuando me dejaban llenar la piscina de agua. No me acuerdo bien cuándo y por qué desapareció, pero a menudo me acuerdo de esos mini-convites que montaba para los amigos de Barbie.
Lamentablemente el pasado pasado está y ya no tengo la edad para jugar. O eso creía hasta hoy.
Sí, porque al parecer anda por ahí suelta una tendencia (qué miedo me da esta palabra) procedente de Asia que promete resucitar esos mini-convites de mi infancia.
Intentad poner en algún buscador las palabras “mini food” o “tiny food”. El resultado es un chorro de vídeos y blogs en los que algún aficionado prepara comida en miniatura delante de una cámara utilizando mini-utensilios, mini-cubiertos y por supuesto mini-ingredientes.
Hay tortitas con jarabe de arce, pizzas, noodles, hamburguesas, sushi. Todo se prepara en una mini-cocina y con la punta de los dedos.
Algo muy parecido a lo que hacía Barbie en los vídeos en stop motion de la food stylist italiana Roberta Deiana de los que hablaba hace más de un año y medio en este blog.
No sé lo que vino antes, pero según parece la mini-cocina tiene tirón en ese loco mundo paralelo en el que también vivimos: las redes sociales. Lo cual significa que el mini-food también es un negocio. Ya sabemos que las redes sociales sirven o para presumir gratuitamente de nuestras vidas o para ganar dinero en función de la audiencia.
Además, alguien tendrá que fabricar y vender esos mini-utensilios. ¿No?
Si dejamos de un lado su eventual rentabilidad económica, el mini-food me parece un ejercicio bastante inútil. Inútil y dependiendo de los casos hasta dañino.
En el canal de Youtube Miniature Space hay una mini-carbonara que se prepara con cebolla de verdad, panceta, espaguetis, aceite, pimienta, huevo. ¡Nata y una mini-loncha de queso fundido! Y aquí tengo que hacer una pausa.
Vale que tiene mérito preparar un plato en miniatura, pero por lo menos, no nos inventemos las recetas. Como he escrito varias veces, la carbonara sólo admite los siguientes ingredientes: la pasta, el guanciale (papada de cerdo o panceta), el huevo, la pimienta negra, el queso Pecorino romano. Y esto vale independientemente del tamaño del plato y del convite.