Lo sé. Todavía no han cerrado las piscinas y seguimos durmiendo en manga corta. Pero empieza a soplar un aire fresco y melancólico, ha empezado el colegio y las ganas de hundir hasta la nariz en un buen trozo de sandía se ven claramente amenazadas por el deseo de una sopa caliente. Esto es así (por lo menos en mi casa).

El otoño es mi estación favorita, también desde el punto de vista culinario. Es volver de las vacaciones y empezar a fantasear con hornos encendidos y ollas que borbotean en el fuego un domingo por la mañana. Da igual si fuera todavía hace calor.

Así que hoy con este post me adelanto a dos cosas que van a pasar en más o menos once días: a la llegada del otoño y a la salida de un recetario que recopila 32 estupendas recetas de sopas, desde las más tradicionales hasta las más exóticas.

‘Súper sopas. Para comidas completas’ –así se titula el recetario publicado por Lunwerg– es un libro muy práctico con trucos y consejos, aparte de ideas, para que nuestra sopa salga perfecta.

Cuánto tiempo tienen que estar en remojo las legumbres, cómo cortar y lavar las verduras, qué utensilios utilizar para mezclar y batir, cómo rehogar la cebolla y el ajo con el aceite para que el plato adquiera más sabor, cómo rematar la presentación con queso y pan crujiente. Conocimientos básicos para los que aman cocinar, trucos necesarios para los que no saben por dónde empezar.

Minestrone a la milanesa, bortsch (sopa rusa a base de remolacha, una auténtico tesoro culinario), una clásica sopa de espinacas y garbanzos, una sopa tailandesa con pollo. Contradiciendo la fama que las precede, las sopas, por lo menos las recopiladas en este libro, son todo menos aburridas.

Fin de los potajes tristes que nos perseguían de pequeños, ha llegado la estación de las súper sopas.

Imágenes, cortesía de Lunwerg: Crema de tomate con albóndigas, Harira; Portada del libro 'Súper sopas. Para comidas completas'