Vinicius ha conseguido ser el centro de las polémicas del fútbol español. Con sus actitudes y las faltas que padece ha logrado que se hable de él por encima de cualquier otro futbolista. Por España han pasado jugadores brasileños que han sido campeones del mundo como Vavá y Didí y una serie de compatriotas suyos, grandes figuras, Pereira, Levinha, Bebeto, Mauro Silva, Rivaldo, Ronaldinho, Djalminha, Roberto Carlos y Casemiro, que no era un angelito, y no recuerdo que ninguno de ellos fuera jugador silbado en todos los campos de España y que tuviera más que adversarios, enemigos en muchos equipos. Neymar también tuvo problemas, pero menos. Ahora Dani Alves no es un ejemplo pero por razones extradeportivas y condenables.
A Vinicius es cierto que le marcan muy de cerca. Es verdad que recibe entradas que le impiden jugar libremente de todos los partidos, pero también es cierto que él mismo provoca a los contrarios con palabras y gestos que no le benefician y peor aún, perjudican a su equipo.
Parece que lo ocurrido en Mallorca ha superado todos los registros. El mismo entrenador madridista, Ancelotti casi lo sacó del campo hacia los vestuarios en previsión de que tuviera alguna de sus salidas de pata de banco. Cuando se besa el escudo el Madrid en la cara del adversario, éste piensa que lo minusvalora y menos aún si, como cuenta uno de sus contrarios, le dijo que cuando acabara en el fútbol tendría que trabajar mientras él sería muy rico.
En el Madrid ya le han pedido que se dedique a jugar al fútbol y no se entretenga buscando discusiones. Todos hemos visto las ganas de participar en conflictos que tiene en cada encuentro. Suceda lo que suceda, aunque ocurra lejos de su posición, acaba acercándose a participar en el asunto. Claramente tiene tendencia a la bronca y ello lo saben en el club que ya le han recomendado que se aleje de estos conflictos. Ancelotti comentó hace unos cuantos días lo inconveniente que es para el equipo que participe en lo que le atañe y lo que es cuestión en la que debe permanecer al margen.
No es de recibo que sufra tantas faltas. No es defendible que los defensas le corten jugadas en las que por su rapidez es casi imparable, pero al tiempo todos hemos victo gestos que en otros futbolistas habrían sido motivo de amonestación. En el Madrid destaca Rodrygo que también es brasileño y tan buen jugador como él, y como todos los delanteros hábiles y que llevan peligro al área contraria los zagueros tratan de robarles el balón aunque sea de manera sancionable. Dicho todo esto, quiero subrayar, que Vinicius es jugador que se gana las broncas él solo. No es normal que en todos los campos de España le silben y hasta le insulten. Nunca será bendecido que se cuelgue su muñeco en un paso elevado y se le insulte a veces de irracional. No obstante, él se gana parte de lo que le sucede.
Posdata. Nunca entenderé las razones por las cuales Peter Lim juega a arruinar al Valencia. ¿Sólo por vender las parcelas de Mestalla? ¿Únicamente por hacer negocios de compraventa con su amigo Jorge Mendes?