Lo ocurrido el pasado domingo en el estadio Mestalla de Valencia, donde se prodigaron cánticos e insultos racistas contra el delantero del Real Madrid Vinícius Junior, ha generado una ola de protestas e indignación nacional e internacional ante unos hechos en los que, además de los racistas que le insultaban, tienen responsabilidades el Valencia Club de Futbol y el árbitro del partido.
El Club valenciano, porque no actuó como debió cuando comenzaron los insultos racistas contra Vinícius nada más llegar el autobús del Real Madrid al estadio de Mestalla y a los grito de ‘Vinicius eres un mono’ (de lo que existen muchas grabadas imágenes de televisión).
Lo que debió provocar que, antes del inicio del encuentro, el Club debió de hacer un llamamiento y una advertencia a los hinchas racistas utilizando los altavoces del estadio, incluyendo severas advertencias a los espectadores más radicales.
Los que no pararon de lanzar sus proclamas racistas contra Vinícius durante el encuentro, como se vio y se escuchó durante la retransmisión del partido. Y todo lo que ha hecho el Valencia C.F. es decir que ya ha identificado a uno de los racistas y que ese no volverá a entrar al estadio (sic).
Y el árbitro De Burgo Bengoetxea también es corresponsable porque, visto lo que estaba pasando antes y durante el encuentro, debió de suspender el partido.
Y presentar ante los directivos de La Liga un duro informe para que tomen las medidas y decisiones oportunas. Como debería haber sido la repetición del partido a puerta cerrada, y la advertencia de cierre del Estadio en caso de que se repitan los incidentes.
Los que han tenido una amplía repercusión deportiva y política en España, en plena campaña electoral, con declaraciones contra el racismo de todos los partidos políticos. Y también en el ámbito internacional, tanto en la FIFA como en Brasil, país desde donde se han lanzado muchos mensajes de apoyo a Vinícius, incluido el del presidente Lula da Silva.
Por su puesto no es la primera vez que el racismo aparece en los estadios del fútbol español. Hace años esto mismo le ocurrió a Sanuel Eto’o cuando jugaba con el Barcelona. Pero ahora se ha puesto de moda en ciertos clubs y esto o se para en seco o irá a peor y a mucho más.