Un avión privado en Coirós

Un avión privado en Coirós

PixabayAvión pequeño

No tengo ni idea de cuántos pilotos de aviación puede haber en Coirós.

Probablemente ninguno; igual que en Aranga.

Pero, en Oza-Cesuras, es otra cosa.

Puede que el municipio gallego de cinco mil habitantes con más pilotos por metro cuadrado sea Oza-Cesuras.

El primer aviador fue mi suegro, Tito Seoane, que atravesó la barrera del sonido en 1957.

Luego vinieron otros muchos y, entre ellos, mi marido, hoy felizmente jubilado, tras volar 40 años por el mundo varios tipos de aviones comerciales.

Ninguno era suyo.

No hay nadie que viva alrededor del Monte do Gato, ni siquiera en Coirós, que posea un avión privado.

Ni una empresa, ni un grupo empresarial, que disponga de avión propio.

Lo más que tenemos por aquí, es un tractor.

Algunos francamente bonitos, como el tractor azul de Andrés, que vive al lado de un castro, el castro de Valló, que ha cuidado con primor toda su vida para que lo disfruten los que vengan detrás de nosotros.

Sé que estos días no se encuentra bien Andrés, así que aprovecho para enviarle desde estas líneas, con admiración y afecto, un abrazo y mucho ánimo para que se mejore muy pronto.

“Eso mata todo”, me dijo un día en el que nos encontramos en el Monte do Gato.

Él iba a bordo de su tractor azul, yo paseando.

Una pareja de tartarañas cincetas (Circus pygargus) recién llegadas del África subsahariana para la cría entre los toxos florecidos de amarillo cicleaba sobre un cielo tan azul como su tractor.

“Eso mata todo”, me dijo Andrés cuando le pregunté qué pensaba de los proyectos eólicos.

“Mata las flores, mata los pájaros, mata todo”.

Espero que no haya leído últimamente la prensa con la noticia que salió hace unos días: que la Xunta de Galicia ha declarado iniciativa empresarial prioritaria el Parque Eólico Felga, el Parque Eólico Gato y el Parque Eólico Penas Boas del Monte do Gato para suministrar energía renovable a un grupo empresarial de Padrón que ha llegado a volar tan alto que disfruta de avión privado.

Hay una anécdota muy graciosa que viene al caso, cuando viajando Camilo José Cela en avión, escuchó al comandante de la aeronave decirle:

“Está usted en su avión”.

“No ofrezca lo que no es suyo”, le espetó el escritor al comandante.

Yo tampoco soy quién para ofrecer a quienes pilotan este gran grupo empresarial una visita al Monte do Gato antes de que se destruya gravemente para suministrar energía renovable a su empresa, porque no es mío.

Pero oigan: tampoco es de ustedes.

Ni siquiera es de la Xunta de Galicia para ofrecerlo a un grupo empresarial por mucho avión privado del que dispongan.

El Monte do Gato es del Bien Común, eso que a veces se nos olvida.

Es decir: ni suyo, ni mío, ni de ustedes, ni de nadie.

Es monte público.

Es de todos nosotros, también de los que aún no han nacido, por la extraordinaria riqueza que posee su Patrimonio Cultural y Natural.

No en vano es la Zona Núcleo y Zona de Protección de la Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo.

Según el informe científico recién emitido por el MaB de la UNESCO, los proyectos Parque Eólico Felga, Parque Eólico Gato y Parque Eólico Penas Boas están mal emplazados por haberse proyectado en las Áreas de Exclusión Eólica que son la Zona Núcleo y la Zona de Protección de una Reserva de Biosfera.

Si cooperan para la destrucción irreversible del Patrimonio Cultural y Natural del Monte do Gato, van a poder contemplarla de maravilla desde su avión privado, mientras emiten a la atmósfera toneladas de Gases de Efecto Invernadero.

Sobre el autor de esta publicación

Mónica Fernández-Aceytuno

Nace el 4 de mayo de 1961 en Villa Cisneros (Sáhara Español).

Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid se dedica desde 1991 a la divulgación de la Naturaleza en la prensa por lo que obtiene en el año 2003 el Premio Nacional de Medio Ambiente “Félix Rodríguez de la Fuente de Conservación de la Naturaleza” por su labor de difusión, y en el año 2007 el Premio Literario Jaime de Foxá.

El dos de octubre de 2008, se le entrega la Medalla de Honor del Colegio de Ingenieros de Montes al Mérito Profesional por su actividad en la prensa y en Internet.

Es columnista de ABC desde 1997, y colabora asiduamente en el suplemento NATURAL de ABC.

En 2007 funda el portal de la Naturaleza www.aceytuno.com, del cual es editora.