A medida que se acercan las elecciones del 28-M el CIS de Tezanos, que ya huele la victoria del PP que ellos esconden, va reduciendo la ventaja con la que hace solo 10 días le daba la victoria al PSOE sobre el PP.
Y por ello en su última encuesta municipal ahora da a Sánchez una ventaja de 2,3 puntos por delante de Feijóo, mientras hace sólo unos días el CIS le ofrecía al PSOE una diferencia a su favor de 4,4 puntos sobre el PP.
Lo que viene a decir que, en apenas una semana, Sánchez ha perdido casi el 50 % de la ventaja que le llevaba a Feijóo. Y lo que demostraría una clara tendencia a la baja y muy acelerada del PSOE. Al que todas las encuestas independientes le anuncian la derrota municipal en votos y en concejales en toda España el próximo 28-M.
Las trampas de Tezanos son muy variadas y por ello, y aunque reconoce la subida de un 1,2 % para Vox a los que sitúa en un escaso 8 %, también le ‘regala’ a Podemos un 8 % en base a un batiburrillo de partidos pequeños. Y para completar la farsa el CIS le mantiene vivo a Cs con un 2 % y otro 2 % se lo aplica a Más Madrid.
En fin, otra pasada más de Tezanos, quien ya empieza a recular porque la jornada electoral del 28-M está muy cerca y entonces llegará la hora de la verdad y de contrastar las encuestas del CIS con los resultados.
Esta última que Tezanos califica con ‘flash’ parece que se la va a tener que comer con patatas el director del CIS en tan solo cinco días. Pero Tezanos no dimitirá, como no dimitió cuando fracasó con sus pronósticos durante las últimas elecciones de Andalucía y de Castilla y León.
Sobre todo porque Tezanos todavía tiene pendientes los comicios generales del mes de diciembre y es ahí donde, probablemente, hará su último servicio a Sánchez. Y si, como parece, el PSOE pierde dichas elecciones entonces llegará el momento de la marcha de Tezanos y puede que en el CIS se abra una investigación sobre lo ocurrido, y manipulado, en los últimos cinco años.
Pero mientras tanto este personaje, capaz de todo y sin escrúpulos, seguirá con sus encuestas fantasmales de propaganda sanchista a la espera de que un milagro, que no llegará, algún día las convierta en realidad.