El fracaso de la Ley Montero (que no tiene arreglo aunque se reforme pero solo para futuros nuevos delincuentes), los insultos a los empresarios, la fuga de sus dirigentes, sus problemas con las ‘confluencias’ y la falta de acuerdo con Yolanda Díaz (a la que también han insultado’, están llevando a Unidas Podemos a una pésima situación política y electoral.
Y para colmo en la guerra de Ucrania los de Podemos están con Putin y se oponen a que España envíe tanques Leopard al ejército de Zelenski.
Un compendio de despropósitos del que no sacarán rédito electoral y puede arrastrar a Pedro Sánchez y al PSOE por cuanto los votos y escaños de UP son imprescindibles para Sánchez, si quiere mantener y renovar el gobierno de coalición.
Además, UP no tiene líder, porque Montero y Belarra están bajo mínimos y el regreso de Iglesias sería complicado. Y probablemente derrotado (como le ocurrió en Madrid) por el tándem, cada vez más sólido, de Díaz y Errejón, a los que se les acaba de unir, en Canarias, y con un nuevo partido regional Alberto Rodríguez. El que fue hasta hace poco el número tres y secretario de organización de UP.
O sea, que la supervivencia de Podemos depende ahora de su capacidad de someterse sin exigencias ni condiciones al liderazgo de Yolanda Díaz. La que además cuenta con el apoyo de IU, PCE, MP, ECP, Compromís, Marea, el nuevo partido canario de Rodríguez y puede que con Adelante Andalucía.
Una amplia plataforma de partidos nacionales, regionales y locales bajo la marca ‘Sumar’, mientras UP no cesa de restar y está a punto de sufrir en el Gobierno la desautorización de Montero y la rectificación de su Ley del ‘sí es sí’, que pronto alcanzará el número de 300 violadores y agresores sexuales a los que ha rebajado sus condenas la ley de Montero. Delincuentes de los que 30 han recuperado la libertad y podrían reincidir atacando a sus víctimas.
Una Ley Montero que, aunque se rectifique, acabará mejorando a todos los delincuentes condenados hasta ahora porque es de obligada aplicación. Y solo dejará de aplicarse a futuros condenados a partir de la entrada en vigor de la esperada reforma, si es que finalmente la llevan a cabo.
Y cuidado con el impacto social y político de esta demencial Ley porque podría aumentar gravemente si alguno de los condenados ahora puestos en libertad (hay uno condenado por 17 violaciones) reincide y acaba matando o agrediendo otra vez a la víctima por cuya agresión fue condenado.
De manera que veremos el impacto electoral que contra Podemos tiene la Ley Montero. Una chapuza monumental como la de la Ley Trans. O como las reformas de los delitos de sedición y de malversación del Código Penal, que lejos de favorecer a los golpistas catalanes, como Sánchez y Aragonés se esperaban, no les rebaja las condenas tanto como ellos pretendían, porque la supresión de la sedición prima las condenas y altas penas por malversación.
Lo que impedirá a Junqueras, que seguirá inhabilitado, presentarse a las próximas elecciones y favorecerá la extradición a España de Puigdemont, precisamente por el delito de malversación.
Todo esto que enmarca la relación de UP con el PSOE dentro del Gobierno de Pedro Sánchez es tan asombroso como preocupante, y debería de sufrir un castigo contundente y ejemplar en las elecciones municipales del mes de mayo. De lo contrario estaríamos ante un abandono de responsabilidades de una buena parte de la ciudadanía española, lo que no debería pasar.