Con la desvergüenza política que le caracteriza, y después de destrozar las instituciones del Estado, la unidad constitucional y la concordia en toda España en beneficio de su investidura, Pedro Sánchez le ha pedido al PP ‘cordura y mesura’ en sus manifestaciones en contra la Ley de amnistía.
Y dice semejante disparate un Sánchez que está dispuesto a amnistiar a los terroristas y malversadores del golpe de Estado catalán de 2017, que hoy son prófugos de la Justicia Española y han sido condenados o están imputados por terrorismo y por malversación.
Y pide Sánchez ‘mesura y cordura’, tras conceder a estos sus cómplices en la investidura un sin fin de regalos inconstitucionales con las que ha comprado sus votos y pagado sus chantajes, desarbolado el Estado de Derecho y rompiendo la ‘Nación Española’ y el ordenamiento jurídico español, en favor de los separatistas vascos y catalanes.
Así como ha roto la igualdad constitucional ante la malversación y en las CC.AA., y la unidad fiscal y la caja de la Seguridad Social del Estado en el solo beneficio personal de Sánchez para ser investido presidente.
Y sin más motivación que un flagrante ‘do ut des’ (‘te doy para que me des’) con el que se desmonta por si solo -como se acredita en los documentos de los pactos ya firmados- el falso argumento de la búsqueda de la ‘conciliación’ en Cataluña que figurará en el preámbulo de la Ley de amnistía que pronto vamos a conocer.
Cuando lo que Sánchez está provocando hoy es la ruptura de la concordia nacional española y puede que un enfrentamiento civil, esperemos que político, del que solo Sánchez será el único y el gran responsable.
Por lo que este dinamitero de la concordia nacional y de las instituciones del Estado que es Sánchez debería de medir sus palabras en lugar de echar más gasolina a la hoguera de su insaciable vanidad y ambición de poder que acabará muy mal, por más que piense que después de su investidura todo volverá a la ‘normalidad’.
Lo que será imposible cuando la gran mayoría de los ciudadanos están en las calles contra estos destrozos del Estado. Como lo están todas las asociaciones de los jueces, fiscales y abogados del Estado. Y el Consejo General del Poder Judicial, los inspectores de Hacienda, los altos cargos de la Seguridad Social y sindicatos de Renfe y Adif.
Todos contra la amnistía y concesiones de Sánchez y puede que camino de una huelga general institucional de los más altos ‘cuerpos’ del Estado que podría paralizar el país.
Y todavía ¿pide este Terminator a la española que es Sánchez ‘mesura y cordura, mientras deambula por la escena nacional con un lanzallamas en las manos? Esto acabará mal, y ojalá y ello es muy importante que sin violencia de ningún tipo. Y a sabiendas que la única violencia que conocemos, física y política, fue la del golpe de Estado catalán de 2017. La que ahora Sánchez pretende amnistiar.