Sánchez adelanta elecciones por temor a una rebelión en el PSOE

Sánchez adelanta elecciones por temor a una rebelión en el PSOE

EFEPedro Sánchez adelanta las elecciones generales al 23 de julio

La decisión del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez de disolver las Cortes y adelantar las elecciones generales al 23 de julio, asumiendo así la responsabilidad de la derrota electoral del 28-M, es una decisión impecable desde el punto de vista democrático.

Una decisión que Sánchez ya tendría tomada desde hace tiempo porque conocía la derrota que le esperaba y temía una rebelión en el PSOE por parte de sus barones, altos cargos y los miles de militantes que estaban colocados en las Comunidades y Ayuntamientos del PSOE y que se han quedado sin trabajo por culpa de Sánchez y de sus pactos Frankenstein. 

Pero, a la vez, el ‘adelanto’ de Sánchez incluye un movimiento táctico muy arriesgado en el tablero nacional. Porque Sánchez ha pasado de la defensa al ataque jugado un ‘gambito’ de Dama, con el que sacrifica siete meses de la legislatura a cambio de una pretendida victoria electoral el 23 de julio en la creencia de que los pactos del PP con Vox le darán una oportunidad.

Desde luego Sánchez no consultó su adelanto electoral con su Ejecutiva ni con el Comité Federal del PSOE, que es donde se sientan la mayoría de los gobernantes locales y autonómicos que han sido desalojados por el PP de sus posiciones de poder en Comunidades y Ayuntamientos. Y que son los que piensan que Sánchez es el culpable de sus derrotas por causa de sus pactos Frankenstein y los que podrían denunciar a Sánchez.

Y a los que ahora Sánchez querrá ‘compensar’ ofreciéndoles para el 23-J las cabeceras de las listas del PSOE en sus circunscripciones provinciales, para que disputen una revancha contra el PP. Partido Popular que, por el adelanto electoral, no tendrá mucho tiempo para expandir su nueva influencia en las autonomías y alcaldías conquistadas.

Sánchez también cree que, dado que el PP ganó las municipales con una ventaja de 700.000 votos sobre el PSOE, ellos solo necesitan recuperar 400.000 votos para ganar las elecciones generales si logran movilizar a la izquierda con el ‘espantajo’ de que Vox llegará al Gobierno de España de la mano del PP. Que fue lo que en 2008 hizo Zapatero para PODER movilizar a la izquierda y derrotar al PP.

Como pensará (si es que lo ha estudiado) Sánchez que la celebración de las elecciones en plena temporada de vacaciones de la segunda quincena de julio le puede beneficiar más al PSOE que al PP. ‘Los pobres no veranean’, le habrá dicho un asesor.

Así mismo Sánchez quiere evitar ser, durante siete meses, un ‘pato cojo’ -como dicen en EEUU del presidente al que le queda poco de su mandato- aunque lo que quizás no sabe Sánchez o no quiere reconocer es que se puede haber convertido en un zombi. Y tiene de cara el viento del ‘cambio político’ que comenzó este 28-M, y que ha perdido estas elecciones por sus pactos Frankenstein, como se lo reprochan sus barones, sus dirigentes y militantes expulsados del poder territorial del PSOE.

Y entonces ¿qué les va a decir a los españoles en el debate electoral de los comicios del 23-J? Qué volverá a gobernar con Podemos, Bildu, ERC y PNV, qué fue lo que negó y luego hizo en 2019? O ¿les pedirá mayoría absoluta?

Sánchez es un cadáver ‘exquisito’, que quiere resucitar por segunda vez (la primera fue en el PSOE en 2017) en la política española y que puede haber convocado su funeral para el 23-J. Pero, no obstante, hay tener cuidado con él, aunque esta vez para gobernar necesitará que Pablo Iglesias y Yolanda Díaz salgan también de sus nichos y caminen juntos por el cementerio de La Moncloa.

En todo caso, está claro en el PP el adelanto electoral de Sánchez para el 23-J les ha cogido por sorpresa. Y, aunque algunos de sus dirigentes creen, como ha declarado Feijóo, que el ‘cambio de ciclo político’ está en marcha y es imparable, en Génova 13 deben ir con pies de plomo y meditar bien sus decisiones y próximos movimientos.

Y, en lo posible, aplazar todos los plazos de los pactos de Gobierno con Vox, hasta después de los comicios del 23 de julio, para evitar la foto que busca Sánchez de Feijóo con Abascal.

Un Abascal que, aunque ha mejorado sus resultados en toda España, debe tener muy presente lo les pasó en Madrid donde Vox, tras negarse a apoyar los presupuestos de Ayuso y Almeida, acabó empujando sus votantes hacia el PP y facilitó las mayorías absolutas de Almeida y Ayuso.

De momento Sánchez a la desesperada, audaz y temeroso de una rebelión interna en el PSOE ha movido ficha en el tablero político y le ha ofrecido su Dama negra a Feijóo. El que sigue su camino mientras ya avanza la cuenta atrás del 23 -J. Una cita que a todos los ha pillado por sorpresa, y sobre la que Feijóo ha dicho que las elecciones generales ‘cuanto antes, mejor’.

Sobre el autor de esta publicación

Pablo Sebastián

Pablo Sebastián, actual Editor y fundador del diario digital Republica.com, ha sido el primer periodista en fundar un diario exclusivamente digital de habla hispana en España y America, al iniciar esta su etapa profesional y digital en el año 1997 con EstrellaDigital.es, hace ya 25 años.

Pablo Sebastián, nacido en Córdoba en 1947, es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra y desarrolló una amplia carrera profesional en la que trabajó en todos los diarios impresos de la Transición: ABC, Diario 16, El Pais, El Mundo y El Independiente que fundó y dirigió.

Asimismo fue delegado del Periódico de Cataluña en Madrid, director de Interviú, subdirector de Tiempo, y corresponsal de EFE, ABC y Cambio 16 en Bruselas. Y más adelante corresponsal de TVE en Paris, después de haber dirigido uno de los telediarios (TD3) de la primera cadena de TVE y haber colaborado en radio con RNE, COPE y Onda Cero.

Pablo Sebastián fue vicepresidente de la APE, Asociación de Periodistas Europeos, y luego secretario general y fundador de la AEPI, Asociación de Periodistas y Escritores Independientes. Tiene en su haber el ‘Premio del Periodismo Europeo, el Premio del Movimiento Europeo, el Premio Luca de Tena, así como el Premio a la Libertad de Expresión. Durante la Transición y en la oposición al franquismo fue representante, durante su estancia en Bruselas, de la Junta Democrática de España ante la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.