La Bolsa está en mínimos del año. Para encontrar al Ibex 35 en votas tan bajas como las de este martes (9.000 puntos) hay que retroceder hasta mediados de mayo del pasado año, es decir, cerca de la época en la que tocó mínimos en esta crisis (marzo del año 2009, cuando llegó a tocar un suelo de 6.800 puntos), lo que significa que hemos dado marcha atrás en buena parte de la recuperación bursátil de este último año y medio. El Ibex 35, durante este periodo, ha estado en máximos de 12.200 puntos. Es decir, 3.200 puntos nos separan del mejor momento del reciente ciclo bursátil y 2.200 puntos marcan la distancia respecto al punto mínimo. Dicho de otra forma, la Bolsa se ha encargado de dibujar una especie de “W”, esa que algunos dicen que va a describir la economía española aunque algunos, cada vez menos, se afanan en desmentirlo.
La temible “W” como trayectoria del ciclo económico significa que la economía estaría saliendo del bache profundo pero estaría a punto de entrar en otra depresión, configurando dos caídas consecutivas en un cortísimo espacio de tiempo. Las causas de la segunda caída residen en el tipo de instrumentos (gasto público a tope) utilizado para salir de la primera. Esta segunda caída, la recaída, tendría su origen en los excesos medicinales que ha ingerido la economía española en los últimos meses. Las autoridades económicas nos han atiborrado de fármacos (es decir, alto déficit público, insoportable para el país) y ahora toca cura de desintoxicación, periodo durante el cual la actividad baja a mínimos. Y eso es lo que posiblemente esté ocurriendo con la economía real, que después de tantas medicinas, el enfermo necesita de un periodo de alivio que reduce las defensas y define un nuevo periodo de debilidad. En términos de actividad económica o de PIB, es lo que se dice que puede suceder en los próximos meses. Tras haber conseguido que el PIB alcanzara en el primer trimestre del año una leve subida trimestral del 0,1%, para el tercer trimestre y siguientes se temen de nuevo tasas negativas debido al impacto negativo de la subida fiscal (IVA) y a la restricción de rentas e inversiones que ha impulsado el Gobierno con su reciente plan de ajuste.
La Bolsa, ¿está anticipando este escenario? Es posible. La caída de la Bolsa coincide en todo caso con aumentos de la prima de riesgo dentro de la Eurozona, es decir, los inversores discriminan entre activos de los países miembros, prefieren deuda soberana de Alemania o acciones de Suiza (no es de la Eurozona, pero la fluidez de los capitales facilita los trasvases entre mercados cercanos) y venden bonos y acciones españolas o de los países más débiles del entorno.
Este martes se ha visto la dificultad del Tesoro español para financiarse a corto plazo con tipos de interés en línea con los alemanes o con los españoles de hace un mes, ya que las Letras a 6 meses se han pagado el 1,32% cuando hace unas semanas se colocaban al 0,76%. Hay un cierto sentido común en la escala de valores que los inversores están implantando en Europa, la Europa del euro, que en teoría tenía las mismas condiciones financieras para todos sus miembros.
Se está viendo que esa certeza de hace unos meses carece de rigor. Alemania ofrece más garantía que España. Mirando las cifras de déficit público y de paro, los inversores tienen pocas dificultades para elegir ya que España es un Estado manirroto que ha arrojado al paro a más de 2 millones de ciudadanos en apenas dos años, en contraste con Alemania, que está estudiando la forma de cerrar el próximo presupuesto, el de 2011, con un déficit por debajo del 3% del PIB, nada que ver con el 11% español de este año. Y que tiene una tasa de paro que se ha movido poco durante la crisis, quizás porque cuenta con un sistema de relaciones laborales más ajustado a la realidad y una economía industrial que, a la postre, está manteniendo de forma aceptable su capacidad competitiva. Incluso la está mejorando en los últimos meses gracias a la caída del valor del euro frente al dólar en los mercados de divisas.